¿Peligran las arepas? Prohibieron la harina PAN y hay temor entre los venezolanos
"Crea cierta suspicacia, ¿no crees?", se pregunta Wilmer Verón, un venezolano que atiende un kiosko en Caballito. Se refiere a la noticia que revolucionó los chats venezolanos en los últimos días: que la ANMAT retiró del mercado de forma preventiva la harina de maiz marca P.A.N., el principal insumo de su dieta en Buenos Aires.
La suspicacia, indican los malpensados, es que casi al mismo tiempo acaba de aparecer en el mercado una nueva marca de esta harina con la que se hacen las arepas. Morixe, empresa centenaria y nacional, salió a cazar al frondoso mercado venezolano con su propia harina para arepas.
Y estalló la polémica.
"Nos critican que tenemos algún tipo de contacto o privilegio a nivel gubernamental y la verdad que es al revés, ¡nos tomó más de un año hacer la registración!, dice Ignacio Noel, presidente de la marca Morixe.
Según explica, comenzaron a fabricar el producto al ver la enorme cantidad de venezolanos que llegaron al país en el último tiempo y también para tentar al público local, "que se anota en todas". La coincidencia con la retirada de su mayor competidor no es más que una coincidencia, apunta.
Morixe se ocupará de inmediato de darles una solución de la mejor CALIDAD y a precio ACCESIBLE a los consumidores de harina de maiz blanco precocido para AREPAS!!! $MORIhttps://t.co/zXXToKeE1b&— Ignacio Noel (@ignacionoel1) November 23, 2019
La harina para arepas Morixe ya se encuentra disponible en el mercado central y comenzará a expandirse a las grandes cadenas de supermercados en el corto plazo. Debería rondar los 180$ el paquete de un kilo. Ahora mismo se importa de Colombia y está previsto que comience a fabricarse en el país dentro de un año y medio.
Mientras tanto y según dispuso la ANMAT, hasta que no se corrijan ciertas falencias de autorizaciones y etiquetados, los paquetes amarillos de la harina marca P.A.N -que invadió la ciudad en el último tiempo- no deberían consumirse ni comercializarse.
Hay algunas otras marcas de este producto que se pueden conseguir actualmente en la ciudad. Más allá de la recientemente prohibida se comercializan las harina Bellini y la Doñarepa, provenientes de Colombia, y la harina Juana, de origen italiano. De producción local más discreta, la harina Manuelita es un emprendimiento argentino-colombiano.
"Aquí estoy, padeciendo la angustia de un arepero", dice Vincenzo Pensa, presidente de la Asociación de Venezolanos en Argentina, quien llama risueño a que "no cunda el pánico".
Según cuenta, si bien le parece algo extraño que recién se prohíba una marca que está dando vueltas hace rato, si esto logra que haya un producto más barato es positivo. "Entonces bienvenido sea, el mercado es así".