Llega la época estival y, más que nunca, es hora de no olvidarse de tener un protector solar a mano. Es una cuestión de salud, pero para acceder a los mismos hay que abonar a partir de $500 según la marca que se elija. Y, generalmente, no basta un pote para cubrir todo el verano, menos aún si se trata de una familia numerosa. La protección se vuelve entonces una parte importante del presupuesto veraniego. Durante los últimos meses, se presentaron algunos proyectos de ley para que las obras sociales y prepagas incluyan estos productos en la cobertura médica.
De acuerdo a las recomendaciones de los especialistas, la dosis adecuada para el cuerpo promedio de un adulto es de 35 ml de protección, en tanto que para un niño es de 20 ml. Pero no basta con una única aplicación media hora antes de la primera exposición solar del día: es necesario que se replique cada hora y media o después de zambullirse en el agua o transpirar mucho. Si una familia sigue al pie de la letra las sugerencias médicas, con suerte un envase de 200 ml podría llegar a durar una semana.
En la última lista de precios cuidados difundida por el gobierno nacional se incluyeron dos productos de la marca Nivea que se diferencian según el grado de protección que brindan. El pote de 200 ml de protector solar Sun Protect & Hydrate FPS 30 cuesta $470, por lo que a lo largo de un mes una familia gastaría alrededor de $1500 si se protege de la manera más adecuada.
En estos días, se presentó un proyecto en la Cámara de Diputados bonaerense para solicitar que los distintos tipos de cobertura médica incorporen a los protectores solares dentro de sus prestaciones asistenciales. Esta vez se trató de un plan propuesto por la diputada Vanesa Zúccari (Juntos por el Cambio) y que alcanzaría al Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA), las obras sociales y las empresas de medicina prepaga instaladas en la provincia de Buenos Aires. El objetivo es conseguir algún tipo de descuento para este tipo de productos costosos.
Proyectos
La iniciativa busca que las obras sociales cubran los protectores "con factor 30 (FPS 30) o superior indicados a través de prescripción médica, de acuerdo a las especificaciones profesionales necesarias para cada tipo de dermis". "Coexiste conciencia en la comunidad médica internacional y argentina sobre las consecuencias negativas que tiene la indebida exposición al sol sobre la salud y la dermis, siendo la causa más común de cáncer de piel, entre otras enfermedades", dijo la legisladora a través de un comunicado de prensa.
"Acorde a la coincidencia médica referida sobre la protección de la piel, se deben entender a los protectores solares como un medicamento destinado a la prevención, tratamiento y cura de enfermedades", finalizó Zúccari. El proyecto de la legisladora se suma a al menos uno más que se presentó durante 2019 a nivel nacional y que tiene similares características. Es de autoría del legislador nacional por Buenos Aires, Fabio Quetglas.
Consultado por La Nación, el profesor titular de Dermatología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) Ricardo Galimberti opinó que "tal vez, lo mejor sería que las obras sociales cubrieran los costos en ciertos casos de cáncer de piel, de pacientes que tengan afecciones crónicas o casos particulares indicados por los especialistas, por ejemplo".