La masajista declaró que la voz que se escucha en la llamada de emergencia no es suya
"Yo no tengo esa voz y no tuteo ni a mis padres", aseveró Beatriz Michelini en el juicio por el encubrimiento del crimen de María Marta; la fiscalía pidió nuevamente acusar a Bártoli como partícipe necesario, pero el Tribunal rechazó el pedido
En una nueva audiencia del juicio por el encubrimiento del crimen de María Marta García Belsunce, declaró la masajista Beatriz Michelini durante casi cuatro horas. La mujer es juzgada por haber limpiado la escena del homicidio.
Lejos de la prensa y de los flashes de los fotógrafos, la imputada más esperada intentó pasar desapercibida hasta ser indagada. Con un relato pormenorizado y completo en detalles, describía cómo transcurrieron las horas desde que arribó a la casa de su cliente.
Uno de los momentos más tensos de la jornada se disparó cuando Michelini aseveró que la voz que se escuchaba en la llamada de emergencia no era suya. "Yo no tengo esa voz, además no tuteo ni a mis padres. Esa voz no es mía", afirmó durante su indagatoria.
Minutos previos, la masajista había hecho referencia a cuando ingresó la casa. "Ví a María Marta tirada en el piso y a Carrascosa acariciándole el pelo", recordó. Y añadió: "Me tiré al lado de ella y la noté caliente. Le tomé el pulso y ahí llegó Bártoli".
"Llamen a un médico, llamen a un médico le decía al señor. Fue todo tan rápido que yo estaba desesperada, no sabía que hacer. Bártoli me ayudaba con la reanimación", prosiguió.
Tras la visita del médico y la confirmación de que la socióloga estaba muerta, describió que le "pidieron que suba a limpiar" y que luego "tiró toda la basura a la calle".
El asesinato de María Marta tuvo lugar el 27 de octubre de 2002. En un primer juicio fue condenado a prisión perpetua como coautor del homicidio su marido, Carlos Carrascosa. En este segundo debate oral están en el banquillo Juan Hurtig, medio hermano de la víctima, Guillermo Bártoli, el cuñado, Horacio García Belsunce, el hermano, Juan Gauvry Gordon, uno de los médicos que estuvo en el lugar; Sergio Binello, vecino del country y Michelini.
Quién es Beatriz Michelini. Como cada domingo, esa tarde llegó al country para cumplir con la rutina de masajes de su clienta. Pero aquel 27 de octubre de 2002 no tuvo nada de rutinario. A partir de ese día, Michelini pasó a formar parte de una causa que desde hace casi nueve años busca desentrañar el crimen de María Marta.
(*) La llamada
El día en que se halló sin vida el cuerpo de María Marta, Carlos Carrascosa, su marido, realizó una llamada a la empresa OSDE para pedir una ambulancia. Eran las 19.07. En un peritaje realizado por Gendarmería Nacional, se escucha en segundo plano un diálogo entre un hombre y una mujer.
- Mujer (M): ¿No la ves?
- Hombre (H): Alguien va a llamar
- M: Tenela
- M: Tocala y te vas a dar cuenta
- H: Cerrá la puerta
- H: Sí, está muerta
- M: Dale, vamo´
El fiscal Diego Molina pico entendió que se trataba de dos personas manipulando el cuerpo de María Marta. La voz masculina fue reconocida: es la de Guillermo Bártoli, cuñado de la víctima, que también está en el banquillo en este juicio.
Pero la voz de la mujer no pudo ser identificada. Las sospechas siempre apuntaron hacia dos personas: Irene Hurtig, media hermana de María Marta y esposa de Bártoli, y Michelini.
En su declaración, la masajista podría no reconocer esa voz como suya, lo que dejaría bajo sospecha a Hurtig, que, a pesar de un intento de acusación de los fiscales, no forma parte de los imputados y su rol en este juicio sólo sería como testigo.
(*) La hora de llegada
Más allá de la declaración de Michelini, un factor clave para determinar si su voz es o no la que aparece en la llamada, es la hora en que la mujer ingresó al country. Sobre esto hubo todo un debate que en el primer juicio terminó complicando a Carrascosa.
En el fallo que condenó al viudo a prisión perpetua, el juez Carlos Natiello hizo la siguiente declaración:
"Comparto con la acusadora que con la llamada telefónica de las 19:07:58 hs. en la que se solicitara la ambulancia a OSDE, las contradicciones en los dichos de Carlos Carrascosa y de Guillermo Bártoli; y la declaración de Beatriz Michelini, se puede saber a ciencia cierta que, quienes se encontraban a la hora del hecho y en ese lugar, fueron el imputado Carrascosa y al menos otras dos personas, no siendo una de ellas la nombrada Michelini".
Carrascosa había dicho que Michelini estuvo en su casa minutos después de la muerte de María Marta, haciéndole recuperación cardiopulmonar, mientras él pedía por teléfono una ambulancia.
El mismo fallo establece que, según la declaración de los vigiladores del country Carmel, "Michelini estuvo esperando entre 15 y 20 minutos en la guardia del Carmel antes de ingresar efectivamente a la casa", y que se encontraba en la guardia del barrio privado "desde por lo menos las 18.55 hasta segundos antes de las 18.59" y que "por lo menos hasta las 18.58 continuaba esperando en la guardia". También sostiene que "las ambulancias llegaron unos diez minutos después de su arribo a la vivienda".
El juez también sostuvo que "la voz femenina –aún sin identificar- no pertenece obviamente a Beatriz Michelini, pues ésta se encontraba esperando en la guardia la autorización para ingresar".
(*) La limpieza de la escena
Independientemente de la hora en que Michelini ingresó a la casa y del debate sobre si su voz es o no la que aparece en la llamada, lo cierto es que la masajista está hoy en el banquillo por haber limpiado con lampazo, agua y lavandina la escena del crimen.
En su declaración indagatoria en 2003 , Michelini dijo que se sintió "usada" por la familia. Aseguró que el viudo "no había llamado a nadie cuando encontró el cuerpo y no se explicaba qué esperaba para socorrerla".
Además, sostuvo que Carrascosa fue quien le dijo que María Marta había muerto en un accidente, aunque no le explicó cómo fue dicho accidente y "que si no se lo pedía Bártoli", ella no hubiera lavado la escena del crimen.
(*) Las sospechas
Michelini fue una de las primeras a las que se les realizó el examen de ADN para cotejar con las manchas de sangre halladas en la casa de María Marta. El resultado dio negativo.
Sin embargo, poco antes de que empezara el segundo juicio, el viudo, desde la cárcel, apuntó contra la masajista . "Michelini tiene el mismo abogado que Nicolás Pachelo, quien pudo haber actuado como cómplice de los asesinos de María Marta. Creo que le pusieron a ese abogado para embarrar la cancha y para que la imputación cayera sobre nosotros", dijo Carrascosa.
Pachelo era un vecino del country que fue señalado por la familia como sospechoso del homicidio, pero que no fue imputado en la causa.