Gómez Minujin: "Es un mito que los compradores son millonarios"
El presidente de la Fundación arteBA anticipa la próxima feria
A las puertas de una nueva edición de arteBA, la feria que comenzará en La Rural el 24 del mes próximo, Facundo Gómez Minujin dice: "Es un mito pensar que la feria mueve fortunas y que los compradores de cuadros son millonarios". En una entrevista con LA NACION, el presidente de la Fundación arteBA traza un balance de los últimos seis años, define el lugar de la muestra en la escena latinoamericana y pone el acento en la fidelidad del público que ha elegido a este acontecimiento como el hecho cultural del año.
Para Gómez Minujin, que también es presidente regional del banco J.P. Morgan, hoy por hoy la piedra en el zapato para el sector es la tenaza impositiva y, sobre todo, los controles.
—Controles, cepo cambiario, inflación... ¿afectan al mercado del arte?
—Comprar arte es un estado de ánimo: el deseo no funciona cuando crece la paranoia.
Con un pie en el avión que lo llevará a Hong Kong como presidente de J.P.Morgan para la región, Facundo Gómez Minujin disfruta del primer avance de arteBA 2013 en el show room de Mercedes-Benz de Puerto Madero con el lanzamiento del programa U-Turn, curado por la iraní Abaseh Mirvali. El espacio reúne galerías internacionales y artistas que están en el candelero, como Tomás Saraceno, argentino radicado en Berlín, seleccionado el año último para exhibir una instalación en la terraza del Met neoyorquino, por la que conquistó la portada de adnCultura.
U-Turn le da un toque de "bienal" a la feria porteña, que enfrenta un año difícil, con el mercado trabado por el cepo cambiario; el éxodo obligado de muchas galerías del circuito por la falta de ventas; la paranoia por la AFIP y la inflación galopante. Nada de esto inquieta a Gómez Minujin.
A los 48 años, padre de tres hijos, de 20, 16 y 10 ("uno en la Facultad, otro en la secundaria y el más chico en la primaria") se las ingenia para repartir su tiempo entre las finanzas y el arte, con la comprensión infinita de Brenda, su mujer, especialista en Bullying.
Abogado graduado en la UBA, máster en Derecho Internacional por la Universidad de Illinois, comenzó a comprar obras en los noventa, cuando creó un Fondo de Inversiones para formar una colección "compartida".
Desde hace seis años lleva las riendas de arteBA. Fue una etapa de crecimiento constante, de gravitación continental y fortalecimiento de la "marca" en la agenda global. No lo dice, pero tiene in pectore el nombre de su sucesor cuando anticipa a lanacion que ha llegado la hora de la alternancia: "Una sabia consigna democrática".
-¿Cómo se presenta el horizonte para arteBA 2013? Algunos nubarrones hay.
-No veo una crisis en lo inmediato, arteBa tiene que adaptarse al contexto, los galeristas medir bien la política de precios y establecer valores en pesos. Quizás habrá que pensar en dólares cuando se habla de artistas consagrados.
-La plaza está dura dicen los galeristas.
-Buenas obras y precios lógicos, ésa es la fórmula del éxito. Las galerías son la base de la feria, pero solo aportan el 20% de los ingresos para su realización; el fuerte está en los sponsors que nos acompañan, que han comprobado el lugar de la feria como el mayor acontecimiento de arte en Buenos Aires, una ciudad que es destino final, no escala. Y éste no es un dato no menor. Este año tendremos un batallón de coleccionistas extranjeros.
-Desde su creación, arteBa ha demostrado gran poder de convocatoria y capacidad para motivar a los nuevos compradores, algo que excede el papel de una feria
-Sí, es un hecho. Tenemos más visitantes que Art Basel (Suiza) o la FIAC (París), y esto se explica por el enorme interés y la fidelidad del público argentino cuando la oferta cultural tiene calidad. Miren lo que pasa con el Bafici, por ejemplo. En cuanto a los jóvenes coleccionistas o nuevos compradores, muchos "descubren" el arte actual en la feria porque es un ámbito grato, propicio para consultar a los especialistas; hay una gran calidad en la selección y un programa teórico del auditorio que ayuda a la comprensión del arte contemporáneo, entrena la mirada.
-Ha cambiado mucho la escena en los últimos diez años en la Argentina, los museos, las muestras, los coleccionistas, ganaron visibilidad, supongo que hubo algunos factores, como el Malba y el compromiso asumido por su fundador, el coleccionista Eduardo Costantini, que influyeron .
-El Malba ha sido clave, está en la agenda de los porteños y de quienes nos visitan, participa del programa de matching funds, que estimula las compras institucionales en arteBA; es un aliado estratégico porque también legitima a los artistas jóvenes y "redescubre" maestros. Costantini es un empresario conocido, que hace las cosas bien, sus proyectos tienen éxito y cuenta lo que compra y lo que gasta, algo raro en nuestro país. Demostró que podía haber buena química entre las finanzas y el arte.
-Bueno, el mejor ejemplo lo tengo delante, es Facundo Gómez Minujin, hijo de la más mediática de las artistas argentinas y de un economista de perfil bajo. Rodeado de arte desde la infancia, ¿coleccionás?
-No. Soy un comprador de cuadros, no un coleccionista, que es alguien con un sistema y un objetivo. Compro artistas emergentes, jóvenes, y también obras en las galerías extranjeras que vienen a la feria. En realidad, mi interés es la gestión. Me considero un hombre de acción, empecé en arteBA en los noventa y fui, sucesivamente, tesorero, secretario, vicepresidente. Es un gran equipo. Cuando termine mi "mandato" seguiré en la Fundación como soldado raso.
-Presidente del J.P. Morgan y número uno de arteBA, ¿cómo se manejan los tiempos entre dos mundos tan distintos?
-Trabajo como mínimo 11 horas por día. Me gusta mucho lo que hago, lo que es fundamental. arteBA es un lugar gratificante como lo es estar rodeado de artistas, conocer sus proyectos, verlos crecer.
-Tenemos buenos artistas y precios competitivos, lástima que el cuco de la AFIP desaliente a muchos potenciales compradores.
-No creo que esto suceda. El volumen de ventas no supera los 2 millones de dólares y sería mala política amedrentar a un mercado que es chico y tiene precios competitivos si se los compara con los de San Pablo, por ejemplo, y con los 2 millones de dólares que cuesta un Adriana Vareja o un Beatriz Milhazes. Es un mito pensar que la feria mueve fortunas y que los compradores de obras de arte son millonarios.
Precisiones del mundo del arte
Su futuro, el mercado y lo que se viene en la feria
F. GÓMEZ MINUJIN
Pte. Fundación arteBA
- "No funciona el deseo cuando crece la paranoia"
- "Este año tendremos un batallón de coleccionistas extranjeros"
- "No veo una crisis en lo inmediato, arteBA tiene que adaptarse al contexto"
- "Cuando termine mi mandato seguiré en la Fundación como un soldado raso"