Histórico paso de la ciencia: el mapa de la vida
Los científicos lograron descifrar el genoma humano; servirá para combatir enfermedades.
Desde ayer, la humanidad dispone de un conocimiento científico que sin lugar a dudas revolucionará la medicina y la tecnología farmacéutica de aquí en más: está prácticamente descifrado el genoma humano, mapa que contiene el repertorio genético de nuestra especie.
Este adelanto, anunciado ayer conjuntamente por Bill Clinton y Tony Blair desde Washington y Londres, permitirá contar con mejores herramientas diagnósticas y terapéuticas y con medicamentos de diseño o inteligentes para atacar con mayor justeza enfermedades como el cáncer, el Mal de Alzheimer, el SIDA, la diabetes, las patologías cardiovasculares o nerviosas.
Pero mientras los nuevos tests diagnósticos se perfeccionarán en poco tiempo, y así las personas podrán saber de qué enfermerán, las soluciones -bajo la forma de revolucionarias terapias génicas, que podrían aplicarse inclusive en el embrión humano- demandarán como mínimo diez años. Esto abre las puertas al nacimiento de una nueva y peligrosa forma de segregación: la discriminación genética, que ya preocupa a científicos y funcionarios de todo el mundo.
Casi 50 años después de que el biólogo estadounidense James Watson y el físico inglés Francis Crick describieran la estructura de la molécula del ácido desoxirribonucleico (ADN) como una doble hélice, ayer se anunció oficialmente que se han descifrado los 3000 millones de letras de ese ADN, la base de la herencia humana.
La noticia -por una cuestión de husos horarios- se conoció primero en Tokio. A las 11 (hora argentina) el presidente de los Estados Unidos Bill Clinton lo anunció con bombos y platillos durante una conferencia desde la Casa Blanca, en conexión directa con el primer ministro británico Tony Blair, que hablaba desde el 10 de Downing Street, en Londres.
El lenguaje de la creación
"Sin duda alguna -dijo el presidente de EE. UU.- éste es el mapa más importante y más maravilloso jamás producido por la humanidad. Los científicos están aprendiendo el lenguaje en que Dios creó la vida." Tras señalar que la novedad abre una nueva era y otorga un nuevo poder para curar enfermedades, Clinton dirigió un mensaje personal al propio Tony Blair, y le dijo: "Tu hijo recién nacido vivirá 25 años más que tú gracias al resultado científico alcanzado hoy".
El primer ministro inglés, en tanto, dijo desde Londres que debía celebrarse el "espíritu de colaboración" que unió a científicos británicos, norteamericanos, chinos, alemanes, japoneses y franceses en este logro. La tarea les llevó diez años, ocupó a unos mil investigadores y significó una inversión de casi 2000 millones de dólares.
"El desciframiento del genoma humano es el primer gran acontecimiento científico del siglo -agregó Blair-. Una revolución en la ciencia médica cuyas implicaciones sobrepasan, con mucho, el descubrimiento de los antibióticos."
Clinton habló flanqueado por los responsables de los dos programas que llevaron adelante las investigaciones: Francis Collins, que dirigió la iniciativa pública desde el Proyecto Genoma Humano, y Craig Venter, presidente de Celera Genomics Corporation, una empresa privada con sede en Rockville, Maryland, EE. UU.
Desde el inicio de las investigaciones hubo diferencias entre ambos grupos. Los científicos del Proyecto Genoma Humano, financiado por el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos y el Sanger Center de Cambridge, patrocinado por la organización filantrópica inglesa Wellcome Trust, de Londres, pretendía hacer pública la información obtenida.
En cambio, el presidente de Celera Genomics deseaba patentar los datos con fines comerciales. Ahora, ambos equipos parecen haberse puesto de acuerdo. Sin embargo, Celera anunció que si bien distribuirá gratuitamente el mapa del genoma humano, comercializará las interpretaciones de sus descubrimientos. Según Venter, laboratorios como Pfizer, Novartis o Amgen ya suscribieron abonos anuales entre 5 y 15 millones de dólares para acceder a sus bases de datos.
Mientras tanto, los especialistas europeos no ocultaron su preocupación por el patentamiento de genes. "En EE.UU. -dijo el profesor Jean Weissbach, director de Génoscope d´Evry- se presentaron miles de demandas de patentes provisionales."
Además de este problema, el desciframiento del genoma humano desencadena otros. Es que los genes podrían pronosticar con años de anticipación quiénes se enfermarán (o tendrán alto riesgo) y quiénes no. Así, los empleadores y las compañías de seguros podrían ahorrar millones de dólares al no contratar o asegurar a personas con susceptibilidad genética a enfermedades.
Una encuesta de Time y la CNN reveló que el 75% de 1218 consultados no quiere que las compañías de seguros conozcan su código genético.