La innovación como motor de crecimiento: el caso Arcor

Estamos viviendo un momento de efervescencia de desarrollos nacionales innovadores, con la biotecnología haciendo punta. La clave para este florecimiento, coinciden todos los actores involucrados, es la cooperación entre el sector público y el privado. Pero, ¿se trata de un fenómeno nuevo, o de algo que ya venía sucediendo y ahora tiene más visibilidad gracias a iniciativas que traspasan el mundo científico y empresarial para llegar a las audiencias masivas, como el Premio Arcor a la Innovación? "En realidad estamos observando el resultado de años de trabajo sistemático en el país", dice Gabriel Raya Tonetti, Gerente Corporativo de Investigación, Desarrollo e Innovación de Grupo Arcor. "En este momento estamos adaptando las formas de cooperación público-privada y los modelos de trabajo al modo latino, que es muy distinto del norteamericano".

Este premio, que Grupo Arcor y Fundación Arcor llevan adelante junto a la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, dependiente del Ministerio de Ciencia,Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, tiene el doble objetivo de fomentar la cultura de la innovación y de impulsar el crecimiento en el sector alimentario, para que impacte positivamente en la comunidad. Una iniciativa que pretende ir más allá del valor monetario y vincularse con la transferencia de conocimientos y la cooperación, resalta Raya Tonetti.

La mirada en el largo plazo

"La innovación es producto de dos tipos de actividades, la del investigador y la del emprendedor o empresario, y requiere de personalidades y motivaciones diferentes que no siempre se pueden aunar en el mismo cerebro", dice el doctor Lino Barañao, Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación. "Un investigador es aquella persona que ve lo que todo el mundo vio antes y piensa lo que nunca nadie antes pensó. Pero una vez que aparece la idea novedosa, se necesita a alguien que la lleve a un producto o servicio para que llegue al ciudadano común, y eso requiere de otro tipo de personalidad. Nuestra función es juntar estos dos componentes sin los cuales no hay innovación: tratar de motivar a cada uno y crear el ecosistema para que los dos sean altamente productivos".

Es que la innovación, mucho más que una palabra de moda, implica toda una nueva cultura del trabajo que ofrece herramientas para hacer sostenibles a los desarrollos, a las empresas y a las sociedades en el tiempo, señala Raya Tonetti. Y en ese sentido, sustentabilidad e innovación son las dos caras de una misma moneda: la de un futuro mejor.

Genio + impacto social

Un papel bioactivo para envasar alimentos y a la vez, retardar su degradación; un snack dulce de calabaza fortificada con probióticos y con hierro de gran solubilidad. Fueron el proyecto ganador y la mención especial Fundación Arcor –a cargo, respectivamente, de Raquel Evangelina Martini, del Instituto de Investigación y Desarrollo en Ingeniería de Procesos y Química Aplicada de la Universidad Nacional de Córdoba, y de Marina Francisca de Escalada Pla, del Departamento de Industrias de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires–, de la 5ta. edición del Premio Arcor a la Innovación. A lo largo de la historia del premio se presentaron más de 150 casos de 16 provincias diferentes, demostrando así el carácter federal de esta iniciativa.

El certamen es el primero, en el ámbito de la industria alimentaria nacional, que busca promover el desarrollo tecnológico para transformarlo en mayor productividad y competitividad.

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