Grupos provida marcharon en más de 250 ciudades en contra de la legalización del aborto
LA NACION
Quienes forman parte de la campaña en contra de la legalización del aborto marcharon este sábado en 267 ciudades del país "por los derechos de las dos vidas" y para rechazar el proyecto enviado por el presidente de la Nación, Alberto Fernández, al Congreso. Fue la primera manifestación posterior al ingreso de dicha iniciativa a la Cámara de Diputados, donde comenzará el debate la próxima semana.
Según detallaron los convocantes, 150 organizaciones de la sociedad civil nucleadas en Unidad Provida y otras agrupaciones de pañuelo celeste impulsaron la jornada de hoy. La Conferencia Episcopal Argentina y las iglesias evangélicas agrupadas en la Alianza Cristiana de las Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera) también incentivaron la participación.
"Aunque sea una situación lamentablemente forzada por la imprudencia del Gobierno Nacional, la primera de las grandes marchas provida en este nuevo debate sobre el aborto se realizará con las medidas de prevención necesarias y de forma pacífica", aclararon los organizadores, antes del evento.
En Buenos Aires, la convocatoria principal comenzó a las 15, en el Congreso de la Nación. Hay, además, otras concentraciones en ciudades desde Jujuy hasta Ushuaia, como por ejemplo en 55 ciudades de Santa Fe, en 47 de Entre Ríos y en 27 de Misiones.
La mayoría de quienes arribaron a las inmediaciones del Palacio Legislativo llegaron con pañuelos celestes -símbolos de las posiciones en contra de la legalización del aborto-, tapabocas y carteles. "Luchando por los que no tienen voz" o "no matarás, Éxodo 20:13", eran algunas de las frases que podían leerse en las pancartas. "Salvemos las dos vidas", uno de los lemas más utilizados por estas organizaciones durante el debate anterior, en 2018, volvió a aparecer durante esta movilización.
Una bandera blanca con letras celestes que formaban "Argentina es provida" fue colocada sobre la reja del Congreso. Incluso, los asistentes llegaron con cartulinas que de un lado tenían color celeste y, del otro, blanco para así generar visualmente una ola celeste y blanca. Las banderas argentinas no faltaron y tampoco los redoblantes, que sumaron ritmo a una tarde gris.
"La vida no está sujeta a una decisión personal de nadie. El bebé es una persona separada a su madre desde el momento de la concepción", dijo para LA NACION Damir Vladusic, de 30 años, organizador de eventos y miembro de la comunidad católica Del perpetuo socorro, de Palermo, quien participó de la movilización.
A las 15.50 algunos manifestantes arribaron al Congreso cargando la estructura que representa un feto gigante, otro emblema de las marchas antiaborto.
Cerca de ese horario también se acercó al Palacio Legislativo una columna de "Médicos pro vida". El proyecto del Ejecutivo de este año contempla la objeción de conciencia individual del profesional de la salud, siempre que se garantice que la paciente pueda ser atendida por otro médico.
Mientras tanto, por Avenida Rivadavia avanzó la concurrida caravana del Frente Nacional Cristiano, de raíces peronistas, proveniente de la zona oeste del conurbano.
"Nos oponemos porque es un asesinato, la vida comienza con la concepción. Y también porque la mujer que se va a hacer el aborto queda dañada física y psicológicamente, por el trauma posaborto", manifestó para LA NACION Luciano Riccio, un estudiante de La Plata, de 19 años, que participó de la convocatoria en el Congreso.
Alrededor de las 17, a través de un megáfono, una mujer incitó a la multitud a acompañarla. "Dicen que no tienen vida, dicen que no tienen voz, acá están los que marchamos, por la vida de los dos", cantaron, junto a ella, los presentes. "¡La vida es celeste!", arengó, luego.
Finalmente, entonaron el Himno Nacional con las pancartas y los carteles celestes en alto, para dar por concluido el encuentro. Desde ese momento en adelante, comenzó la desconcentración.
La opinión de los referentes de la convocatoria
"El Presidente no está diciendo la verdad cuando dice que la legalización del aborto es una prioridad de salud pública", opinó la vocera de Unidad Provida, Ana Belén Mármora. "Hay más de 100 causas prioritarias por las que mueren las mujeres, y mucho más en pandemia. Mueren 15 veces más embarazadas que quieren tener a sus hijos, 20 veces más mujeres por desnutrición o HIV y 300 veces más por cáncer de mama", dijo la mujer, quien sostuvo que "el sistema de salud está colapsado".
Junto al proyecto para legalizar el aborto, desde el Ejecutivo giraron al Congreso el "Plan de los 1000 días" que, según consignó la Agencia Télam, apunta a "bajar la mortalidad, malnutrición y desnutrición, además de prevenir la violencia, protegiendo los vínculos tempranos, el desarrollo emocional y físico y la salud de manera integral de las personas gestantes y de sus hijos e hijas hasta los tres años de vida".
En la campaña celeste consideran que dicho proyecto "es una pantalla". Sobre ello, la representante del Frente Joven en Rosario María Sol Srebot, expresó: "El Gobierno cayó en la contradicción irracional de defender los derechos de algunos niños por nacer con un proyecto y, simultáneamente, en condenar a muerte a otros con el proyecto de aborto legal".
A su vez, contó el caso de una joven santafesina "que casi pierde a su hija porque le mintieron y la presionaron para abortar" y dijo que ese tipo de historias "se repiten en todo el país, especialmente con las mujeres pobres". Además, agregó: "Ningún legislador coherente puede votar los dos proyectos a la vez. Uno representa un modelo de país inclusivo y otro es un proyecto que descarta a los más vulnerables".
Por otro lado, los convocantes puntualizaron que los profesionales de la salud "están sufriendo traumas por las atrocidades que viven en los hospitales, donde es cada vez más frecuente encontrar niños abortados entre los residuos patógenos, incluso en edad gestacional avanzada", y dijeron que "esta situación es causada por los protocolos vigentes, que la legalización aumentaría".
La abogada Memé Mocoso, de la ONG católica Portal de Belén, consideró que "el Presidente no garantiza un debate franco ni democrático, como prometió", ya que "fuerza el proyecto al final de un año traumático e imposibilita la participación con un tratamiento exprés".
La letrada sostuvo que "el aborto legal no es ninguna deuda", que "ya se debatió y se rechazó en 2018", y añadió: "La palabra empeñada era la de unir a todos los argentinos, no la de dividirlos y favorecer a una élite fanática que responde a los intereses de una industria poderosa, como es la del aborto y los laboratorios". Por último, advirtió que "la mayoría celeste va a salir una y todas las veces que sean necesarias para garantizar los derechos a la vida de todos los argentinos, sin excluidos".
La convocatoria en las provincias
En Córdoba, desde las 17, los pañuelos celestes comenzaron a trasladarse en caravana hacia el Paseo del Buen Pastor. Partieron desde la intersección de Las Malvinas y José de Quevedo; la Mujer Urbana; la Rotonda Las Flores; el Walmart de Avenida Colón, y la Ciudad de Las Artes.
En Rosario, los grupos contra la legalización del aborto se convocaron a las 16.30 y marcharon desde Boulevard Oroño y Uriburu hasta el Monumento a la Bandera. En Santa Fe capital hubo una recorrida desde la Plaza del Soldado hacia la Plaza 25 de Mayo, para culminar frente a la Legislatura provincial.
En Mendoza, la concentración se pactó para las 18, en el Parque San Martín. En la ciudad de Tucumán, dos columnas -una desde la rotonda de Yerba Buena y otra desde el Parque 9 de Julio- confluyeron a las 16.30, para alcanzar el Monumento del Bicentenario, a las 17. En la ciudad de Salta, la marcha partió a las 17 desde el Monumento 20 de Febrero, en dirección a la estatua de Martín Miguel de Güemes.
LA NACION
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