Gustavo González negó que se trate de "un acto de discriminación" y cuestionó la reacción de los padres que celebraron esta medida vía WhatsApp
Santino es un chico con síndrome de Asperger que fue apartado de su clase del Institución San Antonio. Al conocer esta decisión, a través de un grupo de WhatsApp, los papás de sus compañeros celebraron la medida y, una vez que se viralizó el chat, denunciaron que recibieron más de 5000 mensajes intimidatorios y hasta amenazas de muerte.
El representante legar del colegio, Gustavo González, negó que se tratase de "un acto de discriminación". Y explicó: "Era conveniente generarle un nuevo entorno, con un nuevo docente, que se sienta estimulado frente a un nuevo grupo o clase y que pueda rendir academicamente en ese cuadro de novedad, en ningún momento es separarlo del curso".
"La sorpresa más grande de nosotros como escuela es que los padres se apropien de esta situación", señaló al referirse a la reacción de los padres que lo festejaron como una victoria. "Nos duele lo que han volcado los papás en las redes sociales porque eso nos inhabilita a poder trabajar", confesó.
"No es separación, la escolarización e integración continúan... Separación es sacarlo de la escuela y abandonar el proceso de integración, buscamos procesos de mejora", aclaró y destacó que los papás del chico con síndrome de Asperger acompañaron la decisión.