Impensado: el Mundial terminó, pero la demanda de figuritas y la fiebre por llenar el álbum no cesa
En los kioscos y puntos de intercambio se siguen juntando cientos de personas; hay quieren completaron más de una colección
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Julián Gomelli tiene 13 años y le parece incomprensible el planteo de su mamá, cuando él le avisa que se va al kiosco a comprar o a cambiar figuritas: “¡Pero el Mundial ya terminó!”, le dice Romina. Julián le explica que la pasión por completar el álbum sigue igual, ahora más que nunca. “Estoy completando el segundo álbum. Me falta poco, voy bien”, explica. Como ya no tiene colegio, se junta en la esquina del kiosco, en Caballito, para intercambiar. O si no se va al Parque Rivadavia. Julián es parte de un fenómeno que les resulta sorprendente a madres, kiosqueros e incluso a quienes producen las figuritas. A seis meses del lanzamiento del álbum que compendia a los jugadores de las selecciones de todos los países, y a tres semanas de que haya terminado el torneo de fútbol, lejos de decaer la demanda, hay un nuevo pico de venta.
“Es que no es cualquier álbum. Este es el álbum de Argentina campeón, de Messi, del Mundial que ganó la Argentina. Entonces, hasta los que antes se resistieron a juntarlo ahora lo quieren completar”, explica Ernesto Acuña, vicepresidente de la Unión de Kiosqueros de la República Argentina. Un fenómeno que hace que en el local que tiene Acuña en Olazábal y Andonaegui, en Villa Urquiza, todas las tardes, entre las 18 y las 20, se junten unas 100 personas para intercambiar figuritas. “Esto es impensado. El Mundial terminó, pero las figuritas se siguen vendiendo. Antes era solo los fines de semana que venía gente. Ahora, todos los días. Es más: pasan autos y ven que hay un tumulto, paran, preguntan si están cambiando, bajan y se unen al intercambio”, cuenta Acuña, entre asombrado y divertido por la fiesta posmundial que no se extingue.
No es el único kiosco en el que ocurre. Algo parecido relata Diego Laufer Cabrera, que tiene un local en avenida San Martín al 1200, en la zona del Cid Campeador. “Sigue la demanda pos-Mundial. Hay varias razones: entre ellas, los problemas de stock que hubo al comienzo y que logramos resolver. Recién en octubre los kiosqueros logramos que Panini nos venda de forma directa para abastecer los pedidos”, explica. Esto hizo, según estima, que muchos abandonaran su álbum y le retomaran después; también, que otros empezaran a llenarlo más tarde. Y en tercer lugar, que los que habían comprado solo unos cuantos sobres de figuritas se decidieron a reiniciar la colección una vez que Argentina se había garantizado el título.
Julieta Barbera tiene 12 años. Pasaron varios meses desde que le regalaron el álbum hasta que logró avanzar bastante con sus figus. “Empecé en octubre. Al principio compré cinco sobres y fui intercambiando en el colegio. Después paré porque no lograba conseguir. Cuando empezó a haber, compré bastantes y fui cambiando las repetidas en el colegio. Ahora estoy comprando más; ya completé más de la mitad, voy bien. Como estoy de vacaciones, las repetidas las voy a intercambiar al Parque Centenario”, relata.
Paulo tiene 13 años y está a punto de alcanzar la gloria. Solo le falta una figurita para llenar el álbum. “Lo empecé en octubre, pero después de que ganamos, ya teniendo Argentina completo, me dispuse a terminarlo. Ahora me queda solo una figurita, la sigo buscando, no comprando sobres, sino intercambiando. Como ganamos el Mundial me dije que no lo iba a dejar por la mitad. El sábado pasado fui a intercambiar, pero me olvidé de la última que me faltaba, que es la número 13, de Marruecos, y estoy viendo de conseguirla”, dice.
Matices
Pasadas las 19.30, en la esquina de Olazábal y Andonaegui, la fiebre del Mundial revive. Y no son solo chicos los que concurren. Hay padres y hay adultos sin hijos que llegan en busca de esas figuritas que les faltan. “Hay un muchacho que ya completó el quinto álbum –revela Acuña–. Acá somos un kiosco referente. Los vecinos saben que les conseguimos las figuritas que les faltan y muchos vienen a vendernos sus repetidas. Es muy lindo lo que se sigue viviendo”.
Pero no todos los coleccionistas apuntan a llenar el álbum. Algunos quieren tener ciertas colecciones, como todos los jugadores de Argentina, todos los escudos o todas las grandes figuras de este Mundial.
“Gran parte de las infancias pidieron el álbum para Navidad y para Reyes, o incluso se venden muchos paquetes de figuritas como regalo. Por ahí compran 20 o 50 paquetes, que sale menos que los juguetes con licencia oficial”, sostiene Laufer Cabrera. En su kiosco de Caballito, por ejemplo, lanzó una promoción para Reyes: “Con la compra de 10 paquetes, te llevás dos de regalo”, reza un cartel en la vidriera.
Desde Panini dicen que la demanda, desde mediados del Mundial, fue bajando por el hecho de que una gran parte de los coleccionistas comenzó a completar su álbum. “Luego de finalizado el evento, la curva de la demanda siguió su curso sin alteraciones, como lo teníamos previsto. Sin embargo, mientras haya demanda seguiremos abasteciendo el mercado. Aún se siguen distribuyendo sobres de figuritas e inclusive álbumes”, aclaran.
Aunque los que comenzaron a juntar después de que Argentina salió campeón según Panini no son la mayoría, “hay muchos que se decidieron a empezar finalmente a coleccionar debido al título obtenido”, apuntan.
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