Guerra a las pajitas: desde este verano, las bebidas de Pinamar vendrán sin sorbetes de plástico
Pueden parecer inofensivas, simpáticas, cosa de chicos. Así y todo, las pajitas de plástico se acaban de convertir en el nuevo veneno para los ambientalistas. Así como hace un año y medio, las bolsas plásticas se volvieron en el enemigo público número uno en muchas ciudades, ahora les llegó el turno a los sorbetes. Nueva York, Bruselas, el Reino Unidoy la Comisión Europea ya les declararon la guerra a los sorbetes.
Y, este año, quienes vayan de vacaciones a Pinamar o Cariló se encontrarán con la novedad: los daikiris, licuados y gaseosas se servirán sin pajita o con una endeble versión de sorbete de papel, porque las pajitas plásticas fueron prohibidas por una ordenanza del Concejo Deliberante. Y se prevén sanciones para quienes lo incumplan. La ciudad de Buenos Aires, analiza una iniciativa similar.
Mar del Plata también avanza hacia la reducción y erradicación del uso de sorbetes plásticos. Santiago Bonifatti (Sumar) junto a otros cinco concejales de distintas fuerzas (Ariel Ciano (FR), Natalia Vezzi y Ariel Martínez Bordaisco (UCR), Marcos Gutiérrez (Unidad Ciudadana) y Marcelo Carrara (Agrupación Atlántica) presentaron el proyecto de ordenanza que aspira a generar un cambio de hábitos en un proceso que prevé dos etapas. La primera es de reducción de uso (sería a partir del próximo 1° de enero) y la segunda de prohibición del producto (desde mayo próximo). "Dependerá de lo que se logre en el período inicial, lo que se pueda lograr con los activistas de la causa y el resultado de sensibilizar tanto a comerciantes como público en general", dijo Bonifatti.
El proyecto de ordenanza aspira a encontrar el acompañamiento de los directos involucrados en la venta y distribución de sorbetes y vasos plásticos. Admite excepciones (bebidas en tetrapack pequeños que requieren de bombilla) pero insiste que es un producto prescindible. Contempla un programa de gestión de reducción de uso y también otro, a cargo del municipio, destinado a informar y promocionar esta medida destinada al cuidado ambiental.
¿Por qué el mundo pone en jaque a las pajitas plásticas? La razón es de reducir la enorme cantidad de basura que llega a los océanos: unas 600.000 toneladas al año. Y más del 80% de la basura de los mares es plástico. A este ritmo, advierten, para 2050, en el mar habrá más plástico que peces, según estimó recientemente el Foro Económico Mundial. Las pajitas se suman a otros objetos de plástico descartable, que no se reciclan y generan un fuerte impacto, sobre todo cuando van a parar al mar: los peces y aves los comen enteros y mueren atragantados. Cada argentino utiliza unos 43,2kg de plástico por año, según datos del sector, y sólo el 24% de los residuos plásticos domésticos se reciclan post-consumo
Recientemente, el Reino Unido anunció que prohibirá el uso de sorbetes en las ciudades costeras y la Comisión Europea presentó en mayo una lista de productos de plástico "de un solo uso" que quiere erradicar: las pajitas encabezan la lista. Le siguen los cubiertos de plástico, la vajilla descartable y los palos para sostener globos.
El impulsor de la prohibición argentina se llama Gastón Caminata y es un surfer que vive en Ostende y que desde hace ocho años, cada vez que sale a cabalgar el mar, vuelve a su casa con una pila de basura que levantó de la arena. Levantar la basura ajena después de surfear es una promesa que le hizo al océano, explica. La gente de Pinamar lo conoce porque es quien desde hace años impulsa la campaña "Yo amo mi playa". La mayor cantidad de basura que encuentra Caminata, en sus recorridas diarias es plástico. Muchos de esos residuos, se podrían reciclar. Pero si no se los recupera antes de que el mar se los trague, acabaran incrementando los grandes volúmenes de plástico que crecen en los océanos.
Buen día amigos, buen día Presidente de la República Argentina ingeniero @mauriciomacri, nos gustaría contarle cómo vamos a limpiar 777 km. de playa en las Vostas Bonaerenses y dejar la semilla en 25 ciudades. Muchas gracias por su tiempo. Aloha[R][R][R][R][R][R]. RT amigos[R][R][R] pic.twitter.com/idQnxKZOi9&— Yo Amo Mi Playa (@YoAmoMiPlayaOK) 11 de junio de 2018
Caminata armó una ong que se llama Big Human Wave. Promueven acciones durante el verano, como invitar a los turistas a recorrer la costa y juntar los residuos. Y también la limpieza de las costas bonaerense, fuera de temporada. Muchas veces, en las recorridas, se encuentran con peces y gaviotas muertas. Las fotos que tiene Caminata son elocuentes: en sus estómagos, casi siempre aparecen tapitas de gaseosa y sorbetes plásticos que se tragaron enteros y les costaron la vida.
Algo similar hicieron en Mar del Plata un grupo de vecinos, junto al concejal Bonifatti. El 6 de junio caminaron cinco minutos por la Bristol, juntando la basura que encontraban y en ese corto tiempo levantaron más de 300 sorbetes de la arena. "En un ratito juntamos más de 300 sorbetes, al mundo le lleva 400 años degradarlos y a nosotros solo 5 minutos usarlos", publicó Bonifatti.
En MDP nos sumamos a la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente y de la mano de la gente de @YoAmoMiPlayaOK hicimos nuestra parte para limpiar el mundo.En un ratito juntamos más de 300 sorbetes, al mundo le lleva 400 años degradarlos y a nosotros solo 5 minutos usarlos. pic.twitter.com/G7f8PUp5B6&— Santiago Bonifatti (@SBonifatti) 6 de junio de 2018
Hace unos meses, después de una de esas recorridas, Caminata decidió armar una petición en la plataforma Change.org que decía "Pedile a Martín Yeza (el intendente de Pinamar) que prohíba los sorbetes". Cuando Yeza se enteró, decidió no esperar a que la iniciativa tuviera eco. Adoptó el proyecto y una concejal de su partido, presentó la iniciativa y, poco después, el Concejo Deliberante la aprobó. La prohibición regirá a partir del 1 de diciembre próximo. Aunque todavía falta armar un protocolo de cómo serán las multas y sanciones.
"Cuando hacemos limpieza de playa, hay un trabajo que es manual, porque las máquinas no llegan: y lo que más se levanta son las pajitas y las colillas de cigarrillo. Además, dentro de las gaviotas, los pingüinos y pescados muertos que aparecen en la costa, muchas veces también se encuentran sorbetes. Por eso, decidimos ser pioneros y avanzar en la prohibición", explica Yeza. "Tampoco este verano se van a poder entregar vasos plásticos finitos, de los que se rompen fácil, porque se usan una vez y no se pueden reciclar", agrega.
Operativo antisorbete
¿Cómo va a ser el operativo antisorbete? "No vamos a perseguir como a un narco a quien venda una bebida con pajitas plásticas. Tampoco vamos a tener una patrulla de fiscalización de sorbetes, como algunos ironizaron. Vamos a tener una herramienta para denuncias de fiscalización on line. La idea es que la gente nos comunique si en algún lugar se incumple la ordenanza y allí debemos actuar. Cuando le explicás a la gente el perjuicio que generan las pajitas, casi todos están dispuestos a colaborar con el cambio", apunta Yeza.
La guerra que a nivel mundial se les declaró a las pajitas, y a la vajilla descartable en general, preocupa a la Cámara del Plástico. "Vemos con gran preocupación estas medidas, que no resuelven. Lo mismo ocurrió con las bolsas plásticas: fue contraproducente. Con la medida, la gente dejó de separar los residuos en su casa y como consecuencia hoy hay más cantidad de plástico que va a parar a los rellenos sanitarios que antes. No resolvió la cuestión de fondo que es que la gente necesita una bolsa para sacar la basura. Con esta medida ya se perdieron 2000 puestos de trabajo y cerraron 60 empresas", apunta Sergio Hilbrecht, gerente general de Cámara Argentina de la Industria del Plástico.
"Las pajitas plásticas tienen una función sanitaria. Para bebés y niños pequeños, en hospitales y para personas con discapacidad. No se puede beber directo de una lata que pasó por un depósito. Además, es falso que las pajitas no se reciclan. Hoy, los centros verdes separan los sorbetes junto con las tapitas y con ese material se producen baldes, macetas y caños", dice Mario Tonelli, director ejecutivo de Ecoplas, una ONG vinculada a la industria que promueve el reciclado. "Hay que educar y promover el reciclado. No prohibir. Hoy, la industria del reciclado trabaja al 50% de su capacidad porque le falta insumos", insiste Tonelli.
Cuántos sorbetes se usan por verano
No existen datos sobre qué cantidad de sorbetes plásticos se producen por año. Aunque se sabe que el polipropileno, el mismo material que se usa para hacer las tapas de botellas, representa el 17% de la producción de plástico. ¿Cuántos sorbetes se usan en un año en Pinamar?, Fernando Rusillas, responsable de la única papelera que hay en el partido detalla que entre diciembre y marzo últimos vendió 284.500 sorbetes a los comercios locales. Claro que hay que sumarles las pajitas plásticas que los paradores y bares llevan desde Buenos Aires.
Una de las grandes incógnitas del fin de las pajitas en Pinamar es qué va a ocurrir con Mc Donalds, de la avenida Bunge. ¿Habrá que acostumbrarse a tomar del vaso? La empresa ya está evaluando posibilidades. Aunque se temía que pudiera impulsar una medida judicial para cuestionar la decisión, desde la municipalidad se confía que las conversaciones han sido positivas. Por lo pronto, hace cuatro días Mc Donalds anunció que reemplazará las pajitas plásticas por sorbetes de papel en todos sus locales del Reino Unido.
You asked, we listened. Paper straws will be rolling out to all UK restaurants from this September! pic.twitter.com/7aWiilabBB&— McDonald's UK (@McDonaldsUK) 15 de junio de 2018
Con la colaboración de Darío Palavecino (Corresponsal en Mar del Plata)
Temas
Otras noticias de Medio ambiente
Más leídas de Sociedad
“Un aumento sostenido”. Las tres razones por las que un hospital universitario registra un boom de demanda
Crisis educativa. Preocupa que menos de la mitad del país cuenta con datos fehacientes de sus estudiantes
Las noticias, en 2 minutos. Milei dijo que Victoria Villarruel no tiene injerencia en el Gobierno; envían al Congreso el proyecto para eliminar las PASO
Cómo comprarlos. Un restaurante lanzó una promoción para comer panqueques a $10