Son habitualmente los meses del año en los que tanto psicólogos como psiquiatras encuentran sus agendas a tope, sin embargo, en la recta final de 2024, unos y otros manifiestan estar en una de las temporadas más agobiantes. Según cuentan los profesionales consultados por LA NACION, directamente “no tienen vida”, les resulta imposible satisfacer la demanda y tienen que derivar pacientes a las obras sociales o prepagas donde, en muchos casos, tampoco resulta fácil conseguir turnos en estas semanas.