Investigación: los gemelos que pueden revelar por qué algunas personas son más propensas a ganar peso
Científicos de Finlandia evaluaron a hermanos durante 36 años para tratar de explicar el rol de la genética, el entorno y el estilo de vida en la predisposición a engordar
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MADRID.– El aumento de peso preocupa a muchas personas, mientras que muchas otras no engordan incluso con una vida sedentaria sin cuidar las calorías que consumen. Estas diferencias se han atribuido anteriormente a la genética, pero un grupo de investigadores de Finlandia encontró un nuevo enfoque para descubrir por qué algunas personas son más susceptibles a ganar peso que otras. La investigación, publicada en la revista Obesity, es la primera de su tipo en descifrar en un par de gemelos con grandes diferencias de peso entre sí cuál de los dos había adquirido un índice de masa corporal (IMC) desigual al destinado genéticamente.
El estudio, realizado por la Universidad de Helsinki, investigó durante 36 años la trayectoria del índice de masa corporal en gemelos que presentaban niveles inferiores o superiores a lo esperado según su genética, con especial énfasis en aquellos que mostraban una gran disparidad entre sí. El autor del estudio, Bram J. Berntzen, del Instituto de Medicina Molecular de Finlandia, afirma que este “novedoso enfoque” abre puertas para descubrir los factores que protegen o predisponen a las personas al aumento de peso. Además, asegura a Obesity, esta metodología puede ofrecer información valiosa sobre cómo mantener un peso saludable.
Jaakko Kaprio, genetista de Epidemiología Genética en la Universidad de Helsinki y coautor del estudio, explica que “un hallazgo clave” fue que el peso predicho basado en la genética a veces estaba más cerca del peso del gemelo más delgado, por lo que se puede considerar que el gemelo más pesado se desvía más de su disposición biológica. “Esto sugiere que hay razones ambientales para ganar peso que afectaron al gemelo más pesado, y estas pueden estudiarse más de cerca”, agrega el investigador.
El principal aporte de su trabajo, sostienen los autores, es que en estudios anteriores aplicados en gemelos con grandes diferencias de peso no habían establecido si el gemelo con mayor o menor IMC es el que se desvía más de la predisposición genética. Para esta investigación fueron examinados más de 3000 gemelos y mellizos finlandeses. El estudio comenzó en 1975 y fueron seguidos en 1981, 1990 y 2011, proporcionando una perspectiva única sobre cómo evolucionan los patrones de peso a lo largo del tiempo. Los investigadores descubrieron que el gemelo con un IMC más alto en 1975 tenía más probabilidades de desviarse por encima del IMC predicho, en comparación con el gemelo con un IMC más bajo, que tenía más tendencia a desviarse por debajo de la predicción. Esto apunta a una relación genética entre el IMC inicial y las tendencias de peso a lo largo de las décadas. Los individuos clasificados dentro o por encima de la predicción en 1975 mostraron patrones consistentes, alcanzando respectivamente sobrepeso y obesidad para 2011.
Según esto, descubrieron que algunas personas ya tenían en su infancia una predisposición genética a aumentar de peso más rápido, mientras que sus gemelos no. Una vez en la edad adulta, subirían de peso de la misma manera. Así, destacan la importancia de estudiar las razones por las cuales un niño puede engordar mucho más que los demás. Siendo así, el truco de comer todo lo que alguien quiera sin engordar, se esfuma cuando el individuo se convierte en un adulto. Jennifer Lovejoy, investigadora traslacional de la Universidad de Duke en Carolina del Norte, Estados Unidos, que no participó del estudio, considera valioso no solo enfocar la investigación a los gemelos con sobrepeso y se pregunta: “¿Qué protege a algunas personas para que veamos gemelos que son más delgados? No es del todo cierto que esté genéticamente determinado”.
En las últimas semanas, un docurreality de Netflix (Eres lo que comes) puso en la conversación global la posibilidad de usar a gemelos para estudiar los efectos de una alimentación dispar: omnívora o vegana. En el programa, en solo ocho semanas se notaban mejoras en la salud cardiovascular en quienes seguían la dieta vegana. Sin embargo, el programa televisivo tiene algunas flaquezas científicas apuntadas por especialistas, e incluso divergencias con los resultados publicados por los investigadores de la Universidad de Stanford en una revista científica.
Por eso, el mayor logro del estudio publicado en Obesity no son sus conclusiones presentes, sino la ventana de oportunidades que abre para próximas investigaciones. Al seguir esta metodología, los científicos explican que en el futuro se podrá estudiar a los niños desde que nacen hasta que llegan a la edad adulta, con el objetivo de comprender mejor los factores que provocan la obesidad y, así, encontrar fórmulas para combatirla. En palabras de Kaprio, gracias a este descubrimiento ahora es posible estudiar dos grupos diferentes, los que ganan peso y los que pierden peso por separado: “Esto puede ayudar a los investigadores a comprender cómo las personas mantienen un peso normal y cómo a veces no tienen éxito”. Y esto, a su vez, podría tener importantes implicaciones para estrategias de salud pública y tratamientos personalizados.
Por Verónica M. Garrido
©EL PAÍS, SL
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