Hospital Posadas: un sindicalista reconoció el ingreso masivo de personal contratado
"Los otros gremios también ingresaron gente", afirmó Darío Silva, de ATE Morón
La imagen de una silla de ruedas incrustada en la boca del resonador magnético del hospital Posadas generó la semana pasada denuncias cruzadas, que también apuntan al manejo del poder en la institución. En ese contexto, el año pasado, habrían ingresado 2035 agentes cuyos contratos se están revisando.
"Nunca negamos los ingresos para diferentes sectores. Los otros sindicatos también ingresaron gente. Nadie está ajeno a eso. Pero queremos dejar en claro que no son 1700 ni 2000 ni, tampoco, soldados de Nuevo Encuentro. Entraron hijos de trabajadores del hospital sin filiación política con el sabbatellismo", dijo Darío Silva, dirigente de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) de Morón.
También negó que sean barrabravas de Deportivo Morón los que trabajan en la seguridad del hospital, que dirige Gustavo Yapura, ex director de Seguridad Ciudadana y de Tránsito y Transporte del municipio de Morón. Durante el año pasado, desde los otros gremios lo identificaron insistentemente como el ex jefe de seguridad de Deportivo Morón.
A Silva se lo puede contactar en su búnker del Posadas. En realidad, es el chalet del sindicato, una construcción dentro del predio, pasando el vacunatorio, como explican al preguntar en los stands de informes o en los locales de los otros gremios con presencia en el Posadas, como la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires/Cicop, el Sindicato de Trabajadores de la Salud (STS) o la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN).
La semana pasada, luego de que trascendiera una sucesión de daños en las instalaciones del hospital, aseguró a LA NACION: "Estos hechos nos llaman la atención cuando veníamos dialogando con las nuevas autoridades y nos habíamos puesto a disposición para normalizar el hospital. A nosotros nos interesa el paciente, la comunidad. Pero apareció otra discusión por fuera, que son los ingresos masivos de personal y el sabbatellismo".
Desde el Ministerio de Salud de la Nación -el hospital está bajo la órbita del gobierno nacional- denunciaron que con la intervención en manos del partido Nuevo Encuentro, de Martín Sabbatella, el año pasado ingresaron 2035 agentes, la mitad a partir de mediados de noviembre.
Cuestión de poder
Gremialistas, funcionarios, ex directivos del hospital y hasta ex jefes de servicio con muchos años de antigüedad coinciden en que para dirigir el hospital hay que "arreglar" con Silva, enfermero especializado en hematooncopediatría. Ese poder lo compartiría con el dirigente de ATE y empleado administrativo, Ariel Stella. "No soy dueño ni manejo nada en el hospital. Estoy de paso. Ni caudillo ni cacique", respondió.
Asegura que su gremio se sienta con UPCN, por ejemplo, sólo para discutir las paritarias. Cada gremio se sienta con las autoridades del hospital para hablar de cuántos ingresos se necesitan en distintos sectores. "Si están las vacantes y un gremio tiene profesionales para ocuparlos, los aporta. Sólo se trata de que el hospital funcione, y lo hace más allá de los funcionarios de turno", dijo Silva.
Y agregó: "Con esta gente (por las autoridades que designó el nuevo gobierno) veníamos en un diálogo permanente y, más allá del conflicto político que hay y de los despidos, queríamos dialogar. No puedo negar que se mezcló la política en el manejo del hospital. Pero jamás reclamamos quioscos, que fue uno de los principales problemas que siempre tuvo el Posadas".
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