Isha, una maestra espiritual que enseña cómo vivir mejor
El próximo miércoles dará una conferencia en el hotel Bauen
Ella asegura que la felicidad y la libertad no dependen de las circunstancias externas, sino de las internas. "Podemos tener todo y ser prisioneros de nuestros miedos y de nuestras limitaciones", opina.
De paso por Buenos Aires, Isha, la maestra espiritual que siguen miles de personas, desgrana su sistema para reducir el estrés y vivir mejor.
Su nombre significa, en sánscrito, conciencia humana completa en cada momento. Aunque muchos la conocen como la "gurú cool" de los famosos, su servicio social apunta a personas con discapacidad, adictos y presos.
Isha enseña un sistema de técnicas mecánicas que permiten remover el estrés y expandir ese lugar interno donde encontrar la paz. "A medida que crecemos, perdemos la conexión que tenemos con nosotros mismos y buscamos la aprobación en el afuera, pero esto que propongo no es algo místico sino que está dentro de nosotros, no importan las creencias que tengamos", dice.
En la 33a. Feria del Libro, Isha presenta su obra "La Revolución de la conciencia III: Iluminación". Además, el 9 de mayo dará una conferencia gratuita en el hotel Bauen, en la avenida Corrientes 1856. Y, como broche, dictará un seminario de Apoyo Social, en el orden nacional, para personas con capacidades diferentes, el 16 y 17 de junio. La madrina de este evento, que es apoyado por el gobierno de la ciudad, será la actriz Graciela Borges, practicante del sistema Isha.
Esta gurú viaja constantemente para dar charlas y seminarios en Colombia, Chile, Uruguay, Paraguay.
Aunque nació en Australia hace 43 años, está radicada en América latina hace ocho. Después de haber sido entrenadora de caballos y, luego, cantante, la mujer sintió que su mundo se derrumbaba a los 28 años, cuando perdió parte de su familia y todo lo material que le daba seguridad. Perdió todo y comenzó su búsqueda espiritual.
Contar la experiencia
Ahora viaja por todo el continente para contar su experiencia. "No se trata de vivir en una cueva, sino de encontrar la paz interior", dice.
Ya enseñó sus sistema a 30.000 personas y capacitó a 50 maestros que instruyen a más y más seguidores. "Todos buscamos algo, por eso este sistema llega a tanta gente", explica.
Jóvenes, profesionales, hombres de negocios se cuentan entre sus seguidores. Aunque a ella no le gusta esa palabra. "No se trata de seguir a nadie. Este sistema no genera una dependencia externa. Todo lo que enseño es mi experiencia. No estoy aquí para que me sigan", afirma.
Sus visitas a hospitales, hogares y lugares con grandes carencias se financia por medio de sus seminarios intensivos.
"Sembramos pequeñas semillitas de paz allí donde vamos. Eso es lo que nos importa", asegura.