Hallan otro "hombre de hielo"

HAINES JUNCTION, Canadá (The New York Times).- Líderes tribales y arqueólogos anunciaron el descubrimiento, por parte de cazadores de la localidad, de un cuerpo bien conservado de un hombre ancestral, el cual fue descubierto parcialmente por un glaciar que está derritiéndose.

Vestido con un abrigo cosido con pieles animales, probablemente de ardillas árticas, el cuerpo del hombre antiguo fue encontrado en el flanco de un glaciar en proceso de descongelamiento y estaba lleno de sus pertenencias: un sombrero finamente tejido, de ala ancha, un sólido bastón para caminar, una lanza, así como un morral de piel que contenía hojas comestibles y los restos de un pescado.

"Es comparable al hallazgo de los Alpes", dijo Al Mackie, el principal arqueólogo aquí, refiriéndose al cuerpo bien preservado de un cazador prehistórico, el cual fue descubierto en un glaciar alpino en 1991, cuya antigüedad se estima en 5000 años cuanto menos.

Antigüedad incierta

El cuerpo encontrado aquí, en el norte de Canadá, podría haber yacido congelado en el hielo azul durante cientos o miles de años, dijo Mackie.

El descubrimiento se produjo el 14 de agosto por tres cazadores que estaban caminando por el Parque Provincial Tatshenshini-Alsek, en Columbia Británica, casi 1600 kilómetros al norte de Vancouver. Actualmente está almacenado en una cámara helada en Whitehorse.

Warren Ward, uno de los cazadores, recordó el momento cuando descubrieron el cuerpo: "Lo vi con mis binoculares, se parecía a las fotografías de la revista National Geographic que hemos estado viendo por años. Podía ver mucha piel gastada, así como tiras que la adornaban".

El anuncio del descubrimiento fue demorado durante 10 días debido a que los arqueólogos estaban realizando consultas con los ancianos de las Primeras Naciones Champagne-Ashihik, la tribu de 1140 integrantes que tiene el control legal sobre los restos históricos que se descubren en el parque, parte de su tierra ancestral, la cual está entre Columbia Británica y el Territorio Yukón.

Un descubrimiento previo con probables lazos tribales ocasionó una batalla legal entre la tribu y los científicos, pues se trataba de los huesos de un ancestro que los indígenas querían conservar.

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