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Iniciativa. Descubrí por qué ahora es el momento ideal para “criar” árboles

LA NACIONCristina Mahne
El Director de proyectos de la ONG Un árbol para mi vereda, Lisandro Grané, invita a los que tienen un espacio verde, y a los que no también, a ser creadores de bosques
El Director de proyectos de la ONG Un árbol para mi vereda, Lisandro Grané, invita a los que tienen un espacio verde, y a los que no también, a ser creadores de bosquesGentileza Un árbol para mi vereda

Un frasco, dos porotos, papel secante, algodón y esperanza. Con esos ingredientes, varias generaciones cocinaron la ilusión de crear vida verde. Pero estos días raros, con cuarentena y sin escuela presencial, son una oportunidad para reformular aquella clásica actividad de Ciencias Naturales de la primaria y generar naturaleza frondosa y duradera. No unos brotes aislados sino un árbol de verdad, y hasta un minibosque.

"Es el momento perfecto para hacer viveros hogareños, incluso sin tener más que un balcón: en apenas un metro cuadrado se pueden tener 100 plantines", propone Lisandro Grané, fundador de la ONG Un árbol para mi vereda. Cree que por clima y por el marco puertas adentro que determina el coronavirus, este mes es inmejorable para "sembrar y criar árboles que podremos plantar el año viene". Incluso, tal vez, en comunidad.

El eje de la organización Un árbol para mi vereda es motivar a los ciudadanos para que los espacios urbanos sean cada vez más verdes
El eje de la organización Un árbol para mi vereda es motivar a los ciudadanos para que los espacios urbanos sean cada vez más verdesGentileza Un árbol para mi vereda

Si no querés plantar futuros árboles, otra idea para sentirte igual de jardinero es llenar el balcón, la terraza o el jardín de herbáceas y plantines de huerta, con semillas que se pueden encontrar en cualquier vivero.

El eje de la organización Un árbol para mi vereda es motivar a los ciudadanos para que los espacios urbanos sean cada vez más verdes. Por eso ofrecen gratuitamente talleres para comprometer a los habitantes de las ciudades con el cuidado y el riego de los futuros árboles, encuentros que pronto esperan volver a convocar con sus esperados cierres de plantaciones masivas, codo a codo. Los asistentes muy mayores, los muy chiquitos y los que prefieren ver la pala desde lejos no se van con las manos vacías: cada capacitación culmina con una siembra de semillas en macetas para que todos se lleven un arbolito para criar.

"Los invitamos a que adopten ese ejemplar, lo cuiden y luego lo planten donde sea necesario", explica Lisandro. Un círculo virtuoso, verde y portable.

Otra de las acciones que lleva adelante Un árbol para mi vereda es la venta de un kit solidario que incluye todo lo necesario para aprender a cultivar árboles nativos
Otra de las acciones que lleva adelante Un árbol para mi vereda es la venta de un kit solidario que incluye todo lo necesario para aprender a cultivar árboles nativosGentileza Un árbol para mi vereda

Nativas y frutales

La próxima acción colaborativa de esta ONG está prevista para el último fin de semana de agosto, en un barrio de la localidad bonaerense de Escobar. Desde allí un grupo de vecinos que viven en una zona que era campo y ahora se loteó en 70 terrenos los convocó para recibir orientación en el plantado de frutales.

"Aceptamos la tarea y les propusimos, además, que foresten con árboles autóctonos. A cada vecino le llevaremos un árbol nativo para el frente y un frutal para el fondo como mínimo. Esta actividad será con costo –aclara– porque tenemos que solventar los árboles, el flete, la tierra abonada, tutores, regaderas, protección antihormigas y el plantado en sí".

Entre las nativas, llevarán tala, algarrobo blanco, molle, chañar, espinillo, cedrón del monte, ceibo, sauce criollo, palo amarillo, tarumá, aliso de río e higuerón. "Son árboles típicos de los bosques de barranca y de la selva marginal del delta", explica Grané.

Además, les acercarán plantas de mandarina, pomelo, naranja, limón, quinotos, durazno, damasco, ciruela, pelón, cereza y guinda.

Dado el contexto de cuarentena, esta plantación se hará de modo individual, no colectivamente.

Kits con semillas

Otra de las acciones que lleva adelante Un árbol para mi vereda es la venta de un kit solidario que incluye todo lo necesario para aprender a cultivar árboles nativos. Viene en un tubo de cartón biodegradable que funciona a su vez como dos macetas. En su interior alberga 8 semillas de distintas variedades de árboles del Río de la Plata, sustrato de siembra (tierra fertilizada) y un manual de instrucciones paso a paso, para acompañar la germinación y el crecimiento de los ejemplares.

"Invertimos lo recaudado –sostiene el Director de proyectos– en acciones de concientización y campañas educativas". Más allá de su costado solidario, proponen este kit de siembra como una herramienta para todos los que quieran regalar a otro (o a sí mismos) la oportunidad de aprender a cultivar árboles.

Uno de los programas donde aplican lo recaudado se llama Juntos somos un bosque. "Cada uno trae a espacios públicos un árbol nativo que esté criando a partir de los talleres que hemos dado, y organizamos un festival de plantación. Hay música en vivo, entretenimientos, juegos y entre todos plantamos esos árboles", cuenta Grané, cruzando los dedos para que la cuarentena se flexibilice y vuelvan a tener permitido el congregarse para esta tarea comunitaria.

"En CABA tenemos un montón de pedidos y –dice Lisandro– nos salimos de la vaina". Qué mejor destino que ese para una semilla ansiosa por convertirse en árbol.

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Por Cristina Mahne
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