Graves destrozos en la Legislatura porteña
Militantes de grupos sociales y políticos que se oponen a la reforma del Código de Convivencia intentaron entrar por la fuerza al edificio; hay heridos y 24 detenidos
Militantes de grupos sociales y políticos contrarios a la reforma del Código de Convivencia de Buenos Aires atacaron con fuego, palos y piedras la sede de la Legislatura porteña, sin que la policía tomara intervención en los graves incidentes durante varias horas.
En medio de los incidentes, 24 personas fueron detenidas, lo que llevó a un grupo de piqueteros y travestis a organizar una protesta ante el Departamento Central de Policía para exigir la libertad de sus compañeros.
Los arrestos, que continuaban esta noche en las inmediaciones de la Legislatura, se concretaron en base a filmaciones registradas por canales de televisión y la propia policía, confirmó el comisario Gustavo Carca, jefe de la circunscripción primera.
Todos los detenidos fueron trasladados a distintas dependencias ya que la intención de la policía fue evitar alojarlos en un mismo sitio al que pudieran dirigirse grupos de manifestantes para reclamar la liberación.
Fuentes policiales informaron que cinco personas resultaron heridas, entre ellas el comisario Quintero, de la secciona 26a. que estaba vestido de civil.
Incidentes
Todas las puertas y las ventanas de las tres plantas inferiores del edificio quedaron destruidas y la policía desde el interior del edificio intentaban evitar el ingreso de manifestantes mediante la utilización de fuertes chorros de agua.
También el auto del vicepresidente primero del cuerpo, Santiago de Estrada, que estaba estacionado enfrente, quedó con sus vidrios y carrocería destrozados por los impactos de las piedras.
Los manifestantes prendieron fuego a la parte baja de una gran puerta de madera por la calle Perú y, al ser rechazados por efectivos de seguridad de la Legislatura con el uso de mangueras de alta presión, buscaron otros accesos en su intento de concretar la intrusión.
En un momento, mientras algunos militantes trataban de incendiar las puertas, otros arrojaban piedras, petardos y palos contra los vidrios de las ventanas del edifico y los esfectivos de seguridad arrojaban agua para alejar a los revoltosos.
Cuando los manifestantes casi habían abierto un hueco, los propios piqueteros bloquearon la entrada para evitar que se extiendan los incidentes.
Sin embargo, tras golpear la puerta con uno de los vallados de protección, uno de los paneles de madera cedió. En ese momento, un chorro de agua proveniente del interior del edificio intentaba dispersar a los manifestantes.
En total unas 300 personas, entre vendedores callejeros, travestis y militantes de izquieda, manifestaban frente al edificio de Perú 160 su rechazo al tratamiento en particular de las reformas del Código de Convivencia.
En tanto, otro grupo cortó el tránsito sobre Avenida de Mayo y Perú lo que generó un caos vehicular.
Colectivos y automóviles quedaron detenidos sobre la avenida y los motociclistas se bajan de las motos y transitan a pie, debido al embotellamiento que se registra en el lugar.
Aunque los diputados pretendían seguir adelante con la sesión prevista para la tarde, alrededor de las 17 ya habían desistido. No sólo no estaban dadas las condiciones para discutir el código punto por punto, sino que tampoco estaba asegurado el quórum para que comenzara el debate.
"Zona liberada"
En tanto, dirigentes porteños de distintas expresiones políticas reclamaban esta tarde la presencia policial frente al palacio de la Legislatura para que ponga fin a la "zona liberada" que se generó a su alrededor, con manifestantes que no cesan de atacar con piedras y palos.
Así se pronunciaron en forma coincidente Mauricio Macri, líder del Frente del Comprimiso para el Cambio, y Ariel Schifrin del grupo Confluencia, al opinar sobre los graves incidentes que se registraban en el lugar.
Macri reclamó la necesidad de que el "Estado" tome intervención, a través de las fuerzas policiales, y sostuvo que "de ninguna manera voy a aceptar que esta institución democrática" como la Legislatura sea atacada por "los vándalos".
"Lo que vivimos tiene que ver con la sociedad violenta que vivimos", dijo Macri a un canal de noticias, mientras Schifrin advirtió que "evidentemente hace falta una presencia (policial) por fuera de la Legislatura porque la autoidad policial y los legisladores no pueden recluirse dejando afuera una especie de zona liberada".
Macri aprovechó para rechazar el argumento del gobierno nacional de no reprimir las manifestaciones callejeras al considerar que "lo que importa es que la gente tiene que sentirse protegida por el Estado y no tener la sensación de que está en retirada permanente".
La reforma del código
Esta tarde, la Legislatura porteña debía tratar en forma particular los cambios en el Código de Convivencia de la Ciudad de Buenos Aires.
El macrismo admitió que no van a terminar con ese tratamiento, ya que será difícil lograr acuerdo sobre el régimen de reincidencia y la baja en la edad de imputabilidad.
Otros temas como la prohibición de la prostitución y la restricción a los cortes de calles en las manifestaciones, aún no tienen consenso y cada bloque mantiene firme su postura, por lo que peligra toda la reforma.
La modificación casi total del Código votado en 1998 corre riesgo de volver a comisión si algunos de los casi 100 artículos que lo componen no reúne los 31 votos mínimos que necesita para su aprobación.
La jefa del bloque del macrista Compromiso para el Cambio, Gabriela Michetti, dijo que han "avanzado en el compromiso de aprobar el 90 por ciento de los artículos" pese a lo cual reconoció que permanecen los disensos "en algunas figuras".
El oficialismo se mostró cauto sobre el tema, en tanto que la izquierda emitió varios comunicados en la semana para calificar a la reforma macrista como "autoritaria" y "represiva".
La semana última, en medio de disturbios que incluyeron golpes de puño, empujones e insultos, la Legislatura aprobó en general un proyecto de reforma del Código.