José L. Scelzi: un penalista de términos floridos e implacables
Dejaba a sus interlocutores vacíos de palabras y llenos de admiración. Utilizaba términos casi desconocidos para los comunes y envidiados por muchos de sus pares, quienes difícilmente los recordaran o los terminaran de comprender. El sábado pasado esas palabras se fueron por un dolor en el pecho que terminó demasiado pronto con la vida de un hombre de tan sólo 56 años.
Entonces, para encontrarlas, habrá que leer los escritos de José Licinio Scelzi, el abogado penalista que dejó un lenguaje florido, de máxima corrección doctoral y academicista en sus escritos; esos que contenían una terminología y una precisión poco frecuentes, dignas de los mejores juristas.
Había nacido en la ciudad de Buenos Aires el 18 de diciembre de 1956 y se graduó en la Universidad Católica Argentina en 1981, en donde ejerció la docencia como profesor de derecho penal y dictó la especialización en Medicina Legal, tal como lo hizo en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
Era un abogado de calificativos fuertes, pero ajustados, y jamás cercanos a los exabruptos. Era un hombre de una prestancia sobresaliente y de términos implacables.
"Era extraordinario, culto y refinado. A veces con un discurso brillantemente engolado. Jamás enojado", recordaba ayer el ex diputado y abogado Jorge Enríquez, quien lo enfrentó en una lista en el Colegio Público de Abogados. "Pero él siempre buscaba consensos, sin agravar focos de conflictos y jamás echando nafta en las hogueras."
Últimamente, Scelzi había pedido ingresar con su asociación civil Afianzar-Abogados por la República en el Consenso Cívico, conformado por agrupaciones de todo tipo y color: todos les dieron la bienvenida.
Ex abogado defensor de Carlos Carrascosa, fue criticado por sectores de extrema izquierda por tomar la defensa legal de algunos militares del Proceso. Scelzi, por el contrario, fue respetado por otros sectores de esa margen y tuvo frecuentes acercamientos a espacios hoy llamados progresistas.
Presidió e integró numerosas asociaciones de abogados y fue miembro del Jurado Enjuiciamiento de jueces, fiscales y defensores oficiales de la ciudad, en donde integró el jury por mal desempeño contra el juez en lo contencioso y administrativo Roberto Andrés Gallardo.
Por los pasillos de Tribunales, en donde jamás se lo vio enojado, quedará la estampa de Scelzi, impecable, como la de sus palabras entrañables, como la de su ajustada pluma.