Javier Milei participó de una ceremonia de Jánuca: qué es y cuándo se celebra
En su primer discurso como presidente el domingo, se refirió a la celebración judía
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Desde hace tiempo que Javier Milei manifiesta su acercamiento al judaísmo y su intención de convertirse a esa religión. En su discurso de asunción como presidente hizo una mención a la “fiesta de la luz”, conocida como Jánuca.
“No es casualidad que esta inauguración presidencial ocurra durante la fiesta de Jánuca., la fiesta de la luz, ya que la misma celebra la verdadera esencia de la libertad. La guerra de los Macabeos es el símbolo de los débiles por sobre los poderosos, de los pocos por sobre los muchos, de la luz por sobre la oscuridad y sobre todas las cosas de la verdad por sobre la mentira, porque ustedes saben que prefiero decirles una verdad incómoda antes que una mentira confortable”, reflexionó el Presidente, mientras daba su primer discurso, parado en las escalinatas del Congreso.
Hoy, el mandatario estuvo en un acto organizado por Jabad Lubavitch Argentina donde se encendió la sexta vela de la festividad, la intención fue pedir por “los secuestrados, los soldados israelíes y la pronta recuperación de los heridos” luego del brutal ataque realizado por el grupo terrorista Hamas el 7 de octubre pasado. De esta manera, se convirtió en el primer presidente en 39 años en participar, según aseguraron fuentes de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) a LA NACIÓN. La festividad comenzó el 7 pasado a la noche y se extenderá hasta el viernes 15 a la tarde.
Bajo la consigna “Am Israel unido en una misma luz”, la ceremonia tuvo lugar en la plaza República Oriental del Uruguay, ubicada en la Avenida del Libertador y Austria, en el barrio porteño de Recoleta, a las 19.30 y contó con el apoyo de la DAIA.
Además del presidente, estuvieron presentes el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, ministros de la Corte Suprema de Justicia, integrantes del gabinete nacional y el titular de la DAIA, Jorge Knoblovits.
En diálogo con LA NACIÓN, Knoblovits, remarcó: “En el contexto aciago en el que nos encontramos, luego del ataque terrorista perpetrado por Hamas en territorio israelí, el más grave ocurrido después de la Shoá, irrupción que desencadenó asesinatos, violaciones, mutilaciones y secuestros de bebés, niños, mujeres, ancianos, hombres, muchos de los cuales aún no han regresado sanos y salvos, resulta oportuno retomar la valentía, el derecho a la defensa y la entereza de los Macabeos”.
“Jánuca exalta el valor de la vida, el reconocimiento del milagro de nuestra existencia y de la de quienes amamos y que le dan sentido a nuestros días. Un llamado contundente a que quienes se encuentran todavía secuestrados en Gaza retornen a casa”, reflexionó. Y pidió: “Que la paz sea el horizonte al que podamos llegar. Que cada encendido de vela, nos colme de realizaciones, de proyectos, de amor, de comprensión y seguros de que alcanzar la unión es una tarea colectiva, de empatía y de un profundo compromiso con la vida”.
Qué es y cuándo se celebra Jánuca
En diálogo con LA NACIÓN, Fabián Skornik, rabino de la comunidad Lamroth Hakol, explicó: “Jánuca es una palabra en hebreo que significa inauguración o reinauguración”.
En relación a los comienzos de esta festividad, contó: “En el siglo II antes de nuestra era, los Seléucidas, herederos del imperio de Alejandro Magno, dominaban la zona de Israel actual, de Judea, y cuando avanzaron en ese dominio, prohibieron la vida judía y profanaron el templo de Jerusalén, y lo hicieron introduciendo estatuas en ese recinto sagrado y sacrificando animales prohibidos allí. Entonces eso provocó que una familia empezara a organizar una revuelta que sumó a mucha gente. Fue así como se enfrentaron a ese ejército Seléucida gobernado por Antíoco IV, o Antíoco Epífanes. Esa revuelta tuvo éxito y entonces recuperaron y reinauguraron el templo de Jerusalén”.
“Siempre que el templo funcionaba debía estar prendida la menorá, un candelabro de siete brazos, que siempre estaba prendido y que se utilizaba con un aceite muy especial hecho por el sacerdote, por el Cohen, para que sea apto para esa función. Ese aceite demoraba ocho días en hacerse nuevamente, y el que encontraron en los depósitos duraba para un solo día. Los Macabeos, nombre bajo el cual se conoce a esta familia, que realizaron esta revuelta y que tomaron el templo, confiaron en un milagro y encendieron la menorá, el candelabro con aceite, para un solo día y duró ocho”, contó. Y agregó: “Y ese fue el milagro de la fiesta, que fue el tiempo necesario para que se produzca nuevo aceite. Por eso hoy la celebración dura ocho días y representa ese milagro del aceite que perduró y de la capacidad de recuperar el templo y reinaugurarlo y la posibilidad de vivir con la identidad judía plena sin que nos condicionen de afuera la posibilidad de vivir nuestro judaísmo”.
De esta manera, en la actualidad, cuando se celebra Jánuca, se prenden las velas del candelabro, una por día, más una que es la que enciende al resto. Según contó el rabino, todos pueden participar de la celebración que se realiza en lugares públicos o en el hogar: “Siempre cerca de la ventana porque hay que difundir ese milagro y por eso cada día se van prendiendo más velas de este candelabro”.
Por último reflexionó: “Es una celebración que nos invita a creer que aunque las probabilidades estén en contra, siempre hay posibilidades de que algo suceda y que tenemos que confiar en que eso puede pasar. Tenemos que confiar en nuestra fuerza para pelear por nuestra identidad, tenemos que confiar en nuestro coraje para enfrentar las adversidades y tenemos que confiar en que Dios nos va a ayudar a ser quienes tenemos que ser, a quienes fuimos llamados a ser y nadie debiera dejarse llevar por imposiciones ajenas, externas”.
Y agregó: “Uno no tiene que someter su identidad a la aprobación de los demás, tiene que tratar de mantener su particularidad y confiar en uno mismo, en su fuerza y en Dios. Y también es una fiesta, una festividad judía muy importante que nos conecta con algo más que es la posibilidad, la idea de dejar de lado muchas veces los prejuicios y las imposiciones a los demás, no forzar a nadie a que se comporte como nosotros queremos y aprender a respetar a cada uno en su vida, en su manera de comportarse y en su propia identidad. Y en estos tiempos donde juzgamos tanto a los demás y donde de a poquito empieza a aparecer la idea de que no hay que jugar al otro y dejarlo ser, creo que tiene mucha actualidad y relevancia. Januca Sameaj es la forma en la que saludamos en esta festividad”.
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