Hora pico: largas filas en las paradas, y más pasajeros, así se viaja en la ciudad
Mauricio Rojo, de 43 años, esperaba el colectivo de la línea 34 a las 8. Estaba en uno de los laterales de la estación de Liniers, sobre la calle Francisco de Viedma. Estaba haciendo la fila durante media hora y, hasta ese momento, aún avanzaba a paso lento hasta la parada. "Acá siempre se arman filas importantes, pero esta semana veo mucha más gente. La semana pasada, ni hablar de las anteriores, me subía mucho más rápido al colectivo", dijo Rojo, que es albañil. A las 8.15, finalmente, pudo partir hacia su destino, Plaza Italia.
A pocos metros de ahí, Inés Flores, de 51 años, apuntaba su mirada al cielo para mostrar su fastidio. Hacía 25 minutos que estaba en la fila para subir al colectivo de la línea 21, en dirección a Tigre. "Más allá del miedo a los contagios, estamos como en un limbo porque, por un lado, los colectivos transportan menos personas, pero, por otro lado, ya circula casi la misma cantidad de personas por la calle que antes de la pandemia. Entonces, se generan estos embudos", relataba Flores.
La semana pasada, el Gobierno anunció que el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), pasaba del Aislamientos Social y Preventivo Obligatorio (ASPO) al Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio (Dispo)). Si bien, en muchos casos, esto solo significó un sinceramiento de la gran cantidad de actividades que ya se habían puesto en marcha, esta semana aumentó la presión sobre el transporte público de pasajeros que aún es solo para trabajadores esenciales. Si bien todavía hay controles dentro del transporte, las autoridades apelan, sobre todo, a la responsabilidad ciudadana.
Ayer hubo una reunión entre autoridades de los ministerios de Transporte de la Nación y de la Ciudad y funcionarios de los ministerios de Salud nacional y porteño. En el encuentro se planteó la necesidad de aumentar los límites actualmente establecidos sobre el número de pasajeros dentro de los colectivos de corta distancia y en los trenes, ya que no es posible contar con mayores frecuencias o unidades circulando en la calle, según informaron a LA NACION fuentes de la cartera que encabeza Mario Meoni.
Los colectivos tienen actualmente reglamentado un tope de pasajeros según el número de asientos que tienen las unidades. En la reunión, coincidieron en aumentar el límite solo en situaciones excepcionales y en horas pico, para llegar hasta un máximo de 10 usuarios de pie por unidad, mientras se circule respetando las normas y protocolos, como el distanciamiento, la desinfección de unidades, el uso tapaboca o barbijo en todo momento y las ventanas abiertas. Lo mismo sucederá con los trenes.
En los próximos días, según informaron, se estará trabajando en las resoluciones y normativas necesarias junto a Ministerio de Salud porteño y la Comisión Nacional de Regulación del Transporte
A las 8.45, en la Estación Constitución, los vagones de los trenes llegaban con muchos pasajeros parados y, cuando la formación estaba a punto de detenerse, el apuro por descender hacia que se acumulen enormes grupos de personas, que, luego, se desparramaban por todo el andén. Pedro Benítez, de 48 años, venía de Wilde. "El vagón estaba casi repleto, esta semana se notó muchísimo el cambio, igual ya venía en aumento hace rato. Tal vez, a Constitución llega un poco menos de gente, porque acá te controlan el permiso a la salida" describió Benítez. En todas las puertas de la estación, tanto en el ingreso como en el egreso, los agentes de la Policía Federal pedían el permiso de circulación a los pasajeros.
Según informaron desde la jefatura de gabinete de la Ciudad, también se realizan controles diarios y aleatorios dentro del transporte público, principalmente en zonas donde hay mayor circulación de personas, como son Constitución, Retiro y el Obelisco. "Pero es importante también apelar a la responsabilidad de cada uno para que el transporte público sea un entorno seguro y lo utilicen sólo los trabajadores esenciales, docentes y alumnos que concurran a los establecimientos", señalaron.
Afuera de la estación, donde están las paradas de colectivo, Marcelo, que trabaja para la línea 59, dijo que hoy hubo el doble de pasajeros que la semana pasada. "Vamos ideando estrategias para que la gente no se cruce ni se acumule. Por ejemplo, ahora cobramos el pasaje antes de subir al colectivo", señaló. Instalaron un tótem electrónico que está al lado de la parada, de ese modo, no se juntan pasajeros en la puerta del colectivo, la gente mantiene la distancia y el chofer está menos expuesto.
En cuanto a la boca del subte C, que está en el centro de transbordo, frente a la estación, también se formaron largas filas de pasajeros, pero solo permitía el ingreso de 180 personas por formación.
"En el subte se viaja muy bien. Cada vez viene más gente, eso es cierto, pero casi siempre viajo sentada. Va a ser difícil desacostumbrarse a esto. Antes de la pandemia los vagones explotaban, estaban muy llenos. Ojalá que esto sirva para poner más formaciones y que todos podamos viajar más dignamente", argumentó Abril Solezzo, de 29 años, que se subió al subte de la línea C con dirección a Retiro, en el centro de transbordo de Constitución.
Según el ministerio de Transporte de la Ciudad, desde el lunes pasado, en el subte viajan 123.000 personas por día, lo que significa un 11% más que la semana pasada y representa el 10% del volumen habitual que viajaba antes de la cuarentena, cuando las seis líneas y el premetro trasladaban 1.190.000 pasajeros.
En el tren se realizan 412.000 viajes diarios. Es decir, un 14% más que la semana pasada, pero implica un 72% menos que antes del comienzo del aislamiento social.
Los colectivos, que realizan el 80% de los viajes que se hacen en todo el transporte público, trasladan a 3.769.000 pasajeros por día. La cifra significa un 5% más que la semana pasada, aunque representa el 46% de los usuarios habituales.
Encuesta
Si bien el flujo de pasajeros en el transporte público va en aumento, la consultora Opinaia, junto a la plataforma colaborativa de transporte Ualabee, realizó un estudio sobre 2000 casos a nivel nacional y los resultados indican que el 44% de los encuestados tiene miedo a viajar en el transporte público a causa del coronavirus.
Según el informe, presentado hoy por ambas empresas, el temor se funda en la concentración de personas y en la poca higiene de algunas unidades. Sin embargo, aquellos que usaron el transporte público en este último tiempo reconocen que se encuentran satisfechos con el servicio debido a la comodidad del viaje (81%) y a la limpieza de las unidades (68%).
Además, la investigación afirma que más de la mitad de las personas que trabajan o estudian (52%) están dispuestas a cambiar sus hábitos de traslado. El 26% evitaría el uso de transporte público, el 22% intentaría hacer las actividades desde su casa (teletrabajo o estudio a distancia), el 14% cambiaría los horarios en los que se traslada para evitar las horas pico y el 3% utilizaría métodos como el carpooling.
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