Habló el hijo de una de las víctimas del derrumbe en Caballito: “Mi madre y mi tío murieron aplastados”
Ambos fallecidos vivían juntos en el primer piso del PH de Caballito que colapsó el jueves; denuncian que un juez había desestimado parar la obra por peligro 15 minutos antes de la tragedia
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El hijo de la mujer que murió en Caballito el jueves por la tarde tras derrumbarse la medianera de una construcción lindante sobre el edificio donde vivía afirmó que la tragedia pudo haberse evitado ya que hay 30 denuncias contra la constructora, QUBO Proyectos y Negocios, por rajaduras y agua en los cimientos. “Mi madre y mi tío murieron aplastados, habíamos presentado órdenes ante el juez para que paren la obra de al lado”, apuntó este viernes. En tanto, el abogado de la familia aseguró que el pedido para parar la obra fue desestimado por un juez 15 minutos antes del incidente.
Ariel, el hijo de la mujer fallecida, en diálogo con los medios, había explicado el jueves que su madre y su tío, quien también murió en el derrumbe, vivían juntos. Nélida, que tenía 75 años, y Ramón, de 82, fueron las únicas víctimas fatales. Ambos vivían en el primer piso del edificio de dos y 14 departamentos ubicado sobre la avenida Pedro Goyena 557 y que tras el colapso quedó destruido en su totalidad.
“Mi madre y mi tío murieron aplastados, habíamos presentado órdenes ante el juez para que paren la obra de al lado”, dijo Ariel este viernes.
“Supuestamente habían hecho una inspección. En el edificio en construcción estaban los QR de habilitación de la obra, se arrancaron apenas sacaron el segundo cuerpo, el de mi tío. Después cerraron el portón. Tengo la foto anterior y la posterior”, explicó el hombre.
“Nunca me imaginé este desenlace, pero se podía haber evitado. Cuando me enteré, llamé a mi mamá para ver si estaba viva. Yo venía en el auto. Del otro lado del teléfono yo escuchaba quejidos, decía ‘por favor entren por ahí’”, relató.
Además, contó que la construcción en obra iba a tener unos siete pisos. “Querían hacer un edificio, era un centro médico. Hacen eso, lo tiran abajo y donde pueden meten un edificio. El tema es los recaudos que tienen que tomar y no toman, se pagan con la vida de la gente”, lamentó.
Tras ello Ariel apuntó contra la constructora QUBO Proyectos y Negocios y cuestionó los controles en la Ciudad. Dijo que había una rajadura en la pared medianera de la casa de su madre y explicó que cuando le informaron lo ocurrido a los constructores, le dijeron que “era normal”.
“Acá en Caballito compran una casa, la alquilan abajo, meten una construcción y no les importa nada. Si hubiera control, esa burrada no pasaba. Socaban abajo de una vivienda. Es lógica pura”, dijo y denunció: “Parece una connivencia entre la municipalidad y las constructora. Yo ahora ya no tengo a más nadie, pero los vecinos se quedaron en la calle por culpa de la constructora”.
Treinta denuncias por irregularidades y una cautelar rechazada
Por su parte, este viernes el abogado de Nélida y Ramón, Isaac Alejandro Romano, dijo que hacía años que se venía denunciando a la constructora. “La obra inició la demolición el 29 de noviembre de 2022, a partir de eso los vecinos empezaron a hacer un montón de denuncias, unas 30 en total, por rajaduras en pisos y paredes”, afirmó en diálogo con Radio Continental.
“El viernes pasado llamamos al 103, la agencia de control gubernamental que controla las obras, para informar que había mucha agua en cimientos y peligro de derrumbe a la 13.30 de la tarde. Iban a mandar una cuadrilla con un ingeniero y nunca vino. El martes me dieron un informe privado que habíamos pedido y decía que había mucha agua en los cimientos. El miércoles intentamos una cautelar informando el peligro de derrumbe. El juez la rechazó 15 minutos antes de que se cayera el edificio”, explicó Romano.
Además, dijo que el juez habrá decidido solo “dentro de su escritorio” y apuntó: “Habrá dicho, todavía falta para que se termine el edificio, esto va para largo y la desistimó. Es imposible rechazar una medida en 12 horas si se tiene un poco de sentido común”.
Por último, señaló: “Treinta denuncias, dos juicios, el gobierno de la Ciudad tendría que haber hecho un poquito más. El grado de desidia que hay no se entiende. Murieron dos personas, 15 familias se quedaron sin casa y me dijeron que hoy vaya a las 7 de la mañana porque iba a haber dos grúas para amurar la medianera. Son las 8 y no llegó nadie ¿Por qué no se quedaron anoche trabajando? Este país es inentendible, donde tocás, sale pus”.
El derrumbe
El hecho tuvo lugar cerca de las 13 del jueves. Cedió una pared medianera de la obra en construcción lindera sobre el PH y colapsó. Tras un llamado al 911 se montó un operativo que contó con “23 ambulancias del SAME, psicólogos, psiquiatras y montaje de triage”, informó el titular de ese servicio médico de emergencia, Alberto Crescenti.
Además, se dispusieron al rescate personal de Bomberos y perros buscadores de la brigada K9 de la Policía de la Ciudad.
En total se asistió a once personas, entre ellas dos menores, y se rescataron los cuerpos de los hermanos fallecidos. Asimismo, una persona de 80 años, de nombre Julio Ricardo, fue trasladada al Hospital Durand del Parque Centenario.
Tras el derrumbe voceros de la administración porteña señalaron que la obra lindera “estaba registrada con permiso del gobierno de la Ciudad con inicio en agosto de 2023 y estaba en la etapa de excavación”. A su vez, detallaron que “la Agencia Gubernamental de Control inspeccionó por última vez el 5 de diciembre” la construcción en el barrio de Caballito, cercana a la intersección de las avenidas Pedro Goyena y José María Moreno. En este marco, Clara Muzzio, vicejefa del gobierno porteño, se puso en contacto con los familiares de las víctimas para ponerse a disposición.
Por su parte fuentes de la constructora QUBO Proyectos y Negocios, encargada de la obra de la avenida Pedro Goyena 551, afirmaron a LA NACION que después del derrumbe estuvieron en el lugar y que presentaron en la seccional policial toda la documentación sobre ese emprendimiento.
“Tenemos entendido, según los informes, que del lado vecino había un caño pluvial que no estaba conectado y aparentemente en la tormenta hizo que se desborde”, dijo una fuente del área comercial de la empresa.
QUBO había hecho durante esta semana un peritaje de parte porque, según admitieron, habían detectado un problema. “Presentamos un peritaje de parte porque la construcción de al lado era una estructura muy vieja que tenía algunas imperfecciones. Como no podíamos tener un buen diálogo preferimos hacer un peritaje. Lamentablemente hoy [jueves] ocurrió esto”, argumentaron.
La empresa indicó que por las obras suele haber quejas. “Los vecinos hablaron con la gente de la obra y varias veces hemos realizado reparaciones. Es una construcción muy vieja”, se lamentó la fuente consultada.
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