Ignacio Escolar, director de eldiario.es: "Hay que contar dos crisis: la sanitaria y también la económica de la informalidad"
Ignacio Escolar es uno de los periodistas más lúcidos y comprometidos de España. Director del influyente eldiario.es (que combina un modelo gratuito con la suscripción digital) y en situación personal de aislamiento social -estuvo con síntomas hace algunas semanas- cuenta cómo viven la cuarentena de coronavirus en uno de los países más castigados por contagios y muertes (a hoy ya suman más de 13.000).
En una entrevista con LA NACION, el directivo (también colaborador de The Washington Post e hiperactivo en Twitter) habla sin filtro de cómo la pandemia afectó el funcionamiento del periódico que hoy se gestiona por videoconferencia, de la crisis económica que afecta también a los medios de comunicación y de dónde dirigir las prioridades a la hora de contar la noticia.
¿Cómo se vive la pandemia en España en el lugar de director de un medio periodístico?
Es una situación tremendamente difícil por varios motivos. En particular en la redacción de eldiario.es hemos tenido varios casos de contagios, incluso yo he pasado la enfermedad. Afortunadamente ninguno ha estado grave. En la redacción de Madrid tuvimos el virus uno de cada cuatro integrantes, un porcentaje altísimo. Es que el virus es muy contagioso y llegó a nuestras oficinas mucho antes de que nos fuéramos todos a teletrabajar. Físicamente se puede ver dónde estaba el contagio solamente mirando nuestras mesas de trabajo. Los que estamos en la mesa central de dirección nos contagiamos más y los que estaban en secciones más separadas de este espacio físico no se vieron tan afectados. Es decir que fue por el espacio físico el contagio, aunque no sabemos quién fue el primero. El primer problema es que vivimos esto con más bajas que lo habitual y con la incertidumbre de estas circunstancias. Hoy se ha muerto el abuelo de uno de nuestros periodistas. Hay tantas muertes y enfermos que es inevitable que algunos sean bien cercanos a nuestra vida.
¿Cómo le pega la crisis económica vinculada a la pandemia a la particular crisis de la industria de los medios?
Estamos en una situación de incertidumbre porque esto ha hundido los ingresos publicitarios de toda la prensa en España y los nuestros también. Afortunadamente nosotros tenemos un modelo mixto de ingresos por socios y lectores y estamos capeando relativamente bien la situación con la gravedad que tiene.
En la redacción de Madrid tuvimos el virus uno de cada cuatro integrantes, un porcentaje altísimo
Y de qué manera afecta el trabajo de los periodistas en el día a día...
La parte informativa es un reto importante porque estamos todos teletrabajando y llevamos así casi un mes. Desde entonces todos trabajan desde la casa y nos organizamos por videoconferencias y grupos de Telegram. Es una complejidad añadida por lo que implica trabajar así y también por el factor psicológico de trabajar desde casa sin pausa. Es una situación agotadora porque no se rompe la rutina del día entre trabajar y no hacerlo, y porque estás toda la jornada en el mismo lugar.
¿Cuáles son las principales desventajas que tiene para el periodista trabajar de manera remota?
Lo más complicado es tener a la gente motivada, porque la organización está funcionando bastante bien. Ya teníamos un programa piloto de teletrabajo en la redacción y estábamos entrenados. Un día a la semana casi todos hacíamos nuestra tarea desde casa. Pero es muy complicado porque la gente se estresa, hay personas que viven solas y la pasan mal o se deprimen. Lo más difícil es gestionar la parte humana de la gente en una situación así, con el añadido que supone ver tantos muertos y enfermos. Y el encierro. Estamos intentando que los redactores y jefes no se "quemen", porque la primera semana ha sido un atracón de trabajo con la sensación de estar viviendo un momento histórico, no solo por la pandemia global sino por la situación excepcional de España y de Madrid.
Es como el cuento del lobo: tantas veces alertó la OMS de que venía el lobo y cuando al final el lobo vino de verdad ni la propia OMS se lo tomó tan en serio como debía
¿Por qué España es uno de los países más afectados por la pandemia?
España e Italia lideran el ranking europeo por un motivo: son dos países que tuvieron contagios mucho antes de que fueran oficiales. De lo contrario no se explica la manera en que se ha disparado la enfermedad. Hace relativamente poco descubrimos que hubo un paciente que murió el 13 de febrero en Valencia, que en principio no se sabía que había fallecido de coronavirus y al final se confirmó. Es un caso muy anterior a los supuestos primeros muertos del país y solo se explica si el número de muertos y contagios empezó a darse mucho antes de las cifras oficiales. Cuando pensamos que había 100 contagiados la verdad es que el número era mucho mayor. Es verdad que el gobierno español y el italiano pagaron la novatada de ser los primeros infectados de manera masiva después de China. Y que el resto de los países han podido aprender de los errores de nuestro gobierno y el italiano a la hora de tomar medidas drásticas antes y después. La curva en nuestro país en los últimos días es bastante buena, están bajando todos los indicadores, sobre todo el de fallecimientos diarios. Los errores del gobierno existieron y fueron muchos, pero los contagios se han dado mucho antes de las primeras detecciones. También hemos descubierto con la pandemia la estrecha relación que tiene España con Italia, mucho más cercana que con Portugal. No éramos conscientes de la cantidad de intercambio que tenemos, con más de 20 vuelos diarios. Es decir que son dos países muy conectados y, por esa razón, se disparó tan rápidamente el número de infectados.
España e Italia lideran el ranking europeo por un motivo: son dos países que tuvieron contagios mucho antes de que fueran oficiales
¿Cuáles fueron los principales errores del gobierno español para hacer frente a la pandemia?
Hubo errores evidentes, probablemente porque si mirás la evolución de las decisiones ha sido siempre siguiendo la línea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada día. Pero la propia entidad infravaloró o infradimensionó las consecuencias de la pandemia posiblemente por la sobrealarma que se había generado con la gripe A y el SARS. Es como el cuento del lobo: tantas veces alertó la OMS de que venía el lobo y cuando al final el lobo vino de verdad ni la propia OMS se lo tomó tan en serio como debía. Si repasás las declaraciones de uno de los portavoces de salud en España y experto en la pandemia, Fernando Simón, y lo comparás con lo que decía en febrero, claramente falló. Hablaba de que había pocos contagios, de que había que intentar mantener la calma. Pero decía exactamente lo mismo que la OMS. ¿Hubo errores? Sí, pero es esa combinación de errores con los contagios prematuros lo que explica la enorme difusión de la pandemia en España e Italia.
En tu columna titulada "Lo que nos hace humanos" decís que en las peores crisis lo mejor y lo peor de los humanos sale a la luz. ¿Por qué?
Porque estamos viendo las dos caras. Me tiene sorprendido la enorme solidaridad de la gente, los aplausos a los médicos. La inmensa mayoría de la población está siendo muy escrupulosa con el cumplimiento de la cuarentena y el confinamiento. Y al mismo tiempo aparecen los que se escapan hacia centros de veraneo porque empieza la Semana Santa, los que intentan saltar los controles policiales, o el médico que robaba barbijos en un hospital para venderlos al mercado negro. Es decir que aparecen episodios de egoísmo, del mala voluntad, pero enormes ejemplos de solidaridad.
En nuestro caso hemos intentado evitar los adjetivos exagerados. Está muy dura la realidad como para además estar exagerándola con nuestros titulares. Y al contrario hemos buscado contar siempre alguna historia de esperanza
Cómo hacemos en los medios para rescatar los aspectos positivos que puede dejar una crisis como la que se está viviendo a escala global...
Siguiendo de cerca a los lectores. Lo que nos piden es "danos buenas noticias", obviamente las que sean verdad. Nosotros tenemos una relación muy directa con nuestros suscriptores, incluso ahora estamos haciendo contacto vía teleconferencia porque nuestros ingresos dependen de ese vínculo. Y lo que nos dicen casi todos es que no pueden digerir tantas malas noticias. Por eso intentamos contar lo que pasa -que no es agradable- y también encontrar las historias humanas que te reconcilian con tu sociedad porque los lectores lo valoran muchísimo. En nuestro caso hemos intentado evitar los adjetivos exagerados. Está muy dura la realidad como para además estar exagerándola con nuestros titulares. Y. al contrario. hemos buscado contar siempre alguna historia de esperanza. El confinamiento es un padecer generalizado en todo el país, por eso buscamos hacer nuestro trabajo con responsabilidad. Estamos con niveles de audiencia altísimos, inéditos, las más altas de radio, TV e Internet en la historia.
¿Estás de acuerdo con el sistema de conferencias de prensa que implementó el presidente del gobierno a través de videoconferencias?
Esta semana se modificó. Fue un error cómo organizaron las ruedas de prensa desde Moncloa. Hay un grupo de medios que estamos allí haciendo cobertura de gobierno desde siempre. Y cuando llegó el aglutinamiento aparecieron las preguntas de medios que antes no estaban. Y con el esquema de videoconferencia esto no está mal porque reduce las distancias para medios que de lo contrario no podrían preguntar. Buscaron un modelo que era equivocado, no por sumar a medios pequeños, regionales o internacionales sino porque permitía al gobierno seleccionar las preguntas en lugar de dejar que un periodista preguntara lo que quisiera. Era el secretario de Estado de Comunicación el que miraba las preguntas, elegía, las leía y las respondía el presidente. Es completamente irregular que un gobierno conteste las preguntas que quiera responder y no ser los periodistas los que pregunten lo que deseen. La otra irregularidad era que los periodistas tenían que preguntar antes de que se iniciara la rueda de prensa, es decir que no sabían sobre qué preguntaban, no podían interrogar ni siquiera sobre los anuncios realizados después. Ahora cambiaron el modelo y hay dos rondas de preguntas: las de los medios que tradicionalmente tienen acreditados en la Moncloa en orden alfabético y luego entre todos los demás medios se hace un sorteo que, si salís elegido, luego durante tres días no podés volver a preguntar. Es un buen modelo, el primer día salió mal por problemas técnicos de los propios periodistas.
Con el Parlamento cerrado la función de la prensa de vigilancia del poder es mayor
¿Por qué las conferencias de prensa son importantes en una crisis sanitaria como la que estamos viviendo?
No hay que olvidar que estamos ante el primer estado de alarma en los últimos años. Pero es la primera vez en la historia que este recurso constitucional diseñado para situaciones graves y de excepción se pone en marcha. Entonces, con el Parlamento cerrado la función de la prensa de vigilancia del poder es mayor. Este error del gobierno a la hora de gestionar las conferencias de prensa ha sido capitalizado de manera excesiva por la derecha de mi país. España es un estado federal donde las competencias de sanidad las tienen las autonomías regionales no el gobierno nacional. Y la región más afectada es Madrid, cuyas autoridades llevan un mes sin dar conferencias de prensa. Desde el día 13 de marzo no hubo ninguna, ni siquiera del consejero de sanidad. Ver al PP criticar el formato de las conferencias de prensa de la Moncloa cuando en su gobierno en Madrid no lo hace, es de un absoluto cinismo.
¿Qué le recomendarías en este momento a los colegas a la hora de enfrentar esta cobertura informativa sin precedente?
Una información bien útil en este momento es la información práctica y de servicio, bien relevante en este instante que cambia tu vida y la de las personas que te rodean. Nunca antes en la historia nos hemos encontrado con un suceso que provocara tanta mutación en la vida de nuestras audiencias. Contábamos cosas importantes, pero nunca una de tal incidencia y continuidad en el tiempo. Por esa razón la información muy práctica es la que mayor interés genera. Y también hay que contar dos cosas en simultáneo: la crisis sanitaria y la económica, sobre todo de los que están en la informalidad, que es uno de los colectivos que peor la está pasando en la pandemia.
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