Informe del Banco Mundial: el impacto que tuvo en el aprendizaje el cierre de las escuelas en la Argentina y el caso exitoso de una provincia
La entidad internacional destacó la estrategia educativa que desarrolla Mendoza desde la pandemia y los resultados obtenidos en comprensión lectora
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MENDOZA.– Los efectos de la pandemia en la educación básica de niños y adolescentes, en un sistema que venía en crisis, no deja de reportar datos alarmantes en la Argentina en un aspecto clave: la comprensión lectora. Por eso, la decisión de Mendoza de promover la presencialidad en las aulas mientras el país permanecía en aislamiento por el Covid-19 fue una jugada clave para los expertos.
A pesar del largo camino que queda por recorrer en la materia, en Mendoza esa estrategia permitió apuntalar los aprendizajes de los estudiantes. Así lo demuestran los resultados de un trabajo de investigación internacional. Se trata de “Gestión con Evidencia: Fluidez Lectora y Alfabetización. La experiencia de Mendoza, Argentina”, desarrollado por el Banco Mundial.
El organismo realizó una valoración de los resultados de las tres aplicaciones anuales del Censo de Fluidez Lectora desde el 2021, las cuales muestran “importantes hallazgos y respaldan los avances conseguidos”. Así, destacan que durante 2022, el 59% de los estudiantes de nivel crítico avanzaron de nivel. “Es un avance mayor al esperado de acuerdo con parámetros nacionales e internacionales”, definieron desde el organismo.
También, durante 2022, se redujeron las brechas de resultados por vulnerabilidad, ámbito, gestión y género. Asimismo, tanto en 2021 como en 2022, la asistencia a clases de los estudiantes estuvo estrechamente relacionada con las mejoras en la fluidez lectora, reiterando la importancia de la presencialidad y la apertura de escuelas para el aprendizaje, señalaron desde la entidad internacional.
“La presencialidad siempre es mejor que la virtualidad. El aprendizaje sucede en las escuelas y en el aula. Por eso, nos centramos en Mendoza, en ver cómo han avanzado en los últimos años y cómo ha repercutido en los estudiantes. Apoyamos a los sistemas educativos que están haciendo cosas que nos orientan hacia donde debemos. Y es Mendoza la que está logrando lo que se propuso: que los estudiantes aprendan a leer”, dijo María José Vargas, economista de la práctica global de educación del Banco Mundial, durante la exposición que realizó este martes en el Auditorio Margarita Malharro de Torres, en la Legislatura provincial.
Desde la entidad financiera mundial también ponderaron la expansión del Censo de Fluidez Lectora, que en 2022 alcanzó 270.000 estudiantes en cada aplicación, y la aprobación de la Ley Provincial de Alfabetización (Ley 1.438), que institucionaliza el censo y su uso para la mejora de la calidad y equidad educativa.
Durante este proceso, el equipo técnico del Banco Mundial ha brindado apoyo técnico a la provincia para fortalecer el censo como una herramienta efectiva de evaluación formativa para la mejora de los aprendizajes, destacando su aporte importante a la generación de evidencias en políticas públicas de recuperación de aprendizajes que muestra un camino importante a los sistemas educativos nacionales, regionales y globales.
De acuerdo con el estudio, en sintonía con la mayoría de los sistemas educativos del mundo, Mendoza está afrontando “tareas monumentales” para recuperar los saberes de los chicos. “En la Argentina, la crisis de aprendizajes precedía a la pandemia y se agudizó con el cierre de escuelas”, indican los especialistas del Banco Mundial, en referencia a las pruebas nacionales Aprender, las cuales mostraban que en 2018 uno de cada cuatro estudiantes de 6to grado de Argentina, y de Mendoza, registraba desempeños básicos o por debajo del nivel básico en Lengua.
“Durante la crisis sanitaria causada por el Covid-19, a nivel nacional las escuelas estuvieron cerradas, en promedio, cerca de un año escolar. Mendoza fue una de las provincias con menos tiempo de cierre que el promedio nacional. Como resultado, entre 2018 y 2021 se triplicó la proporción de estudiantes por debajo del nivel básico de desempeño en Lengua en Argentina, y se amplió la brecha entre estudiantes pertenecientes a los menores niveles socioeconómicos”, indican en el informe.
En este sentido, valoran la respuesta del sector educativo mendocino. “Estuvo a la altura de los mejores sistemas del país, la región y el mundo”, reconocen en el organismo internacional, que puso sobre la mesa las principales acciones positivas que tomó la provincia cuyana.
Mejores prácticas
En el Banco Mundial entienden, primero, que el aceleramiento del retorno a la presencialidad “ha estado en línea con las mejores prácticas a nivel global”. Asimismo, consideran que se diseñó un operativo de evaluación diagnóstica de fluidez lectora que brindó información oportuna y pertinente para conocer el estado de los aprendizajes de cada estudiante. En tercer lugar, destacan que el operativo “se enfocó en la evaluación de la fluidez lectora que, según muestra amplia evidencia, es una habilidad clave para el éxito de las trayectorias educativas”. En cuarto lugar, ponderan que al utilizar esa información, “se diseñaron e implementaron intervenciones orientadas a aquellos estudiantes que más necesitaban de apoyo para recuperar sus aprendizajes, convirtiéndolo en una herramienta compensatoria equitativa”. Por último, entienden que las intervenciones realizadas “están en línea con las aplicadas en sistemas exitosos, tales como lecciones estructuradas, acompañamiento pedagógico y horas adicionales enfocadas en lectoescritura”.
En la primera medición, realizada en abril de 2021, tras observar que había 23% de los estudiantes con un nivel crítico de alfabetización, se evaluó a una muestra representativa de alumnos de 4º y 7º grado de nivel primario, así como de 1º año de nivel secundario, lo que alcanzó a aproximadamente 75.000 estudiantes. Sin embargo, en 2022 se destinaron los recursos necesarios para que el operativo fuera censal y se pudiera medir a todos los estudiantes desde 2º grado de primaria hasta 5º/6º año de secundaria. Una vez establecidas las condiciones, se obtuvieron 275.000 registros en la primera medición y se censaron a 293.000 estudiantes en la última medición.
“En cuanto a comprensión lectora y alfabetización, le estamos encontrando la vuelta a un problema que aqueja a todo el mundo. En la Argentina le echamos la culpa al mensajero, pero hay que aprender de los errores. Si no hay una evaluación formativa para aprender no mejoramos. El aprendizaje ocurre en el aula, con el estudiante y con un docente formado. Esas fueron las máximas del plan que arrancamos hace 8 años, donde hicimos foco también en los sectores vulnerables”, expuso José Thomas, titular de la Dirección General de Escuelas (DGE).
Además, destacó el camino realizado con la alfabetización inicial y la evaluación diagnóstica de fluidez lectora. “Ya en el 2022 nos animamos en serio a evaluar, con 800.000 registros de lectura en un minuto, nominal, con el detalle de cómo es la trayectoria real de cada uno de nuestros estudiantes”, ponderó el funcionario. “El objetivo es que entre cada ‘pesada de vacas’ los chicos aprendan”, completó Thomas, previo a la presentación de Vargas.
“Es importante entendernos, comprendernos. Las habilidades de lectoescritura temprana son los pilares de las habilidades más complejas. Se tienen que desarrollar esas habilidades básicas para comprender los textos, se tienen que enseñar explícitamente. Por eso, la fluidez lectora es un medio para alcanzar el fin de la comprensión lectora. Es más, cuando hay rezagos tempranos, persisten en el tiempo”, sumó Vargas.
La economista destacó el compromiso de Mendoza en la materia. “La provincia trató la crisis educativa como la emergencia que era, asegurando la prestación del servicio, generando diagnósticos, priorizando recursos, haciendo manejo de casos, acompañando y enseñando a leer, y no dejando de lado la prevención temprana”, resumió.
Por eso, desde el Banco Mundial ponderan que Mendoza, a diferencia de otras ciudades argentinas y países de América Latina ahora cuenta con más herramientas de evaluación. “No es poco, es un cambio, en un sistema que toma años tener. Es una capacidad para diseñar e implementar políticas educativas, con la mentalidad del uso del resultado de aprendizajes para la gestión”, comentó la especialista.
Y completó: “Mendoza se sigue comprometiendo con la alfabetización inicial. Es una receta con muchos buenos ingredientes. Sin dudas, una apuesta a largo plazo por la alfabetización inicial es clave: tiene que haber un compromiso para que los estudiantes tengan resultados satisfactorios”.
Durante todo el proceso emprendido por Mendoza, también se hizo un análisis de las lecciones que ha dejado la experiencia. Así, tanto la DGE como el Banco Mundial consideran que la fluidez lectora no es un problema de los primeros grados de primaria, sino que puede persistir en la trayectoria en grados avanzados, incluso hasta secundaria. “Así lo demuestran los resultados de la evaluación aplicada a estudiantes de secundaria, donde alrededor del 20% de los estudiantes en cada año de secundaria presentan niveles críticos de fluidez lectora, rezagos con los que avanzan a lo largo de su paso por la escuela y los limita para continuar aprendiendo”, indican desde el Gobierno escolar mendocino.
También dejaron en claro, una situación determinante. “Los resultados de aprendizaje pueden modificarse en el corto plazo, aún en un contexto adverso y con recursos limitados. Los resultados presentados ponen en tela de juicio la creencia generalizada de que los cambios en los aprendizajes solo pueden verse en el largo plazo. Aun en un contexto de crisis y limitados recursos, la voluntad política informada con datos relevantes y oportunos, y un trabajo colaborativo con docentes, es posible lograr resultados”, concluyeron.
Más allá del informe del Banco Mundial, durante las primeras mediciones del 2023, el Censo de Fluidez Lectora muestra mejoras por tercer año consecutivo, con una formación permanente de los docentes en los programas. Así, esta política educativa, que se inició hace ocho años, sigue dando frutos: en marzo y abril se censaron más de 300.000 estudiantes y se encontró una mejora del 14% con respecto de marzo de 2022, según resultados preliminares.
Es más, tras analizar los casos de estudiantes con desempeño crítico en 2022, la mejora es de 45%. “Esto es un logro significativo tanto para el sistema educativo como para estudiantes. También es importante destacar que hubo una mejora de 25% en 3º grado, y focalizando en estudiantes con desempeño crítico de ese curso, la mejora aumenta a 40%”, indicaron desde el Ejecutivo mendocino.