Francisco Delich es el elegido para la Biblioteca Nacional
Josefina Delgado secundará al ex rector de la UBA en el organismo
Hoy, el día señalado como la fecha tope para que el actual director de la Biblioteca Nacional, Oscar Sbarra Mitre, deje el cargo para el que fue designado el 10 de enero de 1997, el actual senador radical por la provincia de Córdoba, Francisco Delich, es el nombre con más fuerza para reemplazarlo.
La versión no fue desmentida ayer por uno de los operadores de confianza del secretario de Cultura y Comunicación, Darío Lopérfido, ante la consulta de La Nación . Había trascendido el viernes último, tras un largo interregno durante el cual Lopérfido y el presidente de la Nación, Fernando de la Rúa, exploraron diversas opciones luego diluidas. Por tal motivo, la designación del sucesor de Sbarra Mitre aún no fue anunciada oficialmente.
Paralelamente, La Nación pudo saber por otras fuentes oficiales que Josefina Delgado, actual directora general de Bibliotecas del Gobierno de la Ciudad, ocupará el cargo de vicedirectora del organismo.
Entre todas las variantes, la preferida del primer mandatario era ungir en el cargo de director a una figura de aquilatado renombre en el mundo de la cultura, de modo de devolverle a la alicaída Biblioteca Nacional el lustre de otros tiempos. No obstante, las consultas de los colaboradores del Presidente no cosecharon demasiadas adhesiones, a estar por la angustiosa situación financiera del organismo y su deficitaria prestación de servicios.
Un político avezado
El senador Delich, padre del viceministro de Educación y Cultura, Andrés Delich, fue rector normalizador en la Universidad de Buenos Aires en 1983 y rector de la Universidad Nacional de Córdoba.
En esta última, donde cumplió dos períodos consecutivos como rector, que concluyeron en 1995, Delich propició un proyecto tan criticado como aplaudido, según el cristal con que se mire: el arancelamiento universitario.
Abogado y doctor en Sociología, integró la empresa de comunicación Mansilla, Delich y Asociados. Su presencia en Canal 9 (hoy Azul TV), al cabo de una jornada electoral, para dar sus opiniones codo a codo con Mariano Grondona y el zar Alejandro Romay se constituyó en parte inescindible de las mesas de analistas políticos en cada proceso electoral cumplido en nuestro país.
Ayer, La Nación intentó con denuedo ubicar a Delich en Córdoba y en Buenos Aires, con resultado infructuoso.
Sin embargo, Josefina Delgado pudo ser localizada para hablar, por lo menos, de cuáles son las urgentes medidas que deberán adoptarse en la Biblioteca Nacional en el plazo inmediato.
Al respecto, y evitando hablar sobre los pormenores de su futuro nombramiento, Delgado dijo que "hay tres cosas que son de una urgencia pavorosa en la Biblioteca: tener un personal capacitado y un equipamiento adecuado, y salvaguardar el patrimonio allí asentado".
Para Delgado, uno de los problemas más serios del organismo es que "hay colecciones muy importantes que no están microfilmadas. Por ello no se pueden consultar. Por ejemplo, la del diario La Opinión, para la cual se necesita un permiso especial".
Dijo luego que "en los casos en que se puede utilizar un precario equipamiento de manija, una sale casi ciega por el esfuerzo. Me ocurrió cuando consulté la colección del diario Crítica para un trabajo".
Delgado puso énfasis en destacar la necesidad de capacitar a la gente que presta servicios en la Biblioteca. "Lo ideal es que sean bibliotecarios, pero si son idóneos se los puede capacitar. Así hicimos en las Bibliotecas del Gobierno de la Ciudad y hemos andado muy bien".
Para que se comprenda la preocupación de Delgado por capacitar al personal cabe mencionar que, en una reciente entrevista publicada por la revista Claro (Perfil), una artista bailantera del conjunto Las Primas, grupo integrado por mujeres de contextura voluptuosa, comentó a ser bibliotecaria de la Biblioteca Nacional. Así lo contó informalmente Delgado a La Nación .
La elección del dúo Delich-Delgado se vincula con la labor en dos sentidos que habrá de desarrollarse próximamente en el organismo timoneado hasta hoy por el controvertido Oscar Sbarra Mitre.
Por un lado, Delich habrá de sanear la situación financiera de la Biblioteca, resolviendo sus déficit edilicios y de servicios. En tanto, Delgado se ocupará de optimizar la prestación de los servicios que definen la existencia misma de la Biblioteca Nacional.
La Biblioteca en cifras
- Material bibliográfico: repartidos en los 45.000 metros cuadrados del edificio de Agüero 1502, hay 900.000 libros y dos millones de diarios.
- Lectores y empleados: para un promedio diario de 1600 lectores, el organismo tiene unos 300 empleados.
- Presupuesto: la Biblioteca, según datos del año último, funciona con un presupuesto de 10.700.000 pesos, del cual se gastan mensualmente 250.000 en personal, 140.000 en vigilancia y limpieza, 12.000 en mantenimiento de ascensores y montalibros, 100.000 en compra de libros y 60.000 en electricidad, gas, agua y teléfono.