Guerra Rusia-Ucrania: la historia del argentino que quedó atrapado en zona de guerra sin su familia y escapó junto a su perro
La familia de José había sido evacuada hacia República Checa, pero el hombre, nacido en Pilar, se había quedado en su casa; recién en las últimas horas pudo llegar a Polonia y será trasladado para estar junto sus allegados
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LA NACION
Un argentino logró escapar de la guerra en Ucrania con la ayuda de Cascos Blancos. Su familia había sido evacuada diez días antes. Pero él, junto a su perro, quedaron en la zona de conflicto porque, a la hora de abordar el tren, José cedió su lugar a una madre con su bebé. La familia de José, de acuerdo a lo que informó Cascos Blancos -que realiza tareas humanitarias- está esperando por él en República Checa.
Tras conocer que su esposa e hijos habían llegado al destino requerido a Cascos Blancos, José pidió ayuda a la Cancillería argentina para reencontrarse con ellos.
Lo que siguió fue organizar la logística para que el argentino pudiera cruzar todo el país junto a su perro Goya y llegar a Polonia donde lo esperaban los voluntarios civiles de los Cascos Blancos. Según explicaron las fuentes oficiales, José atravesó desde el este hasta el oeste de Ucrania, ya que, su residencia estaba próxima a la frontera entre Ucrania y Rusia y debió recorrer el ancho del país para arribar a Polonia.
Al llegar a la frontera, el hombre fue recibido por integrantes del cuerpo de Cascos Blancos, que lo comunicaron vía telefónica con su esposa, a quien le avisó que ya se encontraba a salvo, acompañado y aguardando el procedimiento para viajar hacia República Checa.
Aún con el cansancio del viaje, y junto con su perro, al cual mantuvo a su lado todo el tiempo, el hombre nacido en Pilar celebró el encuentro con la delegación argentina con la que permaneció conversando cálidamente durante más de una hora. La emoción del hombre se tradujo en agradecimientos a la Cancillería y a Cascos Blancos, en descripciones dramáticas sobre la guerra y en expresiones hilarantes sobre sí mismo. La charla, marcadamente catártica, incluyó, además, la mostración orgullosa de su pasaporte argentino y el relato sobre sus vivencias en Argentina.
Mientras se desarrollaba esta conversación, según explicaron las fuentes oficiales, se iniciaron los trámites para que el hombre, nacido en Pilar y con antepasados ucranianos, pudiera continuar su viaje para reencontrarse con su familia mientras se le brindaba alimentación, se cuidaba al perro y se contenía anímicamente tanto a José como al resto de su familia que, ahora, lo aguarda, en República Checa.
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