“Ganar la batalla”. Por qué creen los especialistas que el próximo mes será clave para evaluar cómo sigue la pandemia
Aunque desde junio se registraba una baja en los contagios, en las dos últimas semanas comenzó una tenue alza; los expertos creen que los datos de este mes y de noviembre serán centrales para pensar en la futura convivencia con el coronavirus
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Todos los especialistas y autoridades sanitarias coinciden: en la Argentina este es el mejor momento epidemiológico desde que comenzó la pandemia. En el plano local, el 71,2% de la población fue inoculada con una dosis de la vacuna contra el coronavirus y el 55,4% cuenta con el esquema completo. Además, desde junio los casos empezaron a bajar hasta llegar a un piso de 416 el 11 de este mes. No obstante, los contagios comenzaron a tener un tenue aumento en las últimas dos semanas. Hoy, se registraron 908 nuevos contagios y cuatro muertes. Ese número de fallecidos fue uno de los más bajos registrados en el año. Este último, es un dato a destacar. Si las infecciones siguen creciendo, pero no aumentan las muertes, “le habremos ganado la batalla al virus”, señala Eduardo López, infectólogo y asesor presidencial en cuestiones sanitarias.
“Lo que vemos es que la curva de descenso de contagios se amesetó y hubo un aumento en la última semana. Esto seguramente se deba al avance de la variante delta y el gran movimiento de personas. Sin embargo, por ahora las muertes están en baja y tampoco hay mayor ocupación de camas de terapia intensiva”, argumenta López. Aunque, el especialista advierte que habrá que seguir muy de cerca los datos de octubre y noviembre para determinar si se puede empezar a pensar en una convivencia con el virus sin que eso se traduzca en un incremento de los fallecidos.
“Hay que evaluar cómo evoluciona la curva. Tenemos que ser cautos y analizar lo que pase en el próximo mes. Si esto se mantiene así, seguramente pasemos a tener una convivencia con el virus que no impacte en la mortalidad. Si eso sucede le habremos ganado la batalla al virus, pero por ahora hay que esperar. Tenemos que destacar que la presencia de la delta aumentó en un 40% a expensas de la andina y la británica. Aún no es la predominante, pero es un dato para prestar atención porque aún hay muchos menores que no se vacunaron, como también hay mayores de edad que eligieron no vacunarse”, agrega López.
Jorge Aliaga, exdecano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y asesor del gobierno de la provincia de Buenos Aires, resalta que siempre la curva de ocupación de camas de terapia intensiva y de muertos va atrasada frente a la de casos confirmados, tanto cuando sube como cuando baja. “La gente que se contagió hoy es detectada en una semana, termina en UTI en dos semanas y se muere, si el cuadro se complejiza, dentro de 30 días aproximadamente”, indica Aliaga.
El especialista cree que en los meses venideros habrá un aumento en las muertes, pero no proporcional al de los contagios. “Es claro que el índice de letalidad al principio era mucho más alto que ahora porque no se daban corticoides para el tratamiento, había menos vacunación etcétera. Es un dato alentador, pero a veces es confuso utilizarlo para comparar distintos momentos porque el índice de letalidad depende de muchas variables”, describe Aliaga.
Gabriel Battistella, subsecretario de Atención Primaria, Ambulatoria y Comunitaria de la Ciudad de Buenos Aires, explica que han tenido un aumento leve de los casos en en el distrito porteño, sobre todo en los niños y adolescentes que son los menos vacunados, y que a nivel país cerca del 50% de los casos ya son de delta.
“Lo que vamos a hacer es analizar caso por caso para ver qué nivel de vacunación tiene cada uno. La hipótesis que tenemos es que cuando avancemos con la vacunación en niños los casos deberían mermar. Por otro lado, tenemos un nivel muy bajo de ocupación de camas de terapia, solo el 3,2%, y el 70% de la población con dos dosis en la Ciudad. Estaremos atentos al número de casos, a la positividad y al número de camas ocupadas”, indica Battistella.
“En promedio, el 38% de las muestras que mandamos a secuenciar en la provincia de Buenos Aires hoy son de la variante delta, pero hay lugares en donde ese número asciende al 50%. Creo que la tendencia será que los casos irán perdiendo gravedad y que conviviremos con la enfermedad como pasa con otros virus que circulan”, sostiene Enio García, epidemiólogo y jefe de asesores del Ministerio de Salud bonaerense.
Esta semana, la directora nacional de Epidemiología e Información Estratégica de la cartera sanitaria, Analía Rearte, señaló que posiblemente la Argentina tendrá un tercer brote vinculado con la variante delta, pero con menos camas de terapia ocupadas y menos muertes, pero que para lograrlo hay que llegar al 70% de personas vacunadas con dos dosis y buscar a los mayores de edad que aún no tomaron la decisión de inocularse.
Preocupación
Por su parte, Leda Guzzi, infectóloga y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), cree que el aumento de los casos de las últimas dos semanas es “preocupante”. Advierte que en la Argentina podría suceder lo mismo que en el Reino Unido o Israel, en donde tuvieron que retroceder con algunas medidas que habían tomado frente al aumento de casos de la variante delta.
“En los últimos 14 días aumentaron sutilmente los casos, En el Reino Unido e Israel flexibilizaron las medidas y hubo un brote de magnitud. Pero a favor nuestro tenemos que estamos más vacunados que la población del Reino Unido cuando empezó a tener el brote de delta”, opina Guzzi.
Aunque la especialista también cree que la necesidad de flexibilizar es necesaria por cuestiones vinculadas con la economía y con el cuidado integral de la salud: “Veo con buenos ojos que se puedan hacer más actividades. Solo que es importante advertir que, si los casos vuelven a aumentar, tal vez haya que tomar nuevas medidas con reincorporar los aforos”.
Sobre la posibilidad de convivir con el virus sin que eso de traduzca en más muertos, Guzzi cree que falta avanzar aún más con la vacunación, sobre todo de los menores. En las últimas semanas el ritmo de inoculación en la Argentina se ralentizó y hay un 10% de personas mayores de 18 años que pudiendo vacunarse, aún no lo hicieron.
Al respecto, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, ser consultada en CNN Radio sobre la desaceleración de la campaña de vacunación, indicó que eso es algo que sucedió también en el resto del mundo: “Sucede en todos los países que llegan a una vacunación elevada. Nosotros estamos hablando de que el 90% de los mayores de 18 años iniciaron el esquema, así que se ralentiza porque no tenemos muchas personas que necesitan iniciar el esquema y las segundas dosis están condicionadas a las llegadas de las vacunas y a que se cumpla el período mínimo [de espera entre vacuna y vacuna]”.
No obstante el escenario, observó que al contar actualmente con la vacuna para menores de 18 años y con la llegada de nuevas unidades de Pfizer y Sinopharm “se espera que el número de inmunizados realmente aumente, dado que se amplió la población objetivo. Respecto del 10% de mayores de 18 que aún no se inoculó, puede ser que tengan dificultades en el acceso o que tengan dudas o hayan decidido no vacunarse”, lamentó la ministra.
“Tenemos que intensificar la vacunación. Los niños y niñas de 3 a 11 años se tienen que inocular rápidamente si queremos que las clases sigan totalmente presenciales. Sobre el 10% de mayores de 18 años que no se vacunó, habrá que acercarse a esa población y explicarles con paciencia y empatía la importancia de hacerlo”, concluye Guzzi.
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