Infecciones respiratorias, una amenaza latente en la infancia
Las neumonías por neumococo causan unas 500 muertes al año en chicos; algunas pueden ser prevenidas con vacunas, otras no
La muerte de Blanca Vicuña Ardohain, ocurrida ayer como trágico desenlace de una neumonía, señala los riesgos que aún hoy suponen las infecciones respiratorias invasivas en la infancia. En la Argentina, todos los años, la neumonía por neumococo causa 500 muertes en menores de 5 años, lo que llevó a incluir la vacuna que previene contra los serotipos más comunes de esta bacteria en el calendario vacunatorio oficial. De los virus, el sinicial respiratorio acapara el 80% de los casos de enfermedad respiratoria invasiva viral, y para éste no existe vacuna.
Incluso, a veces, pueden ser varios los agentes infecciosos que afectan a un mismo paciente. En el caso de Blanca, se comentó que habría sido afectada por dos bacterias. "Es raro que se combinen dos bacterias distintas; lo que sí suele ocurrir es que una infección viral, generalmente por sinicial o influenza [gripe], luego se sobreinfecte con una bacteria, como el neumococo u otros gérmenes agresivos", comentó la doctora Liliana Vázquez, de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica.
La especialista señaló que a veces es incluso más grave la respuesta del organismo ante la infección que la infección misma. "En los casos de infecciones muy agresivas la muerte generalmente sobreviene dentro de las 24 a 48 horas, pero cuando ocurre más allá de ese período suele deberse a la respuesta inflamatoria del organismo, llamada distrés respiratorio", explicó.
El distrés respiratorio impide la correcta oxigenación de órganos vitales, y puede ser aún más difícil de controlar que la infección. "Además, la respuesta inflamatoria es diferente en cada paciente, y es imposible de prever", dijo Vázquez.
Del lado de la prevención, existe un puñado de medidas que reducen el riesgo de contraer las infecciones. "Evitar el contacto con personas con cuadros de infecciones respiratorias, ventilar los ambientes y lavarse las manos son las principales -dice Pablo Bonvehí, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología-. En cuanto a vacunas, son muy importantes la de la gripe, la de la tos convulsa y la del neumococo."
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