Llegó la revolución cervecera
Como parte de su nueva propuesta para este año, Isenbeck presentó sus dos nuevas variedades: Märzen y Dark
Hace unos años era simple: uno iba al bar y pedía tan sólo una cerveza. El que más conocía, el “experto”, podía ir un poco más allá, eligiéndola por su color: una rubia, una negra, una roja. Pero hoy con esto ya no alcanza; el mundo cervecero creció, se especializó, surgieron nuevos consumidores y también decenas de estilos diversos, tanto artesanales como industriales.
Actualmente hay cervezas de todo tipo y color: algunas son más amargas, otras más suaves; algunas más alcohólicas, otras livianas y refrescantes. Las hay doradas y cristalinas, pero también pálidas y turbias, recorriendo un verdadero arcoíris en materia cromática. Muchas recetas responden a las antiguas tradiciones inglesas, otras a la gran diversidad alemana y unas más a orígenes tan distintos como Bélgica , Holanda o República Checa , entre más lugares.
Pero hay algo que no se pone en duda y es que la cerveza en cerveza en Argentina se encuentra en plena revolución. Y la última buena noticia es el flamante lanzamiento de dos variedades de cerveza de la mano de Isenbeck, una marca con gran historia en el país. Con fiesta de presentación en el icónico Buller Pub, en Recoleta, la marca dio a conocer sus Märzen y Dark, dos estilos de origen alemán que amplían el mercado argentino, con nuevos sabores y posibilidades de consumo.
“A lo largo de los últimos años, el gusto de los consumidores fue cambiando”, explica Luis Reyt, presidente de Cervecería Argentina Isenbeck. Y continúa: “Hoy hay muchas más variedades en el mercado y la constante apertura de cervecerías artesanales también ha fomentado nuevos modos de consumo. Eso nos llevó a buscar satisfacer esta necesidad creciente, con dos cervezas bien distintas y novedosas para Argentina, ambas con el sello de nuestra calidad. Y esto recién empieza: en el año habrá más lanzamientos”, cuenta. Ese sello de calidad es el que hace que toda la familia de cervezas Isenbeck respeten, por ejemplo, la emblemática “ley de la pureza alemana”, decretada originalmente en el lejano año de 1516, por la cual la cerveza se elabora utilizando sólo malta, agua, lúpulo y levadura, sin conservantes ni otros aditivos.
La Märzen, de un color ámbar intenso, es una cerveza de mucho cuerpo y aroma a malta, con una dulzura que se equilibra gracias a su amargor y que es perfecta para acompañar platos picantes o salteados al wok. La Dark respeta la tradición de las clásicas Bock alemanas, en una versión suave y disfrutable, donde resaltan los aromas a chocolate y café, logrados por el uso de malta tostada. Ideal para disfrutar de tarde o en una comida, junto con un plato a base de carnes, en este principio del invierno. Son cervezas distintas, con personalidad mundial pero siempre bajo una interpretación argentina. “La calidad es parte de la identidad de Isenbeck, desde la materia prima utilizada hasta la mano de obra, la tecnología, los procesos que llevamos a cabo, siempre buscando hacer la mejor cerveza posible. Y hoy lo demostramos con estos dos lanzamientos, cervezas destinada tanto a los conocedores como a los que se están iniciando en esto de probar nuevas variedades. Que las puedan disfrutar los expertos, pero que también las beban los que no están acostumbrados a sabores fuertes”, dice Gustavo Alvidez, gerente de calidad de la marca.
Como sucedió con el vino hace una década, hoy las variedades de cerveza amplían el universo de consumo con distintos aromas, sabores, estilos y colores. Una revolución que recién empieza.