“Israel=Nazis”: denuncian pintadas y mensajes antisemitas en facultades de la Universidad de Buenos Aires
Así lo consignaron los miembros de la Asociación de Universitarios Judíos de la Argentina; también piden por una mayor intervención de las autoridades
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“Sionismo = Nazismo”. “Israel = Nazis” y hasta esvásticas aparecieron en los últimos días en algunas facultades de la Universidad de Buenos Aires (UBA). A raíz del brutal ataque perpetrado por Hamas el 7 de octubre pasado, denunciaron estudiantes de la colectividad, empezaron a multiplicarse las expresiones antisemitas en el ámbito universitario.
Por lo general, indicaron, aparecieron carteles firmados por movimientos de izquierda que apoyan “la causa Palestina”. Los alumnos de la comunidad, por ejemplo de la Facultad de Filosofía y Letras, denunciaron que les gritaron “judíos de m...” en los pasillos. En ese claustro, según indicaron alumnos en un comunicado de la Asociación de Universitarios Judíos de la Argentina, apenas ocurrido el sorpresivo ataque terrorista, el edificio, ubicado en Puan 480, se llenó de banderas palestinas, afiches y pintadas antisemitas.
“Estamos un poco cansados porque no hay manera. Ese antisionismo del que tanto se jactan esconde antisemitismo. Podés pensar lo quieras de Israel, pero pensar que un bebé no tiene que volver a su casa es otra cosa completamente”, dijo una estudiante de esa facultad que prefiere ser identificada como C. Se refiere al secuestro por parte de Hamas de un bebé de solo nueve meses que es argentino. Entre los más de 200 secuestrados hace ya más de un mes, hay 21 argentinos. Algunos alumnos habían pegado carteles para pedir la liberación de las personas capturadas por el grupo terrorista, pero denunciaron que fueron arrancados.
Desde la UBA, indicaron que están trabajando en el tema con autoridades de distintas instituciones judías. El 12 de octubre pasado, la universidad ya había condenado el ataque feroz de Hamas a Israel, había pedido la liberación de los rehenes y había solicitado al Gobierno incluir al grupo islámico en la lista de organizaciones terroristas. Pero, según contaron los estudiantes, esa resolución no se difundió. E insistieron en que no hubo un comunicado de parte de la institución para resolver los mensajes antisemitas dentro de las aulas.
C. contó que siempre hubo manifestaciones propalestina en la facultad. De hecho, hay un afiche con la leyenda “alto al genocidio israelí” en el centro del patio del edifico. “Hay varias esvásticas en la facultad que las tenemos vistas y nunca nos escucharon. Y hoy, más que nunca, me parece que el hecho de que haya esvásticas en la pared de la facultad implica que no sea un lugar donde yo pueda estar segura”, agregó.
Sin embargo, a partir del 7 de octubre notaron una escalada de estas manifestaciones de las agrupaciones de izquierda, según consignaron. Es por esto que los estudiantes judíos decidieron organizar un grupo de WhatsApp y escribieron una carta al decano Ricardo Manetti, el 12 de octubre, para comunicarle que no estaban cómodos en su propia facultad, pidieron medidas para garantizar la seguridad de los estudiantes y la difusión de un comunicado oficial que condenara al terrorismo y abogara por la paz en Medio Oriente.
“En este contexto de angustia, desesperación, dolor e impotencia, nos cruzamos, en nuestra facultad, el lugar que debería ser nuestra casa, con símbolos y mensajes que atentan contra la integridad de los estudiantes”, escribieron en la carta a la que accedió LA NACION.
A los dos días las esvásticas estaban tapadas. Miembros de la Asociación de Universitarios Judíos de la Argentina pegaron posters con un código QR para aportar información sobre lo que está sucediendo en Medio Oriente, bajo el título “Militemos Paz” con una bandera palestina e israelí, con el pedido de unión en ese reclamo. Sin embargo, según denunciaron, los rompieron. Colocaron también afiches en los que aparecían las fotos de las personas secuestradas por Hamas. De acuerdo a la organización, también los destruyeron. Además, sobre alguno de esas pancartas, escribieron: “Israel = Nazis”.
Reclamo
Los estudiantes elevaron una segunda carta pública al decano el 19 de octubre pasado y a todos los profesores. “La inquietud que compartimos se relaciona con el silencio institucional en torno a los actos de terrorismo cometidos por Hamas en el territorio israelí desde el pasado sábado 7″, comenzaba la misiva. Y continuaba: “Es fundamental subrayar que nuestra facultad es un espacio de pensamiento crítico y de diálogo, donde se fomenta la discusión y el respeto por la diversidad. Sin embargo, el silencio institucional, el no pronunciamiento condenando los terribles actos sucedidos, nos preocupa profundamente, ya que el nivel de violencia en los discursos relacionados con el conflicto ha escalado notablemente”.
“La ausencia de una postura institucional condenatoria ha generado un clima de impunidad que no solo se traduce en el vandalismo de carteles de los partidos de izquierda y el uso de lenguaje ofensivo en donde se habla de Israel como un Estado genocida, sino que también tiene repercusiones más amplias y con consecuencias inimaginables”, agregan.
Y completaron en otro tramo del escrito: “El silencio institucional no solo permite estas situaciones que fomentan la escalada de violencia, sino que comienza a generar un proceso de expulsión institucional hacia todos aquellos que pertenecemos a la colectividad judía. En la actualidad, ser parte de este pueblo se ha convertido en un riesgo, y nuestra facultad se suma al listado de lugares peligrosos para nosotros en este contexto de persecución”.
La repuesta oficial
El 24 de octubre, el Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Letras pidió por escrito el “cese del fuego y la búsqueda de una salida pacífica que ponga fin al conflicto, garantizando el cumplimiento de las Resoluciones de las Naciones Unidas” tras mencionar el ataque terrorista de Hamas y la escalada de violencia por parte del Estado de Israel. Al final de ese documento, al que accedió LA NACION, llaman a “renovar el compromiso contra la estigmatización”. Según indicaron fuentes de esa facultad, retiraron las esvásticas y otras pintadas antisemitas, pero no iniciaron ninguna investigación para dar con los culpables del hostigamiento denunciado.
El fenómeno se está replicando en otras facultades, según indicó la Asociación de Universitarios Judíos de la Argentina, como Ciencias Económicas, Ciencias Exactas y Medicina. En esos espacios, los estudiantes de la comunidad ya se están organizando, algunos bajo el lema “Nunca Más es Ahora”. En la facultad de Ciencias Sociales, también consignó la organización, se encontraron documentos que apoyaban directamente el accionar de Hamas. “Reivindicamos el accionar de Hamas y de la totalidad de las organizaciones de la resistencia palestina al derrumbar las murallas levantadas por Israel para cercar Gaza, una verdadera prisión a cielo abierto”, se lee en un cartel firmado por el Partido Obrero luego de señalar que defienden “en forma incondicional el derecho a la rebelión del pueblo palestino con los medios a su alcance”.
En tanto, un grupo de alumnos de la Facultad de Medicina también envió una carta al decano Luis Brusco porque decían “no sentirse seguros”. Es por esto que el directivo coordinó para la próxima semana un encuentro con las autoridades de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA). Según informaron fuentes de ese claustro, se les pedirá a los estudiantes que amplíen en sus declaraciones sobre a qué situaciones se refieren. ”El tema está siendo tratado con seriedad y responsabilidad. Lo más importante es la seguridad de nuestros alumnos, y a ello estamos abocados”, sumaron.
“Lo que nos empezó a pasar a todos nosotros es que nos empezamos a sentir sumamente inseguros en la universidad. Hay chicos que faltaron una semana entera”, dijo a este medio Nicolás Luna, docente del seminario “Política y conflicto en Medio Oriente”, en la Facultad de Ciencias Sociales.
Luna agregó que fueron armando una red de estudiantes distribuidos por facultades que se habían movilizado con el objetivo de tener “una universidad abierta, plural” y remarcó que buscan no “tener miedo como minoría de ir a cursar”.
“Lo más triste es que no queremos permitir que un grupo chiquito como son estas agrupaciones de izquierda nos digan cómo tiene que ser nuestra universidad”, completó.