Generación Greta: son jóvenes activistas y pelearán por incluir la voz argentina en la Cumbre del Clima
Con una agenda propia, unos 25 representantes del país participarán del encuentro, que comenzará mañana en la ciudad escocesa de Glasgow
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A pesar de la pandemia, esta va a ser una de las cumbres más multitudinarias y en la que la participación de los jóvenes va a ser masiva y central. Por eso, el comienzo mañana de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) tiene revolucionada a la ciudad escocesa de Glasgow. Y hasta allí llegó la delegación de argentinos con altas expectativas de ser protagonista. Viajaron unos 25, que tienen entre 19 y 30 años. Son estudiantes universitarios y están comprometidos con alguna organización desde la que llevaron su activismo ambiental al plano internacional.
Para algunos de ellos, hasta 2019 el cambio climático era un problema de otros. Sin embargo, hubo un clic, un momento de decisión en el que algo cambió. Desde ese momento, se volvieron parte del movimiento global que tomó fuerza de la mano de la activista sueca Greta Thunberg y que llevó a miles de jóvenes a militar la causa ambiental. Algunos sufren de “ecoansiedad”, un término que se usa para explicar la angustia al sentir que el peso del mundo que van a heredar recae sobre sus hombros. Otros se volvieron veganos. Y un tercer grupo cambió sus pautas de consumo y hasta su forma de vestir. Abandonaron el plástico y hasta repensaron qué carrera estudiar. Se acostumbraron a pensar sus decisiones a escala global. Sin casi darse cuenta, esta lucha se convirtió en la razón de sus vidas.
Los llaman la “generación Greta” o “generación climática”. De hecho, varios de los activistas argentinos, hoy tienen un rol protagónico. Como Bruno Rodríguez, de 20 años, que fue uno de los oradores junto a Thunberg en la Cumbre de Acción Climática de la Juventud, en Nueva York, en 2019, y que, ahora, fue convocado para dar una ponencia durante una reunión paralela de jóvenes activistas que organiza The New York Times, de la que participarán el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas António Guterres, la propia Thunberg, y el actor Leonardo DiCaprio, entre otros. O como Nicole Becker, de 19 años, que estudia derecho en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y es una de las impulsoras del movimiento Most Affected People and Areas (MAPA), un proyecto dentro de Jóvenes por el Clima, la organización de Greta, que busca promover que en estas cumbres estén mejor representadas en la toma de decisiones las personas y las zonas más castigadas por el cambio climático.
Hacerse un lugar
No fue sencillo para los jóvenes argentinos llegar hasta Escocia. Tanto por las restricciones de la pandemia como por el factor económico. En la práctica, la mayoría logró alguna beca o algún tipo de financiamiento de un organismo internacional, ya que hacerse un lugar en la cumbre significa una inversión de unos US$5000. Algunos llegaron hace pocos días, y no sabían cómo iban a impactar las medidas por la crisis sanitaria. Si la vacuna que recibieron les iba a permitir ingresar, cuántos hisopados iban a necesitar o bien si iban a tener que hacer cuarentena al arribar. Sin embargo, la salida de la Argentina de la lista roja de países para el Reino Unido facilitó el ingreso. En cambio, otro grupo ya está en la zona desde hace más de un mes, donde participa de diferentes encuentros en ciudades como Estocolmo y Londres y, ahora desde hace varios días, en Glasgow.
“Esta es la cumbre de los jóvenes”, dice Máximo Mazzocco, de 30 años, e integrante de la organización Eco House, que, desde hace un mes, está involucrado en las actividades preparatorias al encuentro central. La primera fue la Cumbre Climática de la Juventud, en Milán, de la que participaron 300 personas de todo el mundo, entre ellos 70 latinos. Después siguió la PreCop, y en estos días se realiza la Conferencia de la Juventud (COY, por sus siglas en inglés). En tanto, el 5 próximo habrá una marcha de jóvenes, en la que estará Greta. Se esperan que se movilicen más de 100.000 personas.
Ahora están dando forma al documento final de la declaración de los jóvenes sobre el cambio climático, que se dará a conocer el lunes próximo. “Tiene tres focos. El primero es el financiamiento climático. Hay que cambiar la estructura entera de una sociedad de consumo. Sin recursos, es imposible. Somos 8000 millones de seres humanos y no queremos dejar a nadie atrás. Se necesita financiamiento para hacer una transición inclusiva. Y esto, por responsabilidades, cae sobre el norte global. Ahora, tienen que decir cómo van a hacer. El segundo foco es el rol de la educación. Como el cambio que se necesita es tan estructural, solo se puede hacer estando todos en el mismo barco. Y hoy, todavía, el analfabetismo climático es enorme. El tercer reclamo es la participación real con voz y peso de la juventud entre los tomadores de decisiones. Si vos estás decidiendo mi presente y mi futuro, que pende de un hilo, yo quiero estar en esa mesa”, apunta Mazzocco.
Mercedes Pombo es estudiante de Filosofía y tiene 21 años. Hace dos días viajó a Escocia, después de infinidad de trámites. Ella pertenece a la agrupación Jóvenes por el Clima y logró ser una de las activistas que Unicef llevó a la cumbre.
“Es muy importante que los latinoamericanos estemos acá. En general, en estos ámbitos predominan voces del Norte, y faltan las de los países que se ven más afectados. Y sobre todo la juventud”, dice. Y completa: “Este año la participación de los jóvenes va a ser el signo de la COP. La particularidad es que se hace en medio de una pandemia y en medio de los fenómenos climáticos extremos. Con la comitiva argentina venimos hablando sobre cuál es la impronta argentina. Como el tema del financiamiento va a ser central, la Argentina tiene un reclamo internacional muy importante como acreedor ambiental”.
Cuestión de causas
Desde que se involucró en esta lucha, la cuestión climática se convirtió en parte de la vida de Becker. También ella llegó desde hace casi un mes para participar de encuentros previos. El primero en Estocolmo, con la organización de Greta y después, en Londres. “Soy muy activa en el movimiento internacional”, cuenta. En la COP anterior, apenas estaba incursionando en el tema, pero le llamó la atención lo subrepresentados que estaban los países más afectados. Por eso, se involucró en la creación de MAPA.
“Espero que esta sea una COP en la que se lleguen a resultados. En 2019 no se llegó a nada. Ya tenemos el Acuerdo de París, que se cerró en 2015, de no superar los 1,5°C, pero ahora el tema es cómo reglamentarlo”, explica Nicole. En los próximos días, participará de un encuentro con el secretario general de Naciones Unidas, junto a Greta, entre otros, donde expondrá la perspectiva de los jóvenes.
¿Cómo llegó a involucrarse en esta lucha? “En febrero de 2019, vi un video en Instagram de jóvenes en Europa marchando por la crisis climática y llamando a la primera movilización internacional. Me pregunté por qué había jóvenes de mi edad preocupados por un tema del que en la Argentina ni se hablaba. Después entendí que porque tenían información. Entendí que la crisis climática es un asunto de derechos humanos. Cuando conocí el riesgo que tendría mi generación, sentí bronca de no haber decidido nada y de saber que vamos a ser nosotros los que vamos a tener que hacernos cargo de esas consecuencias. Entonces, decidí convertir todo ese miedo, esa indignación en acción colectiva”, resume.
Nina Sosnitsky, de 22 años, acaba de aterrizar en Glasgow. Es estudiante de cine y vive en Tucumán, a donde se mudó hace poco más de un año y donde armó la versión local del movimiento Jóvenes por el Clima. “Mi expectativa personal es que todo lo que se vaya a decidir en la COP26 pueda materializarse luego con acciones concretas en todas las regiones. La crisis climática es también un asunto de derechos humanos y las resoluciones deberán tener esta perspectiva”, argumenta.
“La Argentina, al igual que todos los países latinoamericanos, debe posicionarse firmemente ya que será una de las regiones más afectadas por la crisis climática a nivel ambiental y social. Debemos transformar nuestro país y no que siga siendo una puerta abierta, avalando megaproyectos extractivos a costa de comunidades enteras”, reflexiona.
Rodríguez nació en el barrio de Paternal, estudia Ciencias Políticas en la UBA y en poco tiempo se convirtió en uno de los referentes nacionales e internacionales de la lucha climática. El diario The New York Times lo convocó para ser parte del proyecto Generation Climate Initiative. Para esta cumbre, se organizó un evento paralelo en Glasgow, que reúne a los jóvenes activistas y que lo tendrá a Rodríguez como uno de los oradores. El 11 próximo, previo al cierre del encuentro central, será su turno para disertar sobre lo que llama “optimismo o catastrofismo frente a la crisis climática”. “Mi expectativa es que en esta COP se eleve el nivel de ambición de los compromisos climáticos que asumen los estados. Las políticas de transición, sobre todo en el sistema energético y de producción de los alimentos deben tener una perspectiva de justicia social, de derechos humanos, de respeto de la soberanía de los países y debe ser liderado por el Sur global”, concluye.
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