“Hay falta de apoyo a la madre que amamanta”: pediatras advierten sobre uno de los obstáculos para sostener la lactancia
Para los profesionales, la reincorporación de la mujer al trabajo funciona como una barrera para esta práctica que debería mantenerse hasta los dos años de vida del bebé
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Volver a trabajar sigue siendo, todavía, el principal obstáculo para que las mujeres sostengan la lactancia materna aun cuando hay leyes que la protegen. Las normas prevén dos descansos en el horario laboral o la reducción de jornada hasta el año de vida del bebé para amamantarlo y la disponibilidad de un espacio adecuado (lactario) para extraerse leche y conservarla hasta volver a casa. “Si bien esto es un derecho, aunque mínimo, sabemos que en muchos lugares no se cumple y debemos trabajar por eso”, sostuvo la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
A través de un documento a propósito de conmemorarse la Semana Mundial de la Lactancia, orientada a promoverla al retomar el trabajo tras la licencia por maternidad, la entidad que nuclea a los pediatras repasa la relevancia de la lactancia exclusiva en los seis primeros meses de vida del bebé y, a partir de entonces, la combinada con la incorporación gradual de otros alimentos hasta los dos años. “Queremos destacar la importancia de sostener la lactancia más allá de los seis meses, del año y hasta los dos años de vida por los beneficios conocidos para los lactantes y quienes amamantan”, señaló Romina Valerio, prosecretaria del Comité de Pediatría Ambulatoria de la SAP.
“Se ve la falta de apoyo a la madre que amamanta y hay, también, mujeres que deciden dejar de hacerlo porque empieza a trabajar antes de averiguar con un profesional”, dijo Antonio Morilla, prosecretario del Comité de Lactancia de la SAP, pediatra del Centro Médico Chascomús y consultor internacional en lactancia materna.
En su consultorio, recibe consultas cerca de cumplirse los tres meses, cuando está por finalizar la licencia por maternidad. A 120 kilómetros de distancia de la ciudad de Buenos Aires, en Chascomús, donde vive, no conoce una institución (bancos, municipio, centro de atención, supermercados, restaurantes, entre muchos más) con un espacio amigo de la lactancia. “Es un beneficio para la mujer que trabaja –señaló–. Si hay voluntad de la madre, ayuda profesional y de la sociedad, la lactancia se puede sostener. También, hay un beneficio para el empleador: la mujer que amamanta va a faltar menos porque sus hijos van a enfermarse menos y ella sentirá que la acompañan.”
En el Hospital Garrahan, el personal cuenta con una guardería para dejar al bebé durante el horario de trabajo y un espacio amigable de la lactancia para el uso de sacaleches y la conservación de la leche en frío que funciona las 24 horas. “Siempre se reconoce la vuelta al trabajo como uno de los principales obstáculos para amamantar”, señaló Laura Giusti, líder institucional en lactancia del Área de Nutrición y coordinadora del Comité de Lactancia del hospital pediátrico nacional. “Trabajamos mucho con la mujer trabajadora a través de esas dos estrategias –agregó–. Mantener la extracción de leche ayuda a poder sostener la lactancia.”
Datos
De acuerdo con datos de Unicef que citan las instituciones que adhieren a la Semana de la Lactancia que promueve la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 90% de las empresas en la Argentina no contaban con un espacio amigable de la lactancia en 2020. Tras la pandemia, se habría dado un cambio en las oficinas, además de la incorporación del trabajo remoto, que habría modificado esa proporción. Pero, todavía, se desconoce ese diagnóstico.
“Aun cuando se avanzó mucho, seguimos teniendo muy pocos espacios de lactancia en relación con la cantidad de mujeres que trabaja”, indicó Guadalupe Mangialavori, coordinadora de la Encuesta Nacional de Lactancia (Enalac), que elabora el Área de Nutrición de la Dirección de Salud Perinatal y Niñez del Ministerio de Salud de la Nación.
Para Valerio, la lactancia no es solo responsabilidad de la persona que amamanta, sino que es una responsabilidad compartida con los otros integrantes del grupo familiar, los empleadores y el Estado, que pueden y deben generar entornos favorables para continuar con la lactancia. Si la madre no puede llevar a su hijo al trabajo, en el lugar debería haber un lactario, es decir un espacio limpio, cómodo y privado para la extracción de leche y posterior conservación en una heladera. Aunque esto es un derecho mínimo, muchas veces no se concreta”.
Comentó que entre las causas que refieren las mujeres de la dificultad para sostener la lactancia más allá de los seis meses a medida que el bebé va creciendo está la reincorporación al trabajo. “Aconsejamos una lactancia exclusiva en los primeros seis meses de vida y, después, continuarla hasta los dos primeros años con la incorporación de alimentos de manera complementaria. Pero la licencia por maternidad son 90 días con goce de sueldo, por lo que nos falta cubrir un período y uno de los inconvenientes tiene que ver con la dificultad en el entorno o de parte de sus empleadores. Por eso, el lema tiene que ver con marcar las diferencias para las madres y los padres que trabajan”, resaltó Valerio.
Relevamientos
La 2ª Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, que se dio a conocer meses antes de la pandemia de Covid-19, dedicó un capítulo a la lactancia materna: tener que salir a trabajar fue el principal motivo externo (no relacionado con el bebé) por el que las mujeres dijeron que dejaban de amamantar. Esto, junto con la dificultad de empezar a combinar la lactancia con otras tareas explicaban el 21% de esa decisión (o uno de cada cinco casos).
El año pasado, una nueva edición de la Enalac en el sistema público de atención, reveló que el 67,1% de las madres amamantó al bebé en la primera hora de vida (esto es considerado de “alto valor sanitario” porque reduce la morbimortalidad neonatal). Sin embargo, a los seis meses, apenas un 44,7% había continuado con la lactancia exclusiva recomendada. Hace cinco años, como publicó LA NACION, el 68% de las madres ponía al bebé al pecho en su primera hora de vida y solo un 42% sostenía la lactancia materna exclusiva los 180 días, lo que subió levemente con respecto de la Enalac de 2018.
Como ahora, la vuelta al trabajo o el estudio, la falta de “espacios amigos” de la lactancia y la desinformación influían en la decisión de abandonarla.
En el Hospital de Clínicas, un 14% de todas las embarazadas atendidas el año pasado preguntaron antes del parto sobre cómo amamantar al bebé. Varios son los motivos de esa caída del interés en sostener la lactancia materna, pero el equipo de obstetras de ese hospital escuela observa que el trabajo es la principal barrera para que las mujeres decidan hacerlo. Advierten que “la mayoría de los lugares de trabajo” siguen sin estar preparados para que puedan amamantar “en un ambiente tranquilo, cómodo y en soledad”.
Recomendaciones
Eso, para Darío Didia, jefe de la División Obstetricia del Clínicas, “es la mayor causa de pasaje de la lactancia materna a la de mamadera”. Para que la lactancia “sea precoz y la única forma de alimentación del recién nacido”, desde ese servicio sugieren que las mujeres tengan en cuenta lo siguiente:
- Posición. Succionar la mama es un acto reflejo. Si no ocurre, la posición del bebé puede no ser la correcta. Lo ideal es tener la espalda recta al amamantar, que la mama caiga sobre el bebé y que el pezón esté en contacto con su boca a la altura del labio superior o su hendidura. El resto del cuerpo del bebé debería pasar por debajo del brazo de la madre.
- Alternancia. Hay que ir cambiando de una mama a otra. Empezar por una teta y, en la siguiente toma, retomar con la última teta que se usó o, de no recordarlo, con la mama que esté más dura.
- Extracción. Puede ser manual o con sacaleches (manual o mecánico). Primero, conviene ablandar la mama con paños tibios o en la ducha si es posible. Para calentar la leche, hay que hacerlo a baño maría para que no pierda sus propiedades.
- Alimentación e hidratación. Es aconsejable que la mujer que da la teta ingiera líquido con frecuencia durante el día. No se recomienda consumir café porque puede excitar al bebé. Hay que evitar el alcohol y el tabaco. Es un mito que las bebidas con gas provoquen cólicos en el bebé; eso puede tener que ver con el desarrollo intestinal o por reflujo en esos primeros meses de vida.
- Duración. Lo ideal es amamantar durante dos años. La mama funciona mientras se estimula. Cuando se intercala con leche de fórmula, disminuye la cantidad de producción de leche. A veces, no se produce la cantidad de leche suficiente en personas bien nutridas e hidratadas, pero esto no tiene que ver con el tamaño de las mamas ni la alimentación. La SAP aclara que tener que tomar medicamentos no siempre indica que hay que dejar de amamantar: “En realidad, muchos fármacos son compatibles y, en el caso de que no lo sean, se puede continuar con la extracción de leche para retomar, luego, la lactancia”, explicó a través de un comunicado Patricia Barrios Skrok, que integra el Comité de Lactancia de la entidad. La pediatra recomendó “preguntar al médico antes de tomar una decisión”. Acá también se puede indagar la compatibilidad con más de 35.000 términos, incluidos fármacos o terapias.
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