Investigaciones: ¿Los antidepresivos alivian el síndrome premenstrual grave?
El trastorno disfórico premenstrual es una afección extrema y, a menudo debilitante, que puede ser difícil de controlar; qué dicen los recientes estudios sobre el tema
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NEW YORK.– El trastorno disfórico premenstrual (TDPM) es un tipo mucho más grave, pero menos común, del síndrome premenstrual (SPM) que puede ser difícil de diagnosticar. Se caracteriza por una serie de síntomas psicológicos y físicos (irritabilidad, desesperación, ansiedad, cambios en el apetito, letargo, problemas para dormir, hinchazón, dolor de cabeza) que pueden confundirse con otros problemas de salud, como el SPM normal, problemas de tiroides, depresión o trastorno bipolar.
No obstante, lo que distingue los síntomas del TDPM de esos otros padecimientos es el momento en el que se presentan y su gravedad, según Crystal Edler Schiller, profesora adjunta de psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte y directora adjunta de terapia conductual y ciencias reproductivas en el Centro de Trastornos del Estado de Ánimo de la Mujer de esa universidad.
Los síntomas del TDPM solo se presentan durante las dos semanas previas al inicio de la menstruación y se resuelven a los pocos días de su comienzo, explicó Edler Schiller. A diferencia del SPM, los síntomas del TDPM suelen ser tan graves que alteran la vida cotidiana. “Puedes pasar de sentirte como siempre a sentirte como si estuvieras mudando de piel, incómoda, irritable, sin poder funcionar con normalidad en situaciones sociales, en el trabajo y en casa”, aseveró. “Cuando está en su punto más grave, puede ser muy debilitante”.
A pesar de su gravedad, el TDPM “todavía se considera un diagnóstico marginal”, añadió la experta, porque solo en 2013 lo reconocieron como un trastorno, y no todos los proveedores de atención médica tienen experiencia al respecto o saben cómo detectarlo. “Muchas de nuestras pacientes dicen: ‘Me siento sola en esto’ o ‘Siento que estoy loca y nadie lo reconoce’”, señaló.
Para lograr un diagnóstico preciso, un profesional de la salud (por lo general un psiquiatra o un ginecoobstetra) te pedirá hacer un seguimiento y evaluar tus síntomas a diario durante dos o tres meses. En la clínica de Edler Schiller, “una vez que hacemos las calificaciones prospectivas, alrededor de una tercera parte de las personas que creen tener TDPM, en realidad, no lo tienen”, explicó. Por lo tanto, es fundamental trabajar con un médico experto antes de sacar conclusiones o planes de tratamiento.
Si ya identificaste que padeces TDPM, a continuación, presentamos estas opciones efectivas de tratamiento. Los antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), que se cree que tratan la depresión y la ansiedad al aumentar la disponibilidad de serotonina (el mensajero químico del cerebro), son algunas de las primeras opciones que sugieren los proveedores sanitarios.
Causas y tratamientos
Los científicos aún no determinan la razón por la que algunas mujeres desarrollan TDPM y otras no. Lo que sí saben es que el trastorno, que puede presentarse en cualquier momento de la edad reproductiva, es ocasionado por la fluctuación de hormonas durante los últimos 14 días del ciclo menstrual, llamada fase lútea, señaló Kristina Deligiannidis, directora de salud conductual de la mujer en el Hospital Zucker Hillside de Northwell Health, en Nueva York. “No sabemos si se trata de un descenso en el estrógeno durante la fase lútea o del aumento drástico de la progesterona”, añadió. “Pero podría ser una mezcla de ambas cosas”.
Ensayos clínicos amplios, aleatorios y controlados con placebo (los tipos de estudios más rigurosos) han descubierto que, si se toman dosis bajas de ISRS solo durante las dos últimas semanas del ciclo menstrual, es posible aliviar en gran medida los síntomas del TDPM. Por ejemplo, en un estudio publicado en 2005, los investigadores les pidieron a 373 mujeres con TDPM que tomaran una píldora durante los 14 días previos a la menstruación por tres meses: un grupo tomó 12,5 miligramos del antidepresivo paroxetina CR (Paxil-CR), un segundo grupo tomó 25 miligramos del mismo medicamento y el tercer grupo ingirió un placebo. De las 292 mujeres que completaron el ensayo, las de los grupos de antidepresivos toleraron los fármacos e informaron una reducción significativa de los síntomas del TDPM, sin grandes diferencias entre las dos dosis.
“Esto funciona muy bien siempre y cuando hagas un seguimiento de en qué punto del ciclo estás”, comentó Deligiannidis. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) aprobó la sertralina (Zoloft), la fluoxetina (Prozac) y la paroxetina (Paxil) para tratar el TDPM, pero numerosos ensayos con otros ISRS, como el citalopram (Celexa), el escitalopram (Lexapro) y la fluvoxamina (Luvox), también han demostrado sus beneficios.
La razón por la que estos antidepresivos son efectivos sigue siendo un misterio, dijo Deligiannidis. “Sabemos que los ISRS deben estar funcionando de manera distinta, en comparación a su actuación en los casos de depresión o los trastornos de ansiedad”, dijo y agregó que sus beneficios para esas afecciones pueden demorar semanas en dar resultados, mientras que en el caso del TDPM, los síntomas pueden aliviarse en días.
Si tienes TDPM y ya estás tomando ISRS, tu médico puede recomendarte que aumentes la dosis durante el período previo a la menstruación.
Alternativas
No todos los tratamientos funcionan para todas las personas pero, por suerte, hay otras opciones.
Anticonceptivos. Para quienes no responden bien a los ISRS o no quieren tomarlos, se ha demostrado que los anticonceptivos orales que contienen estrógenos y progesterona sintética alivian los síntomas. “El objetivo de usar un anticonceptivo oral es mantener los niveles hormonales estables día a día”, dijo Edler Schiller; sin embargo, las mujeres deben tomar la píldora de manera continua durante todo el mes (lo que significa saltarse las píldoras de placebo al final del ciclo menstrual) para que no experimenten una menstruación o el cambio de hormonas que desencadena sus síntomas.
Yaz es el único anticonceptivo aprobado por la FDA para el tratamiento del TDPM, pero Schiller afirma que otros anticonceptivos orales también pueden ser eficaces. Solo sería necesario recurrir al ensayo y error para determinar cuál es el indicado para ti.
Terapia cognitivo-conductual. Para quienes quieren evitar la medicación por completo, algunas investigaciones sugieren que la terapia cognitivo-conductual (TCC), una forma de terapia de conversación que se centra en reformular los pensamientos y comportamientos negativos, puede disminuir el TDPM y los síntomas del SPM. “Las investigaciones sobre la terapia cognitiva conductual son prometedoras”, afirmó Teresa Lanza di Scalea, psiquiatra especializada en la salud mental reproductiva de la mujer y miembro del cuerpo docente de la Facultad de Medicina Dell de la Universidad de Texas en Austin.
No obstante, hay que tener en cuenta que la TCC por sí sola no suele ser suficiente para aliviar los síntomas graves del TDPM. En estos casos, los médicos pueden recomendar combinarla con la medicación.
Cambios en el estilo de vida. Darle prioridad al ejercicio, mantener un horario de sueño constante y reducir el estrés en la medida de lo posible durante las semanas previas a la menstruación también puede ayudar, dijo Lanza di Scalea. “He comprobado que estos cambios en el estilo de vida, que si bien suponen un esfuerzo, pueden empoderar a las mujeres”.
Al igual que con la TCC, los cambios en el estilo de vida no pueden llegar a aliviar por sí solos los casos graves de TDPM, pero pueden complementar otros tratamientos
Calcio. También hay algunas pruebas limitadas que muestran que tomar ciertos suplementos, en particular el calcio, puede disminuir los síntomas del TDPM. Aunque es posible que los suplementos no funcionen en los casos graves, quizá valga la pena probarlos. “Si las mujeres no están tomando un multivitamínico con calcio, por lo general les digo que empiecen a hacerlo”, dijo Schiller sobre sus pacientes con TDPM.
Medicamentos inyectables. Si ninguna de estas opciones calma tus síntomas, tu médico puede sugerir un medicamento inyectable llamado acetato de leuprolida (Lupron Depot), que puede usarse para un propósito distinto al que marca su etiqueta para tratar el TDPM. Este medicamento, que puede administrarse una vez al mes o cada tres meses, impide que los ovarios produzcan estrógeno y progesterona, lo que a veces elimina los síntomas mensuales.
Para algunas mujeres, supone una “gran diferencia en cuanto al estado de ánimo y la capacidad de funcionamiento”, aseveró Schiller. El inconveniente es que tal vez no sea sostenible a largo plazo porque es caro (alrededor de 2000 dólares, o más, por inyección, dijo) y con frecuencia el seguro no lo cubre. También puede tener efectos secundarios como dolor de cabeza, fiebre y dolor muscular.
Cirugía. Si ya agotaste todos los demás tratamientos para el TDPM, tu última opción es extirpar los ovarios. Aunque es una medida extrema, comentó Schiller, muchas pacientes tienen éxito con esta cirugía.
“Es cuestión de encontrar un proveedor que trabaje contigo para determinar qué tratamiento es el apropiado para ti”, concluyó.
Por Rachel Rabkin Peachman
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