Giulio Tononi: "Para nosotros, dormir es como comer o tener sexo; la cuestión es: ¿se parece más a comer o a tener sexo?"
Bio
Profesión: psiquiatra y neurobiólogo
Edad: 56 años
Nació en Trento y se graduó en la Escuela de Estudios Avanzados Sant’ Anna de Pisa, Italia. Es profesor de psiquiatría, estudios de la conciencia y medicina del sueño de la Universidad de Wisconsin–Madison
Cada día, cuando nos rodean las tinieblas de la noche y el mundo diurno se desvanece, perdemos la conciencia hasta que nos despertamos o soñamos. Pero ¿qué es la conciencia? ¿Qué significa y de qué está hecha? ¿Cómo se genera dentro del cerebro? Con estas preguntas inicia Giulio Tononi el prefacio de su último libro Phi. Un viaje del cerebro al alma. Son las mismas que el científico italiano se hace desde que, a los 16 años, este misterio lo asaltó en todas sus dimensiones, desde la moral a la funcional, confiesa el actual director del Centro de Investigación del Sueño y la Conciencia de la Universidad de Wisconsin-Madison, en los Estados Unidos, que acaba de pasar por Buenos Aires para dar conferencias y recibir un doctorado honoris causa de la Universidad de San Martín. "En el laboratorio estudiamos los mecanismos del sueño y, sobre todo, tratamos de explicar la función -cuenta-: por qué todos tenemos que dormir, por qué todos los animales duermen."
-¿Duermen las plantas?
-Tienen ritmos circadianos, pero no está para nada claro que podamos hablar de sueño en plantas. Tampoco era evidente que los animales que no son mamíferos durmieran. Por eso, una de las cosas que hicimos con mi colaboradora, Chiara Chirelli, fue estudiar algunos que son muy diferentes, como las moscas de la fruta, y tratar de determinar si hacían algo que pudiera considerarse dormir. Llegamos a la conclusión de que sí.
-Y duermen mucho...
-Más que yo, desafortunadamente. Hasta donde sabemos, por lo menos todos los animales que fueron estudiados con cuidado, duermen. Hay varios ejemplos de mamíferos marinos que duermen de una manera muy especial: continúan nadando con medio cerebro despierto y la otra mitad, dormida. Esto también muestra que dormir es esencial, porque la evolución se aseguró de que se conservara.
-¿Se puede morir por falta de sueño?
-En los humanos, hay un desorden muy raro, llamado "insomnio familiar fatal" que, como dice su nombre, mata. Los pacientes duermen cada vez menos y finalmente nada de nada, salvo momentos en los que están soñando o alucinando. Pero es difícil saber si mueren por falta de sueño o por otros problemas causados por la enfermedad.
-¿Qué sugiere el análisis de sus cerebros?
- Hay degeneración en ciertas partes, pero igual es difícil explicar por qué mueren. Podría haber lesiones muy pequeñas que no fueron localizadas y que son la causa de muerte. También se estudió la privación de sueño en ratas. El resultado fue que, invariablemente, la rata privada de sueño moría. Pero a pesar de que se estudió profundamente el por qué no se pudo averiguar. Es un misterio total. De modo que sí, usted probablemente morirá si sufre una privación extrema de sueño, pero no está claro por qué ni cómo. Uno dejaría cualquier cosa para dormir, incluso dejaría de alimentarse.
-Es decir que el sueño, que se estudia desde épocas remotas, continúa siendo un misterio...
-Lo que nosotros tratamos de hacer fue dilucidar qué función cumple en cualquier especie. Y tenemos una hipótesis, llamada "de homeostasis sináptica" (o SHY, según sus siglas en inglés). Postulamos que sirve para la "renormalización" de las sinapsis y que es el precio por aprender. Mientras estamos despiertos, aprendemos todo el tiempo, lo queramos o no. Así, al final del día muchas cosas habrán dejado rastros en el cerebro. Y esas trazas se traducirán en conexiones reforzadas entre las neuronas. Pero no podemos seguir reforzando y reforzando las conexiones entre las neuronas, algo tiene que pasar. Nuestra idea es que, al dormir, el cerebro (ya reunimos mucha evidencia acerca de esto), debilita las conexiones. Pero no solamente las que se reforzaron más, porque si no, uno no aprendería nada. Preserva las cosas que son consistentes y se despoja del ruido, por decirlo de algún modo. Así, al final de la noche se restableció el buen funcionamiento del cerebro, y se combinaron los nuevos conocimientos con los antiguos.
-Su hipótesis es llamativa, porque había una explicación que era exactamente la opuesta: que las sinapsis se reforzaban y por eso a los estudiantes que dormían la noche anterior a los exámenes les iba mejor.
-Permítame decirle esto: el sueño tiene efectos en el aprendizaje, pero son extremadamente complicados. A veces el sueño ayuda a recordar, a veces no hace diferencia, y a veces hace olvidar. Después de tantos experimentos, la imagen no es tan sencilla como "te vas a dormir y recordás mejor las cosas".
-Es una receta que se escuchó con insistencia...
-Sí, y se transformó en una suerte de mito, incluso entre los neurocientíficos. Pero la evidencia que surge de analizar las moléculas involucradas, y literalmente contar las conexiones entre las neuronas y medir qué tan fuertes son, que es algo que nosotros hicimos, indica que aumentan durante la vigilia y disminuyen durante el sueño, y que ese cambio es de alrededor de un 20%, lo que es enorme. En el córtex cerebral hay unas 130 billones de sinapsis, y si éstas "engordan" al estar despiertos, y "adelgazan" al dormir, eso nos dice algo. Los efectos en la memoria son importantes, pero sutiles. De algún modo, dormir es una forma de hacer más consistente nuestro conocimiento del mundo, en lugar de reforzar este o aquel recuerdo en particular.
-Suele decirse que muchas patologías actuales se vinculan con la falta de sueño. ¿Qué opina?
-Dormir es como comer o tener sexo. La cuestión es: ¿se parece más a comer o a tener sexo? Si es más como comer, uno absolutamente tiene que hacerlo; si es más como el sexo, uno puede abstenerse. Por el momento, parece que es más como comer, porque si uno no duerme, se muere. Las abuelas dicen que uno debería comer saludable y moderadamente. Eso se aplica también al sueño.
-¿No es mejor dormir 10 o 12 horas?
-De hecho, si uno mira los datos estadísticos, demasiado sueño y demasiado poco están ambos asociados con más alta mortalidad o morbilidad, aunque siempre es difícil saber qué es la causa y qué la consecuencia. Y, sí, la moderacion es buena, pero no caigamos en los neuromitos.
-También trabaja en un modelo de la conciencia. ¿Tiene una definición?
-Tener conciencia es tener una experiencia. No necesariamente uno está consciente del mundo externo, puede estar soñando, y cuando sueña tiene experiencias. No necesita ver el mundo, puede ver cosas que no están ahí, y lo hacemos todas las noches. Y cuando usted piensa sobre la conciencia, puede pensar sobre el pensamiento.
Los recién nacidos no hablan, pero tendemos a pensar que probablemente estén conscientes. La mayoría de las personas tiende a decir que sus perros están conscientes y lo mismo para los gatos. Y después, hay máquinas que pueden manejar, hablar, escuchar, traducir
-Ganar al Go y al ajedrez...
-...Y reconocer caras mejor que usted y que yo. Pronto podremos tener una máquina capaz de hacer todo tipo de cosas muy bien.
-¿Entonces, podrá decirse que es consciente?
-La teoría en la que he estado trabajando dice absolutamente que no. Estas máquinas van a hacer todo lo que hacemos nosotros, pensarán todo lo que nosotros pensamos, aprenderán, mostrarán emociones... Y sin embargo, carecerán de experiencias. Serán zombies. Estamos preocupados de que las máquinas se queden con nuestros trabajos, lo que tal vez hagan, de que se deshagan de nosotros, algo que podrían hacer si son muy inteligentes, pero no nos preocupamos de que podríamos dejarle el mundo a un puñado de máquinas que no están allí. Que ni existen. Existen para nosotros, pero no para ellas mismas. Tener conciencia es existir para uno mismo como una única entidad integrada con un largo repertorio de experiencias posibles. La conciencia no es una función, sino existir como una entidad integrada. Dentro de nuestro cerebro hay una parte organizada para que nosotros seamos conscientes, y creemos que es principalmente en un área posterior del córtex cerebral. Hay otras regiones que parecen similares, como el cerebelo, que podemos retirar sin afectar para nada la conciencia. Uno lo saca y la conciencia no desaparece. Es un hecho. Pero si uno quiere tener una teoría de la conciencia no puede decir "esta parte parece ser importante y las otras, no". Hay que saber por qué. Es una ruta larga y difícil.
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