Los dos ejemplares, cruce de tigresa con león, nacieron hace siete años en esa provincia; también serán mudados otros 19 felinos y una osa; preocupa a un experto uruguayo las nuevas condiciones de vida que tendrán los animales
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Esta tarde, a las 18, saldrán desde el exzoológico de La Rioja rumbo a Entre Ríos, a Tekove Nymba, el único recientemente declarado santuario de la Argentina, Gina y Xelem, dos ligres, que tocarán por primera vez en su vida, la tierra. Las ligres son frutos del cruce de una tigresa con un león, o sea un experimento científico que en la naturaleza no existe, y de los cuales hay pocos ejemplares en el mundo. “Su aspecto es el de un gigantesco león con rayas de tigre, difusas”, dice Alejandra Juárez, quien dirige Proyecto Carayá, y ha trabajado muchos años con felinos. “Si fueran un macho con una hembra, no podrían tener cría entre ellos, pero sí podrían hacerlo si cada una de ellas se apareara con un león o con un tigre. Nacerían liligrones, en el caso de que el padre fuera león, y titigrones, en el caso de que fuera con un tigre.
“Estoy tan emocionada -dice Inés Brizuela y Doria, intendente de La Rioja-. Antes de ayer [por el miércoles] fui a hacer un videíto. Ellas no conocen más que la tierra muerta (nacieron hace siete años en el zoológico de La Rioja). Pensaba en cómo reaccionarían en el momento en el cual se abra la caja que las transportará y pisarán el pasto en un ambiente sin rejas. Imaginaba a las personas que nacen ciegas, que adquieren la visión, y que descubren el mundo”. Y aclara: “Las ligres tienen siete años, nacieron en el exzoológico Yastay. Saldrán de aquí a las 18 y viajarán con la fresca de la noche. Calculamos 16 horas. Dependiendo de la adaptación que tengan, se hará un traslado cada quince días. Ellas ya están listas para ingresar a la caja que las trasladará. Las cajas se hicieron mediante normas de seguridad internacionales, de hierro con orificios. Las acompañarán durante el viaje, dos cuidadores y Laura Agüero, que es la secretaria de Parques Municipales, a cargo de la operación y todo el equipo. Tendrán un espacio de seis hectáreas”, suma Brizuela y Doria.
“Seguiremos con la osa parda “Tiffi”, después se irán los tigres de Bengala, los leones y por último, los pumas. Son 19 grandes felinos, más la osa. En 2011, yo era diputada provincial, y promoví junto con la Fundación Igualdad Animal, la ley 9.925, que prohibía zoológicos, espectáculos de animales y circos. A partir de ahí, el zoológico se cerró al público. Cuando asumí, en diciembre de 2019, como intendente, los animales llevaban 35 días sin comer”, aclara la jefa comunal de la capital provincial.
El zoológico de la Rioja tiene un oscurísimo pasado en manos del doctor Rodríguez, quien fuera, además de director del Complejo Yastay, durante varios periodos, el veterinario personal del zoológico privado de animales exóticos que poseía Carlos Menem. Aseguran también que Coco, el yacaré que hoy vive en Tekove Nymba, trasladado desde allí, fue un regalo a un gobernador, así podríamos contar cientos de historias de animales coleccionados de distintas partes del mundo. También es de público conocimiento que nacieron liliegres, pero que murieron casi inmediatamente.
Tekove Nymba es hoy el único espacio declarado santuario por la gestión de Juan Cabandié [el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación]. La misma organización se hará cargo del traslado de los animales hacia Entre Ríos y fueron construidos los recintos de seis hectáreas en los que se alojarán los felinos. Juan Villalba Macías. el naturalista con 50 años de actividad como consultor internacional en conservación de la naturaleza y zoológicos y director y diseñador del Bioparque M’Bopicuá, en Uruguay, al ser consultado acerca de Tekove Nymba, afirma: “Tengo una posición tomada. Creo que la palabra ha sido desvirtuada en Estados Unidos y luego en América Latina. Muchos han sido negocios encubiertos. La gente de buena fe dona dinero y hace sacrificios para salvar a los animales y muchos de ellos son un gran negocio cubierto por esa palabra. Hay muy pocos que merezcan mi consideración. La Argentina tiene capacidad de profesionales de primer nivel y creo que no los está aprovechando.
“Estas decisiones quedan en manos políticas y en gente que tiene buenas intenciones, pero que no saben. Este santuario no reúne las condiciones de hábitat, ni de seguridad, para grandes felinos. Son animales que requieren medidas de seguridad pues si se produce una fuga, fatalmente termina trágicamente. O terminan matando al animal que se fuga. Hay informes que apuntan a que no reúne las condiciones adecuadas. Me da lástima que no se encuentren soluciones mejores con la cantidad de buenísimos profesionales que hay en la Argentina. Reivindico muchas profesionales de la Argentina que podrían aportar muchas ideas. Una cosa es manejar búfalos o burros. Además, en general los santuarios se especializan en felinos o en grandes primates, o en ciertos animales, pero no deberían tener un poco de cada cosa”, asegura Macías.
Hoy en La Rioja, el ambiente es de alegría. “Todo el predio de Yatay tiene dos hectáreas y el espacio definitivo adónde van a estar, tiene seis hectáreas”, dice la intendenta. Y recuerda el proceso por el cual resolvió trabajar en la transformación del zoológico de La Rioja: “Cuando era chica mi paseo con los niños era ir al zoológico. Un día me encontré con un oso enorme en una jaula diminuta. El oso sólo tenía espacio para estar parado en la jaula. No podía sentarse. Nos hacía una reverencia, pues había llegado de un circo. Ver semejante animalote en ese espacio queriendo agradarnos me hizo darme cuenta de que eso estaba muy mal. De que era inhumano, y ese día juré no volver más. El tiempo fue pasando y me tocó ser diputada provincial y luego, intendenta. Soy una privilegiada, porque con esto cierro el círculo de la buena política. Como diputada hago una ley y como intendenta puedo cumplir con la ley”.
Sin duda, el cambio cultural con respecto a los animales se empieza a materializar. Ya son menos los que aceptan pasivamente el sufrimiento de estos. Pero también es cierto que ellos han sido rehenes de la humanidad y los siguen siendo. Ver un animal en mal estado, en una pequeña jaula de cemento, ha dejado de ser un negocio. Cuidemos que los santuarios, no se transformen en el nuevo negocio, y alegrémosnos por mejorar algo la vida de esos animales cuyo único pecado, es su belleza y magnificencia.
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