Inseguridad: aumentan las consultas psicológicas
Crece el número de personas que teme ser víctima de un delito; especialistas consultados por lanacion.com aseguran que el estrés provocado por la situación puede desencadenar diversos trastornos de ansiedad
El temor a ser víctima de un delito y la sensación constante de estar amenazado son algunos de los efectos que la ola de inseguridad puede provocar en la gente.
"Todas las situaciones de imprevisibilidad generan estrés en la población. En este momento, con la crisis de la seguridad, estamos recibiendo más llamados en los que se pide ayuda", indicó Enzo Cascardo, del Centro de Investigaciones Médicas en Ansiedad (CIMA).
Según el especialista, en momentos como estos muchas personas desencadenan trastornos de ansiedad. Esto genera una mayor demanda de atención sobre todo entre aquellos que son más vulnerables.
Entre los problemas psicológicos que pueden llegar a producirse se encuentran los ataques de pánico, el agravamiento de fobias específicas y el estrés por sobrecarga. El más frecuente de todos es el trastorno de ansiedad generalizada.
"Esto es independiente de que se haya sufrido un hecho de inseguridad. Los que sí fueron víctimas pueden llegar hasta la depresión, producto del síndrome de estrés postraumático", agregó Cascardo.
Este trastorno lo pueden sufrir tanto quienes fueron protagonistas de un hecho violento como sus familiares.
Consulta. "En los últimos meses vemos que los pacientes suelen referirse a los hechos de violencia durante la consulta", manifestó
De acuerdo con Cascardo, la situación de inseguridad afecta especialmente a quienes sobreestiman lo negativo, porque aunque no les haya pasado nada a ellos, están esperando que les pase.
Además, el especialista considera que a la situación de inseguridad hay que sumarles la incertidumbre causada por la crisis financiera mundial, y el estrés propio de fin de año, en el que la gente está cansada y esperando las vacaciones.
"Todos estos factores juntos hacen una tremenda ensalada de frutas que puede afectar a mucha gente", indicó.
Por su parte, Daniel Mosca, de la Sociedad Argentina de Psicotrauma, aseguró que aunque en los cuatro últimos años subieron los porcentajes de la cantidad de pacientes, el último semestre no se notó un incremente.
Preocupación. Sin embargo, expresó que nota una mayor preocupación por el tema, especialmente por el impacto de casos como los asesinatos del ingeniero Ricardo Barrenechea y del gendarme Roberto Centeno.
"No todo el mundo va a padecer estos trastornos de ansiedad. Verse afectado o no depende en gran medida de aspectos pretraumáticos que influyen, así como de determinados rasgos de personalidad", aseguró Mosca.
En su opinión, a raíz de la ola de inseguridad hay muchas personas que tienen temores específicos, como ser víctimas de un robo violento, pero para otros el miedo es más vago y generalizado. Tienen miedo de que les pase "algo", pero no pueden decir qué.
"Lo que está pasando ahora es que la inseguridad se generalizó. Ya no se la ve sólo en las noticias, sino que cada vez más gente conocida fue víctima de algún tipo de delito", expresó.
Esto genera que en muchas personas se desarrolle un "estado de hiperalerta", en el que todo el tiempo están esperando que algo malo suceda.
"Estar alerta está bien, pero si se está en hiperalerta constante, si uno ve enemigos en todos lados, no va a poder reconocer al enemigo real cuando lo tenga frente a la vista. Y así se aumenta la posibilidad de ser víctima", destacó Mosca.
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