Frío Cero cerró su campaña de invierno en la Plaza de Mayo
Durante 114 días, Red Solidaria brindó alimentos, ropa y contención a centenares de personas en situación de calle en la ciudad
El viernes pasado, al costado de la Plaza de Mayo que da a la calle Rivadavia, frente a la Catedral Metropolitana, hay gente comiendo. Son más de los que caben en la L de tablas y caballetes que forma la mesa. Los que no tienen espacio para sentarse comen de pie. Debe de haber unas 160 personas. Ya pasó la sopa y ahora es el momento del plato principal: penne rigati a la bolognesa, los llama la gente que los preparó: dueña y empleados solidarios del food trucking Delphos. Fideos con tuco, los llaman los comensales. Mientras comen, el Chaqueño Palavecino canta para ellos.
Los más entusiastas con la música prácticamente los rodean a él y a su banda: el resto ve lo que puede, como puede, desde las mesas. Pasa a saludar el presidente de River, Rodolfo D'Onofrio: él y el club suelen participar en actividades solidarias. D'Onofrio dice que aprendió esos valores de joven con su confesor, el padre Carlos Mugica. Los que no están comiendo esperan que alguno de los voluntarios les sirva. Sin embargo, no se limitan a servir: le preguntan a la gente cómo está, cómo se siente, en algunos casos parecen retomar alguna conversación antigua.
Es la última cena de invierno del programa Frío Cero, organizado por Red Solidaria, que preside Juan Carr. "Si hablás con la gente vas a conocer historias fuertes: la mayoría de los que están acá está en situación de calle. Y es muy difícil salir. Si de cada 70 personas, cuatro o cinco consiguen un trabajo en un año es para festejar, porque la calle golpea mucho. Cada uno vive su propia catástrofe", prenuncia Carr.
Caso uno
-Acá el que se muere de hambre es el que no se sabe arreglar -dice Juan, uno de los comensales, que a sus 44 años vive en la calle, frente a la sede del Banco Nación, al costado de la Casa de Gobierno-. ¿Sabés la cantidad de comida buena, rica, que tiran los restaurantes todos los días, y que te encontrás en los tachos de basura? Yo llevo mi carro, me junto 70, 80 mangos vendiendo cartones, me compro un choripán, un pancho, y con eso y lo que se encuentra en la calle te alcanza y te sobra... No duermo en los paradores de la ciudad porque se arma bondi: el otro te dice "dámelo todo" y tenés que agarrarte a las piñas. Voy ahí a bañarme, eso sí. Me gustaría conocer una persona y traer hijos al mundo, pero tendría que tener una base económica que no tengo. Hasta hace dos años trabajaba en una fábrica de bolsas para cargar arena. Como era clandestina, la cerraron, y nos quedamos en la calle. Yo te entiendo: no está en regla, ¿pero qué hacemos con los empleados?
Caso dos
Agustín tiene 59 años, aparenta bastante más y vive solo, en Berazategui. Tiene casa y trabaja de vendedor ambulante. Todos los días se va a Puerto Madero a vender golosinas: turrones, mantecol, chocolate, obleas y, cuando se puede, helado, que es lo que más sale cuando no hace frío.
-Vengo por los alimentos y porque hay gente muy educada que nos escucha, nos trata bien y se sacrifica por nosotros. No tengo obra social, no tengo nada... Yo sacaré entre 1500 y 2000 pesos trabajando todo el día, todos los días... La gente es muy indiferente: el otro día me lastimó un brazo uno con el auto, me golpeó con el espejo retrovisor y me dijo que no le importaba haberme lastimado. Me gusta la cocina, me gustaría trabajar en una obra en construcción, pero nadie quiere tomar a una persona que tiene 59 años... Mi hermano tiene su empresa, él me podría dar laburo, pero nunca me dijo nada, yo creo que se tiene que dar cuenta de que estoy atravesando necesidad, ¿no?
Caso tres
-Tengo 16 años, desde los 11 ando caminando por todos lados: estoy en situación de calle, acá a la vuelta con estos dos [señala a dos amigos], voy a los restaurantes a pedir, no sé leer ni escribir, ni ganas de hablar tengo, disculpame... -dice Lucas, que en pocas palabras lo ha dicho todo.
Caso cuatro
Pía Bustos tiene 57 años, vive en el parador de Medalla Milagrosa y tiene artrosis avanzada.
-Por mi estado de salud no puedo trabajar, necesito que me ayuden, un subsidio, algo... ¿Va a servir para algo esto? ¿Lo va a leer un funcionario? -pregunta.
Luego de las tortas, las pastafrolas y el mate cocido, los voluntarios de Frío Cero levantan la mesa. Literalmente. Las tablas y los caballetes se guardan en el tráiler donde recibieron donaciones durante los últimos tres meses, en especial desde las recientes inundaciones.
Un chico como de 15 años observa una pila de ropa que está dentro del tráiler y le pregunta al voluntario que parece a cargo si tiene un buzo para darle. El voluntario le dice que ya no puede repartir más por hoy, que la ropa que se ve está reservada para otra gente. El muchacho entra, y, sin ningún énfasis, toma un suéter gris. Sale caminando, tranquilo, se apoya el suéter sobre el pecho para verificar si, tal como pensaba, es de su talle. Lo es.
Otro muchacho un poco más grande que ha presenciado la escena pregunta si hay una campera para él. El voluntario repite lo mismo: que no, que está reservada para otra gente. El muchacho entra, ve una campera deportiva, negra, toma la campera, se va. El voluntario no le dice nada, hace de cuenta que no lo ve.
Y así termina una jornada donde unas 160 personas han recibido algo de lo que habitualmente les falta: comida, abrigo, música, contención y, sobre todo, respeto.
La iniciativa en números
114
Días ininterrumpidos de campaña
11
Organizaciones (Scouts Argentina, Amigos en el Camino, Caminos Solidarios, Soledad Cero, Sumar Solidario, River Solidario, Los Petersen, Fundación Club Lanús, Fundación Carrefour, Irrompibles y Racing Solidario)
20
Mesas en la calle (1, en Plaza Tribunales; 1, en Plaza de los Congresos; 1, en Plaza Miserere, y 17, en Plaza de Mayo)
500
Personas en situación de calle pasaron por alguna comida de Frío Cero
210
Personas acercaron sus donaciones
6840
Tazas de mate cocido
8550
Tazas de sopa
880
Platos servidos por los Petersen
7
Canales de TV cubrieron la compaña: América, Telefé, CNN, Crónica, 26, ESPN, TN
310
Personas comieron juntas en la mesa de Congreso. Hasta ahora la más grande que se ha realizado
Conciertos: Zaz, Pericos, Elena Roger, Chaqueño Palavecino, Banda Scouts, Banda Día 40, Cuarteto de Cuerdas del director Gonzales Yacob