Hurones, erizos y dragones barbudos, las nuevas mascotas
Son pequeños y silenciosos, pero no baratos; algunos son más dependientes que un perro
Nicolás llega temprano a su departamento de Belgrano, deja su bolso y saluda a su gato. Luego entra en su dormitorio para saludar a su segunda mascota. Fidel, una pitón de un 1,30 metros, sale por debajo de una piedra y se empieza a deslizar rápidamente por toda la pecera.
Víboras, hurones, pogonas, erizos africanos, iguanas y loros componen la lista de animales legales no tradicionales que muchas personas -aficionados o simplemente, amantes de los animales- eligen como mascota. Los profesionales recomiendan capacitarse y acatar todos los cuidados específicos que éstas necesitan.
"La compré de chiquita para ver todo su crecimiento. La víbora es una de las mascotas más fáciles de tener: come dos ratones cada dos semanas, duerme mucho, es muy limpia y muy fácil de tener", cuenta Nicolás Jordán. Su mascota, marrón con manchas amarillas, se enrosca en unos troncos, dentro de una gran pecera, sobre una mesa frente a su cama.
Fidel come ratones vivos, que se deben comprar en la veterinaria. "A veces es difícil conseguirlos, entonces tenés que congelarlos vivos y, cuando se los das, es necesario dejarlos afuera todo el día para que estén calientes", explica el joven de 25 años. "Una vez me mordió, porque cuando tienen hambre son ciento por ciento instinto. Me quedé quieto y lo desprendí despacio porque si no le podés romper la boca y la cabeza. Uno no espera que tu mascota te muerda, pero fue como ponernos los límites", reconoce su dueño.
Los Agnetti llegan a su casa en Cañuelas y Lola no aparece. Mientras la llaman, cierran todas las puertas y se ponen a buscar en los lugares más insólitos. Al fin, María, su dueña de nueve años, la encuentra: está durmiendo en el cajón de sus medias. "Un día vimos una señora con un hurón y nos gustó. Lola juega todo el día y muchas veces me agarra las medias y se esconde", dice.
Agustina, la hermana mayor de la familia, explica: "Es una mezcla de perro y gato: lo podés tener adentro y es superinteractivo. María le hace de todo y sólo muerde jugando. Le gusta meterse en recovecos; por eso hay que tomar recaudos, por ejemplo, tapar todas las rejillas porque se mete ahí y no la sacás más".
En Sarmiento y Junín, mientras Janine pasea a su hurón Marcel, un señor la frena y no duda en preguntarle: ¿qué es eso? Esta empleada de una empresa de telefonía tiene cuatro hurones, un loro hablador y una pogona llamada Tequila que, a veces, lleva al trabajo. "A los hurones podés ponerlos en una transportadora y los llevás donde quieras. A Tequila lo compré porque quería un reptil y las verdad es que es muy bueno, pero lo tenés que tener en un lugar seguro porque se te escapa", relata.
Agustín del Fabro muestra a Juancho, una pogona de diez meses, cada vez que un cliente de confianza entra en la cocina de su oficina de acopio de cereales en la ciudad de Nueve de Julio. "Me lo regaló mi novia para mi cumpleaños porque quería tener un reptil: es un animal muy tranquilo, que no hace ruido y no necesita mucho espacio y, además, es poco común. A los clientes les da impresión pero también curiosidad", afirma.
Para Vince, Liz y Fando, el día comienza de noche. Estos erizos africanos requieren todos los cuidados de parte de sus dueños, Bianca Buono y Lizandro Ubiedo, que trabajan todo el día. Cuando la pareja llega a su casa en Escobar sólo encienden algunas luces.
Noctámbulo y poco sociable
"El erizo es noctámbulo y no es un animal sociable. Va a hacer todo lo posible para alejarte: salta, resopla o se hace una bola. Después de alimentarlos, se recomienda hacer 15 minutos de socialización: me lavo las manos con jabón neutro para que sientan mi olor y los pongo sobre la cama. Hay que hablar en un tono suave para que te reconozcan y los agarro por debajo, como juntando arena, para que no me pinchen", explica Janine.
"La gente piensa que no son recomendables para niños porque no hay que moverlos mucho o hacer ruido y requieren tiempo y paciencia. Es una buena compañía para gente tranquila que le gusta observar", agrega.
Desde la ciudad de Córdoba, Maximiliano Maccari, de 24 años, habla de Aaragon, una iguana de 40 centímetros. "Todavía no tiene un año y estos animales llegan a crecer casi dos metros. Desde que era chico me gustaban las iguanas y mis amigos, para mi último cumpleaños, me la regalaron. Tiene cuidados muy especiales y es necesario estar muy informados", dice entusiasmado.
FICHAS TÉCNICAS
Hurón o Ferret
Costo: 1640 pesos.
Peso: entre uno y dos kg.
Promedio de vida: 6 a 7 años.
Alimentación: balanceado especial.
Sólo los importa la firma estadounidense Marshall; vienen identificados con un microchip y están castrados.
Pitón Bola
Costo: 400 a 450 pesos.
Peso: dos kg.
Promedio de vida: 20 años.
Alimentación: roedores y pollitos bebes.
El tamaño promedio de los adultos es de 120 a 150 cm. El terrario debe tener una temperatura diferente durante el día y la noche.
Pogona o Dragón barbudo
Costo: 400 pesos.
Peso: 700 gramos.
Promedio de vida: 10 años.
Alimentación: insectos, balanceado.
Necesitan una gran pecera o terrario con dos tubos: uno que genere calor y otro, rayos UV. Además, se le deben dar vitaminas.
Erizo africano
Costo: 350 a 400 pesos
Peso: 300 a 400 gramos.
Promedio de vida: 5 años.
Alimentación: insectos, alimentos premium para gatos.
Su método de defensa es hacerse una bola y erizar sus espinas. Son solitarios y nocturnos. Tienen gran desarrollo del oído y del olfato.