Julien Green, el atormentado escritor, murió a los 97 años
NUEVA YORK (The New York Times Service) .- Julien Green, el prolífico novelista, dramaturgo y escritor de memorias que fue en 1971 el primer norteamericano elegido para ocupar un sillón en la Academia Francesa, la galería de las 40 luminarias literarias de Francia, murió el jueves pasado en París. Tenía 97 años. Su hijo, Jean-Eric Green, difundió el lunes la noticia.
Se considera que Green, que publicó su primera novela en 1927, tuvo la carrera más larga entre los importantes escritores del siglo XX. Su vida fue definida por sorprendentes contrastes y contradicciones.
Nacido en París en 1900 y de padres norteamericanos, Julien Green sentía fascinación por sus antepasados, pero no visitaba con frecuencia los Estados Unidos y pasó gran parte de su vida en Francia. Escribió casi todos sus libros en francés, y llegó a ser considerado uno de los maestros respecto del estilo del idioma, al nivel de Paul Valéry, Marcel Proust y André Gide.
Hombre sumamente reservado con una profunda necesidad de explorar públicamente en su mente, y de proyectar su larga y atormentada lucha por dominar el deseo físico y entregarse a la fe, publicó en 14 volúmenes sus diarios, así como cinco gruesos volúmenes de memorias. (Junto con Gide, amigos desde mucho tiempo, intercambiaban diarios para saber qué había dicho uno del otro.) Green profesaba con devoción la religión católica romana y era homosexual.
La lucha por la fe
La vida de muy pocos escritores abarcó, como la de Green, un período tan largo o turbulento, ni fue tan productiva. Y ningún escritor moderno proyectó, con mayor inventiva y energía, de las maneras más diversas, el extraño paisaje de la obsesión erótica, los efectos corrosivos de la represión o la lucha por alcanzar la fe en una era de escepticismo.
Julien Green, que pasó su vida estrechamente relacionado con una hermana a la que quería profundamente, siguió siendo una eminencia serena y elegante con más de 90 años a cuestas, escribiendo, concediendo entrevistas, y todavía paseando por París.
Fue el menor de siete hijos. Sus padres provenían de arraigadas familias del sur norteamericano. El éxito de su padre como empresario permitió que la familia llevara una vida de privilegios en un barrio elegante de París.
Julien Green se convirtió al catolicismo en 1914. Durante los años iniciales de la Primera Guerra Mundial siguió con fervor la lucha de Francia. Impaciente por servir en las filas, se sumó a la Cruz Roja en 1917 y fue chofer de ambulancia en el frente italiano. De regreso a París, en los años 20, comenzó a escribir novelas, incluyendo "La casa de la avaricia" y "Adrenne Mesurat", que ganó el premio Femina en Francia, en 1927.
"Moira" (publicada en 1950) y "Cada hombre en su oscuridad" (1960) son consideradas sus novelas más consumadas. Ambas concluyen con sutiles insinuaciones de redención y del poder de la fe para "obstruir el terrible mecanismo del destino".
Primer miembro extranjero de la Academia Francesa, en 1971, renunció en 1996 por sentirse norteamericano.
Julien Green nunca dejó de escribir. Sus obras completas incluyen 18 novelas, Diarios, memorias, cinco obras de teatro, seis colecciones de ensayos y dos trabajos de historia. "No es que sea prolífico, sino que llevo muchos años en esto", confesó.