Fuego en Chubut: “No faltará mucho para que nos acusen”, dijo un referente mapuche

“Este incendio no fue natural. Lo hizo el Hombre”, señala Fernando Nahuelpan, líder de la comunidad mapuche que lleva su apellido y que se asienta en una de las laderas del cerro Piltriquitrón (Río Negro, límite con Chubut), que fue arrasado por las llamas los primeros días de febrero, en uno de los tantos incendios que se produjeron este verano. “El Gobierno utiliza esta tragedia para sacar rédito político”, afirma al referirse a los que están activos y que provocaron la quema de 2600 hectáreas de bosque, un muerto, más de 200 evacuados y dos centenares de casas destruidas.

“Fue curioso que todos los focos se iniciaran casi al mismo momento”, sostiene. Y añade: “No faltará mucho para que nos acusen a los mapuches de haber provocado los incendios”, afirma Nahuelpan. La zona de desastre cruza territorios de distintas comunidades. “¿Cómo alguien que vive de la tierra querrá iniciar un incendio?”, se pregunta.

Las llamas que se produjeron en Chubut y que se fueron descontrolando hasta llegar a Río Negro suceden en un área situada entre El Bolsón y el departamento Cushamen, en el noroeste chubutense. “Es tierra de conflicto y se mueven intereses muy poderosos”, afirma el referente. Y completa: “Lo sabemos muy bien: si hay tierras con intereses, se producen incendios”.

Muchas sospechas circulan por las redes sociales y se asientan en los vecinos de la Comarca Andina. Una apunta al sector minero que estaría interesado en explotar en las zonas aledañas a los focos de incendios, donde habría yacimientos de oro. La industria minera (a cielo abierto) está prohibida en Chubut, aunque el gobierno provincial plantea la habilitación de la actividad extractivista, luego del plebiscito de 2003, cuando la población de Esquel se manifestó en contra. Los departamentos donde se habilitarían serían Telsen y Gastre, este último vecino a Cushamen, epicentro de los incendios.

Según informó el portal regional InfoChucao, el origen de los incendios podría haber comenzado por una supuesta falla eléctrica ocurrida el domingo 7 de marzo en un poste de luz en la zona de Las Golondrinas (Chubut). Por las redes sociales, vecinos advirtieron que el tendido eléctrico es viejo. “Era un día ideal para una catástrofe, mucho viento, alta temperatura, y el clima muy seco”, sugiere Nahuelpan. “Es sospechoso que los focos se activaron casi al mismo tiempo, y que todos fueron en Chubut”, insiste.

“Esto es consecuencia de lo obsoleto que es el servicio eléctrico: explotaron los transformadores viejos por falta de mantenimiento”, escribió Angélica Rivas en el muro de Facebook del sitio web InfoChucao, el espacio donde toda la Comarca Andina se expresa.

Respuesta oficial

El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, que está en Chubut, abonó a la teoría de la intencionalidad y radicó una denuncia penal en el Juzgado Federal de Esquel. “Esperamos que la Justicia investigue”, afirma consultado por LA NACIÓN. No se aventura a afirmar quién o quiénes fueron los responsables de provocar los incendios. “Hay división de poderes. La Justicia lo dirá”, señala.

El rol del Estado es cuestionado. “Tienen herramientas y no se las dan a los voluntarios”, sostiene Nahuelpan. El voluntario no es el brigadista, reflexiona. “Es un campesino que deja de hacer su trabajo tierra adentro para ponerse al hombro la tarea de apagar el incendio”, agrega. “Traen brigadistas del norte que llegan al sur muertos de cansancio”, reconoce.

“Les cuesta reconocer que la sociedad civil se una y se empodera para apagar los incendios”, afirma Nahuelpan. Refiere el hecho que un grupo de brigadistas de La Rioja llegó hace dos días a la zona de los incendios luego de estar más de 30 horas viajando en un colectivo de larga distancia. “No sirve esto”, afirma. Reclama que a los voluntarios no se les den herramientas, como a los brigadistas para poder hacer mejor el trabajo. “Son campesinos, conocen mejor que nadie la zona”, sostiene.

“No sería responsable darle herramientas a los voluntarios. No tienen formación, puede cambiar el viento, no están preparados para realizar esa tarea”, sostiene Cabandié. “Tenemos que cuidar a la sociedad civil”, afirma. “Los brigadistas tienen formación, y por eso les damos herramientas para apagar el incendio”, determina. “El Gobierno da discursos vacíos para mostrar que está haciendo algo”, critica Nahuelpan.

El incendio en Chubut comenzó el domingo pasado, en Las Golondrinas, sobre el límite con Río Negro, en forma simultánea se activaron focos en Cholila, El Maitén, Buenos Aires Chico, Lago Pueblo y El Hoyo. En la segunda provincia se diseminó hasta alcanzar la Cuesta del Ternero y cercanías de El Bolsón.

La solidaridad de distintas organizaciones no gubernamentales, instituciones y vecinos es fuerte y se manifiesta en redes sociales y en grupos de WhatsApp. La Fundación Cruzada Patagónica (en Instagram: @cruzadapatagonica), que trabaja en la zona cordillerana, inició una campaña de donación para recolectar, entre otros objetos, pilas grandes, agua, velas, ropa, calzado y medicamentos para tratar quemaduras. “La solidaridad molesta al Gobierno porque los hace ver que no están a la altura de las circunstancias”, concluye Nahuelpan.

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