LA NACION
Este documento, elaborado por los medios socios del Grupo de Diarios de América (GDA), apunta a mantener y afianzar la excelencia periodística de nuestros medios socios en todas las plataformas.
No se trata, ni mucho menos, de verdades reveladas. Varios de los puntos planteados pueden sonar obvios; sin embargo, la experiencia diaria ha mostrado que no pocas veces esas obviedades se nos pasan.
Los medios del GDA lo consideran el Decálogo del Proceso de Transformación Digital en la Redacción*:
- PERSEGUIR LAS GRANDES HISTORIAS. La esencia del oficio es la misma de siempre: encontrar y contar grandes historias, sobre todo aquellas que nadie ha contado antes. Debemos contarlas con rigor periodístico, calidad en la presentación, riqueza gráfica y audiovisual, y profundidad del análisis sobre su impacto y/o la importancia del personaje. Debemos contarlas mejor. Y si es posible, primero.
- PENSAR EN NUESTRAS AUDIENCIAS. El oficio periodístico ofrece un servicio: brindar los temas de interés a nuestras audiencias de la manera más rápida y sólida posible. La multiplicidad actual de la información, no necesariamente verdadera, nos obliga a convertirnos en validadores. Eso esperan de nosotros, claridad en medio del océano digital: contexto, exactitud, creatividad. Antes que nada, exactitud. Debemos orientarnos por la información que los lectores nos proveen en su consumo diario y utilizar las métricas de una manera proactiva, inteligente y creativa.
- VARIEDAD EN LA OFERTA INFORMATIVA. Debemos pensar en un menú balanceado para la agenda semanal: exclusivas, investigaciones, crónicas, historias bien narradas. Análisis escritos y en video. Entrevistas con los protagonistas de las noticias coyunturales, y también con los personajes que siempre generan noticia. Infografías con datos relevantes. Videos. Al menos un informe de profundidad por semana. El interés de la audiencia no es monocorde ni único. Nuestra oferta periodística tampoco puede serlo.
- RIGOR Y CALIDAD. Debemos verificar de la manera más completa posible cada información que circula en nuestras plataformas: el estándar supone consultar y citar tres fuentes diferentes. Evitemos atribuir la información a una fuente cuando no la hemos podido comprobar por nosotros mismos. La credibilidad está consolidada a lo largo de nuestra historia por una conducta basada en la verificación de los datos. Pensemos en dos tiempos de la noticia: uno primero de al menos tres párrafos con la noticia, el contexto mínimo indispensable, un buen título SEO y una fotografía relacionada, sujeto a una ampliación al menos 10 minutos después. El segundo tiempo de las noticias -análisis, nuevos enfoques y protagonistas - se define y trabaja con la Mesa Central. Este proceso no justifica sacrificar exactitud por velocidad.
- DISTRIBUCIÓN Y SEGUIMIENTO. El impacto de nuestras historias no depende solo de la calidad con la cual las hacemos, sino también de la estrategia de distribución. Eso implica un adecuado uso del SEO y una planificación de cómo ser más inteligentes para moverlas en las redes sociales. Una noticia digital puede tener varias versiones de sí misma en una sola jornada.
- CONOCER LAS FUENTES EN PROFUNDIDAD. Hay que estudiar, averiguar y preguntar a las fuentes de primera mano, mantener vinculación constante con los protagonistas y los agentes de los hechos, y con los procesos de una noticia. Cada uno de nosotros debe tratar de ser la persona que más sabe de su fuente en el país, cultivarlas con método y ética y asegurarnos de incluir siempre diversidad de voces y perspectivas en nuestras historias
- AMPLIAR NUESTRA RED DE CONTACTOS PERIODÍSTICOS. Debemos ser constantes y disciplinados acerca de nuestro conocimiento de las fuentes, sus redes sociales y sus páginas web. A mayor información que tengamos, mayores recursos tendremos para construir nuevos desarrollos periodísticos. En términos periodísticos "no saber" se traduce en no saber qué hacer.
- ATENCIÓN A LA COMPETENCIA, A LAS REDES Y A NUESTROS MEDIOS. Un periodista no puede darse el lujo de no saber de qué se está hablando. Ello implica atender a la discusión en las redes sociales, pero asumiendo que no son reflejo cabal de la audiencia en general, si no cortes parciales que magnifican posturas y reducen otras, y cuyos insumos deben ser valorados críticamente. Hay que saber qué está haciendo la competencia, tanto local como internacional. Y, antes que nada, leer nuestros propios medios en todas sus plataformas. Este autoconocimiento es la base sobre la cual construimos nuestro periodismo.
- REVISAR Y CONTEXTUALIZAR. Bien y rápido no son antónimos. Nuestros contenidos deben ofrecer concisión, un método de chequeo y un circuito de publicación veloz, sin perder precisión. La misión de tratar de ser los primeros en publicar en el sitio NO ES EXCUSA para publicar textos imprecisos, con errores ortográficos o poco coherentes. En caso de error, borrar una información no es corregirla. La corrección debe ser inmediata y transparente.
- ORGULLO Y RESPONSABILIDAD. Cada uno de nosotros representa al medio de comunicación más influyente de su país. Esto implica una actitud ganadora frente a las fuentes a la hora de conseguir la información. Uno de nuestros sellos de calidad ha sido, siempre, conseguir lo que los otros no pueden. De cómo nos relacionemos con las fuentes -y esto pasa por el conocimiento de los temas y de las herramientas legales para conseguir la información; de la manera de presentarnos, de hablar y de desenvolvernos en las redes sociales, donde también somos embajadores de nuestras marcas- depende en buena medida el éxito en este oficio.
* Junta Directiva de GDA, Bogotá, abril de 2019
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