Habló la mujer que destrozó un registro civil: “No tengo miedo a la denuncia, ya estuve presa”
Indignada, Lorena del Carmen Giagnoni destruyó una oficina en la que se sintió “maltratada” y “burlada”; “No estuvo bien lo que hice, pero yo trato bien a la gente y quiero ese respeto, no que me estén manoseando”
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Una mujer destruyó una oficina del Registro Civil de González Catán, en La Matanza, por sentirse burlada y maltratada por quienes trabajan allí. Según su versión, hace tres semanas iba todos los días a la dependencia para gestionar la supervivencia para que su madre pudiera cobrar la pensión y la jubilación, pero su pedido no avanzaba. “Me cansé, ya sé que estuve mal, pero esta gente se burla de uno“, subrayó. “No estuvo bien lo que hice, pero la vida no es una fantasía, es una realidad y es muy tirana. La vida es cruel y hay que dar pelea. Yo trato bien a la gente y quiero ese respeto, no que me estén manoseando y manoseando”.
Con la voz entrecortada por la angustia, Lorena insistió: “Me tenían que hacer una planilla y un sello, y yo me iba. Yo no iba a hacer eso, pero me canso”. Según explicó, lo que le dolía era volver a su casa y reconocerle a su madre que no sabía qué podía pasar con el tramite en cuestión.
En diálogo con el canal de noticias TN, la mujer, identificada como Lorena del Carmen Giagnoni, de 45 años, contó que, después del violento episodio, la Policía la trasladó a una comisaria y le hicieron una denuncia. “No tengo medio a la causa penal, si quieren llevarme presa, llévenme presa. A mi mamá alguien la va a ayudar. Y, qué se yo, yo estaré sentada, leyendo un libro en la comisaria o en la cárcel. No me interesa nada, yo ya estuve presa y ya estoy muy cansada”.
Durante la entrevista, Lorena narró cómo fue la secuencia de los hechos. Según explicó, ella intentó transmitirle a los trabajadores de allí su situación. “Les expliqué todo el problema: que mi mamá está prostrada, que no puede caminar, que tiene elefantiasis, que no la puedo trasladar, que no entiendo Internet y todas esas cosas”, dijo. Y añadió que, ante esas dificultades el hombre que la atendió se quedó mirando el celular y le respondió: “No querida, acá no va hacer lo que querés”.
“Se mandó un improperio, pero no lo voy a repetir”, continuó Lorena. Según ella, esa secuencia se repitió en otras ocasiones en las que fue al lugar, pero esta vez reaccionó ante el cansancio. “Yo agacho la cabeza y me voy una vez, me voy dos... Cuando fui por el documento de mi nena también me humilló, pero ¿hasta cuándo? Yo hice mal, lo reconozco, pero ya no sé”.
Según se puede ver en el video en el que quedó registrada la violenta secuencia, la mujer agarró parte del mobiliario del lugar, como banquetas y computadoras, y lo arrojó contra vidrios y otros muebles. En ese momento, los empleados tomaron sus celulares para filmarla, mientras ella los desafiaba al gritar: “Filmame, dale filmame”.
Ahora, más calmada, su situación ante ese video es otro y, tal como reconoció, no quiere ver las imágenes. “Ya subieron todo, pero yo trato de escribir... Me pasé 48 horas sin dormir e iba a hacer una macana, pero no tengo que hacer eso”.
Tal como narró, ante la desesperación por lo que estaba pasando, “estaba sacada” y agarró un vidrio; en primer lugar, para lastimarse a ella misma, aunque finalmente decidió no hacerlo. Según contó a Telefe, lo que la frenó fue que estuviera su hija presente. “La gente está abandonada y ellos, que son parte de la burocracia, la subestiman”, dijo a ese medio, donde también contó que su marido tiene diálisis diarias y que ella debe hacerse cargo de toda la situación sola. Entonces, al conversar con TN, contó qué fue lo que sintió en ese momento: “Yo sentí dolor adentro, porque es por mi mamá, no por mí”
Lorena enfatizó en que en aquella oficina de La Matanza sintió que la maltrataban por no tener “la inteligencia o lucidez” de los trabajadores. “Te agreden, una empujo a mi nena. Me quedé callada, no dije nada. Dije ‘me va a hacer el trámite y me voy’, porque me dijo que fuera y me lo hacía. Pero primero me verdugeó tres días por la vacuna y después porque tienen ganas de maltratar y humillar a la gente, porque uno agacha la cabeza y se va”.
Hoy, tras este exabrupto, Loreno debe enfrentar una causa en su contra por los daños ocasionados a la dependencia del Registro Civil. Interviene en la investigación la fiscal María Belén Casal Gatto, de la UFI Descentralizada Nº 2 de Laferrere.
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