Juliana Awada enamoró a los Países Bajos con un diseño argentino
La Primera Dama acaparó todos los flashes con un diseño nacional que resaltó su esbelta figura. Todos los detalles del último estilismo de la mujer del Presidente.
Suena la campana que anuncia el último duelo de estilos entre Juliana Awada y la Reina Máxima. El ring elegido es la cena de Estado organizada por los reyes de Holanda en el marco de la visita de Mauricio Macri a los Países Bajos, un encuentro en donde las tarjetas del protocolo arrojaron, por decisión unánime, un empate técnico.
Elegantes y distinguidas, así se las vio a la Primera Dama y a la Reina de Holanda en la cena de Estado realizada en el Palacio Real de Amsterdam. Para la ocasión, Awada llevó un vestido largo de organza en color gris acero y bordados de pailletes en tonos plata, con mangas e importante cola. El diseño bien al cuerpo (a diferencia del vestido de gala que usó durante su última visita a España), tenía un escote cerrado y vuelo en la parte de la falda.
Como complementos y look de belleza agregó stilettos a tono, aros colgantes, y un recogido con raya al medio y volumen en la parte superior. Fiel a su costumbre, Juliana se inclinó por un maquillaje bien natural resaltando su mirada.
La pieza creada por Ménage à Trois, una de las firmas favoritas de la Primera Dama, fue confeccionada especialmente para la ocasión. “El diseño lo teníamos encargado desde enero y tardamos aproximadamente tres semanas en terminarlo. Tiene mucho trabajo a mano y desde ya, la impronta de nuestra marca”, aseguró a La Nación, Amelia Saban, dueña y responsable de Ménage à Trois.
De este modo, el modelo que estrenó Awada pertenece a la última colección de la firma nacional en la que prevalece la sastrería y las telas bordadas. “Son diseños en los que se destaca el lujo, tanto para el día como para la noche”, dijo Saban y agregó: “Con Juliana nos conocemos desde hace muchos años. Realmente es un placer vestirla. Ella siempre tiene muy en claro lo que se quiere poner y sabe elegir el diseñador indicado para cada evento”.
El look de Máxima
Con un estilismo en color nude, la reina Máxima acaparó buena parte de los flashes durante la cena. El atuendo elegido fue un vestido largo escote corazón, con importante falda y bordado de flores en tono almendra. Además, para marcar su cintura sumó un cinturón del mismo color con pedrería.
A diferencia de la Primera Dama, la Reina cerró su look con una serie de accesorios con importante historia: una tiara de diamantes que coronó a la perfección el recogido de su cabello, un imponente collar, aros y pulseras haciendo juego.
La tiara bandeau que lució la reina data de 1936 y está compuesta por veintisiete grandes diamantes de talla antigua. A pesar de que se desconoce el joyero que la diseñó, se sabe que fue fabricada a partir de la gran rivière de treinta y cuatro diamantes que el pueblo holandés obsequió a la reina Emma el día de su boda, en 1879. La piedra central ligeramente ovalada, cuyo peso es de doce kilates, emana una luz de color ligeramente amarillenta. El peso total sobrepasa los cien kilates. La reina Emma se la regaló a su nieta Juliana cuando se casó,en 1937, con Bernardo de Lippe Biesterfeld. La entonces princesa heredera lució también un collar montado en bandeau acompañado de un magnífico broche. La reina Guillermina la llevó solamente en su último retrato oficial en 1948.
El collar y el broche que Máxima lució en su cinturón fueron hechos por el joyero Schurmann entre 1897 y 1898 con brillantes de más de tres siglos de antigüedad.
El vestido es el mismo que lució Máxima en la boda de su hermano Juan Zorreguieta en Viena en 2014. Es una creación del diseñador holandés Jan Taminiau, el mismo que confeccionó el vestido azul Klein que lució el día de su proclamación como reina consorte
¿Qué dice el protocolo?
Ante una visita de Estado existen ciertas reglas definidas, en primera instancia, por el Jefe de Ceremonial y Protocolo del país anfitrión. Lo mismo sucede con cada aparición pública o acto de Estado, donde también rigen ciertas normas.
“Antes de viajar a Holanda, Juliana Awada seguramente recibió una carta anticipando el color del vestido de la reina, para evitar coincidencias. De lo contrario sería un descuido grave”, cuenta Yamila Pica, asesora de imagen y estilo. “Lo importante para el Presidente y la Primera Dama es seguir al pie de la letra el ´dress code´ que indica la carta”.
Si hablamos de los códigos de la vestimenta elegida hay que reparar en el largo y el diseño de la misma. “Al tratarse de una cena de gala el vestido debe ser largo, sin escote ni transparencias, ya que no es lo indicado para un banquete real o cena imperial. Por otro lado, el calzado elegido debe ser cerrado”, detalla Pica. Los colores recomendados son los más sobrios, nada de brillos ni metalizados. “Lo ideal es un tono que acompañe la vestimenta del Presidente”.
En el caso de los hombres el atuendo de máxima etiqueta es el Frac, el mismo que admite condecoraciones y que debe de ser utilizado en una cena de este tipo. “Es el atuendo utilizado por la monarquía y la nobleza a lo largo de toda la historia. Lo importante en el uso del frac es que los faldones del saco lleguen a la altura de la rodilla”, comenta la asesora. En cuanto a la camisa la distinción pasa por los botones que tenga la misma: pueden ser de piedra o botones de fantasía en cuyo caso marca “el rango” de la persona. “Como regla básica el saco siempre va abierto, nunca se abrocha”, comenta Pica y finaliza: “Por último, no se debe saludar los reyes hasta que ellos saluden, ni tampoco besarlos salvo que ellos sean los que decidan romper el protocolo. Seguramente tanto la Primera Dama como el Presidente se sienten al lado de los reyes, esta cercanía a la mesa marca también marca el grado de importancia de los participantes de la cena”.
La intimidad de la visita, en +Despiertos