Habría atacado otra vez un asesino serial
La policía cree que la desaparición de una mujer se vincula con otros casos.
MAR DEL PLATA.- La desaparición de una mujer de 25 años, ausente desde el miércoles último, ha despertado preocupación entre sus propios familiares y autoridades policiales, ante la posibilidad de que se trate de una nueva víctima del asesino serial conocido aquí como "el loco de la ruta", porque deja los cadáveres a la vera del camino.
Si bien hasta el momento no existen pistas claras sobre su suerte, los investigadores no descartan que el caso pueda tener vinculación con otros anteriores que dejaron como resultado cuatro mujeres muertas y dos que aún se hallan desaparecidas.
Verónica Chávez es madre de dos niños y fue vista por última vez el pasado miércoles, cuando a las 18 abandonó su casa del barrio Malvinas Argentinas para asistir a su trabajo.
Los investigadores del caso difundieron ayer datos personales y características fisonómicas de la muchacha. Chávez es soltera, mide aproximadamente 1,60 metro, de contextura es delgada, ojos oscuros y cabello corto y de color negro. En esa oportunidad vestía pantalón azul, remera al tono, campera marrón y portaba una cartera negra.
Su madre, Palmira de Jesús Díaz, fue quien realizó la denuncia e informó a los investigadores que la joven desaparecida trabajaba en un estudio jurídico y de noche cumplía tareas en el guardarropas de un local nocturno.
Sin embargo, el abogado que la empleó aclaró ayer ante la policía que la mujer realizaba tareas de limpieza en su despacho, pero que la relación laboral terminó a fines de 1996.
Este dato llamó la atención sobre los verdaderos movimientos de Chávez, aparentemente desconocidos por sus más próximos allegados.
Coincidencias
Su labor en horas de la noche despertó la sospecha entre los investigadores del vínculo entre este caso y otros seis acontecidos a partir de junio de 1996 atribuidos a un asesino serial al que se ha denominado "El loco de la ruta".
Cinco de esas mujeres eran prostitutas, tenían características físicas similares y frecuentaban la misma zona del barrio La Perla, donde cumplían sus actividades en horarios nocturnos.
Hasta el momento los pesquisas no han encontrado antecedentes que puedan ligar a Chávez con el mundo de la prostitución, posibilidad que fue descartada por familiares y conocidos de la joven desaparecida.
Las actuaciones sumariales se abrieron por averiguación de paradero y están a cargo del juez de instrucción en lo Criminal y Correccional José Antonio Martinelli.
Hieren y asaltan a un industrial
Talar de Pacheco: la víctima había estacionado su camioneta Pathfinder para descansar; fue baleado por un solo hombre.
Un industrial resultó herido de gravedad ayer al ser atacado por un hombre, al menos, cuando descansaba en su camioneta importada frente a una estación de servicio de la ciudad de El Talar de Pacheco, al norte del Gran Buenos Aires.
El hecho ocurrió a las 8 cuando José Luis Ramírez, de 44 años, dormía en el interior de su camioneta Nissan Pathfinder, negra, patente SRB 077, y fue atacado a balazos por una persona, que luego escapó del lugar y no ha sido identificada hasta el momento.
Fuentes policiales dijeron que el hecho ocurrió cuando la camioneta estaba estacionada en Williams y ruta 197, frente a una estación de servicio.
El empresario habría estacionado el rodado a la vera de la ruta y se habría acostado a dormir. En ese momento fue sorprendido por un hombre, presuntamente, con fines de robo, y luego fue atacado a balazos a pesar de que no se habría resistido al asalto.
Disparos
Ramírez recibió un balazo en el tercio inferior del hemitórax derecho y otro en la muñeca derecha, por lo que fue trasladado por efectivos policiales al Centro Médico de El Talar de Pacheco, donde se recupera de las lesiones sufridas.
Policías de la comisaría de El Talar y del Departamento de Investigaciones de Vicente López esperaban ayer a que Ramírez se recuperara de las lesiones para tomarle declaración y avanzar en el esclarecimiento del caso que investiga el juez de San Isidro, Hugo Santillán.
Por el momento, la causa fue caratulada como "abuso de armas y lesiones".
Efectivos del Servicio de Investigaciones Técnicas de la Policía Bonaerense de la zona norte realizaron peritajes en el lugar del hecho, con resultados que al cierre de esta edición se desconocían.
Modus operandi
Fuentes policiales ligadas con la investigación informaron que este tipo de asalto es bastante frecuente en las rutas, especialmente en la zona norte, donde abundan los barrios cerrados y los countries.
El móvil de los robos es la sustracción de vehículos, especialmente de aquellos que, como las 4x4, tienen alto valor de reventa. Pero estas camionetas tienen un sistema de bloqueo que hace muy difícil el robo.
Roban por quinta vez en la misma rotisería
Reiterativo: el asalto ocurrió por la tarde en La Plata, y se suma a una seguidilla de hechos protagonizados por jóvenes delincuentes fuertemente armados.
LA PLATA.- Ayer por la tarde una reconocida casa de comidas de la ciudad fue asaltada por quinta vez.
El hecho tuvo todas las características de los asaltos que se vienen perpetrando en los últimos meses: un delincuente joven y armado que irrumpe con violencia en algún negocio dedicado a la gastronomía.
Alrededor de las 16, un joven de entre 18 y 19 años ingresó en el local de venta de empanadas ubicado en la calle 7 entre 37 y 38.
En ese momento las empleadas se hallaban en la cocina preparando los platos de comida que serían vendidos posteriormente.
La chicharra colocada en la puerta para estar al tanto del ingreso de clientes alertó a una de las dependientes, Susana Herrera.
Cuando llegó al mostrador, Herrera se dio cuenta de que no era un cliente quien había ingresado: el joven le estaba apuntando con el arma 9 milímetros que empuñaba.
Nervioso y armado
Mientras el delincuente pedía "toda la plata", la compañera de Herrera escuchaba lo que sucedía y veía todo reflejado en la tapa del horno de la cocina; así pudo apreciar el temblor de las manos del asaltante.
La alteración del delincuente y las constantes amenazas de muerte impidieron a la empleada Herrera hallar con rapidez la llave de la caja.
Esto perturbó aún más al joven, que, apuntando permanentemente a la mujer, no dejaba de repetir en voz alta: "Dame la plata porque te mato, callate porque te mato".
Cuando Herrera logró abrir la caja, el asaltante la obligó a entregarle el dinero.
Aunque desde un principio pidió "toda la plata", sólo sustrajo 400 pesos, dejando el resto y retirándose en silencio por 7 en dirección a 37.
Interviene el juez de turno en lo penal Ernesto Domenech.