Jane Goodall, una voz para salvar el planeta
Pionera del ambientalismo, esta inglesa de 77 años viaja por el mundo 300 días al año para decirles a los jóvenes que en sus manos está el destino de la Tierra. En el marco de un número dedicado a las temáticas ambientales, Jane Goodall charla con LNR y asegura: "La persona común y corriente tiene que entender, estar al tanto e involucrarse en el cuidado del planeta. Sé que va a costar un poco más comprar un producto manufacturado de manera ética, pero ¿no estás preparado para pagarlo por el futuro de tus hijos?".
Allá por lo años 60, Goodall se convirtió en la responsable de lo que resultó ser "uno de los mayores descubrimientos de la ciencia moderna": realizando un avistaje de primates en Tanzania, vio que un chimpancé empleaba una ramita a modo de cuchara para sacar unas termitas de su nido y comerlas. ¡El hombre no era la única especie que utilizaba herramientas! La investigadora también entendió que nuestros parientes más cercanos se abrazan, se besan, enojan y reconcilian entre ellos. Y tienen conflictos "políticos" dentro de su jerarquía en el clan, que pueden llevar a guerras tan sangrientas como las humanas.
En la década del 90 , observó, alarmada, que el territorio selvático estaba desapareciendo por los desmontes para la agricultura. Así decidió que debía salir al mundo para contar lo que estaba pasando y defender a los animales, al ecosistema… y a la raza humana. "El balance es negativo y son los niños del futuro quienes saldrán perjudicados; ellos tendrán que pagar –explica-. La lluvia ácida contamina los humedales, se filtra en la tierra y corre por los arroyos hasta los lagos. Estamos en un lío y no tengo todas las respuestas. Pero sé que hay soluciones; sólo hay que aplicarlas. Como el combustible a base de algas. Es algo que no contamina, ni en su uso ni en su producción, pero por alguna razón, no se ha popularizado. Seguramente por cuestiones de dinero".
Para ella, el cambio nunca llegará de arriba hacia abajo, sino todo lo contrario: "He intentado con los políticos y lo que experimenté es que son gente muy ética cuando entran en la escena. Pero una vez que acceden a una posición de poder, su futuro depende de ser reelegidos. Así que, aun cuando quieran mantener la decisión de estar a favor del proteccionismo del planeta y del medio ambiente, a menos que tengan el 50% de los votos del pueblo, no lo van a hacer. Los cambios chiquitos son los que crearán una sociedad que elegirá a los políticos correctos, a quienes la gente apoyará cuando tomen las decisiones correctas".