Grieta religiosa. En Salta se abrió una investigación sobre la fundación de la Virgen del Cerro
A un mes de la denuncia por supuesta violencia de género contra el arzobispo Cargnello por parte de las monjas de clausura, el conflicto no deja de escalar
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A un mes de que se hiciera pública la grieta religiosa que enfrenta al Arzobispado de Salta con las monjas de clausura del convento San Bernardo y que incluye una denuncia penal de las religiosas por supuesta violencia de género, se abre otro capítulo. Hay abierta una investigación sobre la fundación Obra Yo soy la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús y Yo soy el Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús que es la que organiza y administra lo relacionado a la “Virgen del Cerro” y de la que las monjas forman parte.
Según confirmaron fuentes judiciales a LA NACION en Delitos Económicos hay en marcha una investigación preliminar sobre la fundación y también sobre la administración de bienes del convento que realizan personas vinculadas a esa entidad.
Como ya publicó este diario, la fundación fue inscripta en la AFIP en mayo de 2006; como actividad principal figura “servicio de asociaciones n.c.p (NR: organizaciones que prestan apoyo a servicios comunitarios y educativos). El balance al 31 de diciembre de 2020 presenta un patrimonio neto de $83.145.144 y un resultado negativo de $531.311 (en 2019 fue positivo en $3,8 millones). Sus operaciones bancarias no presentan atrasos; están todas en situación normal.
La otra novedad se vincula con la intervención del Vaticano en el problema. Cargnello, como “superior inmediato” del convento en los asuntos externos, sugirió tres nombres de quienes se podrían desempeñar como el “auxiliar apostólico” que decidió la Santa Sede que se nombraría y que ya anunció a las religiosas. Según indicaron fuentes eclesiales, “se buscó una religiosa para sugerir, pero ninguna quiso integrar la lista; el Arzobispo pidió al Vaticano que, más allá de su listado, sea designada una mujer”.
El 30 de marzo, 12 días antes de la denuncia judicial de las monjas, la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, de la que dependen las carmelitas salteñas, emitió el documento firmado por José Rodríguez Carballo, arzobispo secretario. El texto les anuncia que se nombrará un “auxiliar apostólico” y les pide que no se involucren con la “vidente”, como llama a María Livia Galliano, la mujer que dice tener “apariciones” de la “Virgen del Cerro”.
En lo que hace a la causa judicial en Violencia de Género, ya declararon Cargnello y Lucio Ajalla, sacerdote ayudante de la Catedral. En junio tienen fecha Martín De Elizalde y Loyola Sancristóval, vicario judicial y juez del Tribunal Eclesiástico de Salta, quienes también serán sometidos a pericias psicológicas.
Cargnello negó la existencia de conductas violentas para con las monjas y aseguró que, desde aproximadamente el 2003, no visita el convento San Bernardo.
Cuando se presentó la denuncia, la abogada de las monjas, Claudia Zerda Lamas, planteó que se debía a “las situaciones de hostilidad, que se dieron desde 1999″. Agregó: “Las carmelitas descalzas necesitan vivir sin violencia, cuidar su integridad física, que respeten sus creencias y la autonomía del monasterio”.
Devoción sin reconocimiento oficial
La Iglesia, como institución, no reconoce la devoción de la Virgen del Cerro y es en esa línea donde plantea que las carmelitas deben “abstenerse” de participar de la fundación y de vincularse con Galliano.
El conflicto se viene expandiendo desde hace un mes, a punto que también las carmelitas descalzas de la República Argentina enviaron una carta a Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, en la que apuntaron que, “sin entrar en juicio sobre las pares, afirmamos que para todas nosotras es prioridad la comunión eclesial y consideramos junto a Nuestra Madre Santa Teresa, quien tuvo como su mayor gloria el título de ‘hija de la Iglesia’, que todas las diferencias han de resolverse para juzgar en cada caso, y así poner el remedio que fuere necesario”.
A comienzos de este mes, bajo la consigna “Hermana, sí te creo”, referentes de asociaciones de género y de mujeres y organizaciones de derechos humanos se congregaron en el convento para hacer un abrazo en silencio en apoyo de las religiosas.
En medio de este contexto, los sábados continúa el rezo del rosario en la eremita de Los Tres Cerritos, el barrio salteño donde está entronizada la imagen de la “Virgen del Cerro”. Miles de personas llegan desde distintos puntos del país. María Livia Galliano, quien desde 1990, dice que la ve y la escucha, no participa de esos encuentros desde fines de 2019.
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