Hubo siete muertos por el violento temporal
Anoche había más de 30.000 hogares sin luz; Guernica otra vez fue el centro
Siete personas murieron, 200 resultaron heridas, más de 2000 fueron evacuadas y más de un millón se quedaron sin energía a raíz de la violenta tormenta que se desató en la medianoche de ayer en la ciudad de Buenos Aires, en el conurbano y en varias zonas del interior del país.
Tres de las víctimas mortales fueron niños de 4 y 5 años que murieron aplastados cuando las viviendas que habitaban, en distintos puntos del Gran Buenos Aires, cedieron ante la violencia del fenómeno.
La localidad bonaerense de Guernica fue una de las más afectadas por las ráfagas de viento de más de 120 kilómetros por hora, que dejaron un panorama desolador, con viviendas destrozadas, árboles caídos y partidos al medio, voladuras de techos y más de cien mil usuarios sin luz ni teléfono.
Unas 200 personas resultaron heridas y tuvieron que ser derivadas a centros de salud de los alrededores de esa localidad, ya que el temporal hizo que se volara la mitad del techo del hospital Cecilia Grierson.
La fuerte tormenta comenzó pasada la medianoche de ayer y convirtió a gran parte de la ciudad de Buenos Aires y del conurbano en una verdadera boca de lobo. A las 0.25, se quedaron sin energía 750.000 clientes de Edesur debido a la salida de servicio de líneas de alta tensión de 500 kw del Sistema Argentino de Interconexion (SADI).
El 60 % de esos hogares recuperó la luz una hora más tarde y el resto a las 3.45 y a las 5.50, de acuerdo con el vocero de la empresa, Daniel Martini.
Pero poco después de solucionado ese problema se presentó otro: el vendaval provocó importantes daños en las redes aéreas, derribó postes y sacó de servicio a 22 cables alimentadores de media tensión.
Así quedaron sin suministro otros 401.000 hogares de Monserrat, Caballito, Parque Centenario, en Capital, y de Cañuelas; Gutiérrez, Florencio Varela, Berazategui, Valentín Alsina, Lanús, Ezeiza, Canning, Spegazzini, Burzaco, Longchamps, Monte Grande, Guernica y Transradio.
A las 12 había recuperado la energía el 40 % de los afectados, pero al cierre de esta edición aún quedaban 32.000 clientes del Gran Buenos Aires sin luz. "No podemos decir que hoy (por ayer) se van a resolver todos los inconvenientes. Hay zonas en las que se cayeron líneas enteras y eso supone la construcción de una nueva red", informó Martini.
De acuerdo con un relevamiento de Edesur, la tormenta provocó la caída de 500 postes de madera y de columnas de hormigón y afectó a 200 kilómetros de la red eléctrica.
También sufrieron cortes 190.000 clientes de Edenor durante las primeras horas de ayer, que recuperaron la energía en forma paulatina. Aún quedaban sin energía 49.000 clientes.
En la ciudad de La Plata y sus alrededores, informó la empresa Edelap, hubo cortes en 280.000 hogares durante la madrugada, aunque la situación se fue normalizando a partir de las 4.50. Anoche continuaban sin suministro unos 36.000 clientes.
Circular por la ciudad de Buenos Aires fue riesgoso durante los momentos de máxima intensidad de la tormenta: las luces de los autos no podían con la oscuridad y la fuerte lluvia, que no permitían ver más allá de unos pocos metros.
Cientos de calles se inundaron y los semáforos dejaron de funcionar por el corte de energía. Roberto Bonavota, director de Relaciones Comunitarias de Defensa Civil, informó que varias calles fueron cortadas: la avenida Juan B. Justo, a la altura del cruce con Córdoba; la calle Necochea, a la altura de Espinosa, y el puente Córdoba se cerró a los peatones porque no se podía cruzar.
Muertos
Siete personas murieron merced a la tormenta. Un chiquito de cinco años fue aplastado en Glew cuando se derrumbó parte del techo de su casa. De la misma forma falleció otro niño de cuatro años en González Catán y una de cinco en Carlos Spegazzini, partido de Esteban Echeverría.
Un peón rural murió alcanzado por un rayo en Carlos Tejedor y una mujer de 60 años falleció de un paro cardíaco al ver que el techo de su casa se volaba, en Tristán Suárez.
En la provincia de Tucumán, un hombre fue arrastrado por las aguas del canal Nueva Esperanza, a siete kilómetros de la capital, que creció de golpe por las fuertes lluvias. También murió una chica de 10 años cuando recibió la descarga eléctrica de un cable cortado por la tormenta.
Pese a que la magnitud de los destrozos hizo que muchos pensaran que se trató de un tornado, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) definió el temporal como una "tormenta severa".
Así lo dijo el licenciado Hugo Hordij, jefe del Centro de Análisis Climático del SMN: "Las dimensiones de los daños y la extensión del temporal hacen pensar que fue una gran tormenta severa, con vientos superiores a los 120 kilómetros por hora. No tenemos información precisa para decir que haya sido un tornado".
Esos fenómenos se caracterizan por vientos rotatorios y en este caso, aseguró el especialista, aparentemente no los hubo. "En nuestro país, lo más común son las tormentas severas con intensidad de viento y una gran trayectoria de cientos de kilómetros", informó.
El vendaval también causó la interrupción del servicio de trenes de la línea Roca, en Constitución, y causó inconvenientes a los pasajeros. Algunos de ellos, que en su gran mayoría viajaban a Mar del Plata, estuvieron varados durante siete horas.
En la localidad santafecina de Rufino hubo grandes daños materiales y cerca de un centenar de evacuados. Un tanque que contenía diez mil litros de agua cayó por los fuertes vientos sobre fuentes de alimentación de dos centrales de la empresa Telefónica de Tristán Suárez. Unas 6500 líneas quedaron fuera de servicio en la madrugada de ayer.