FonoPostal: el servicio argentino que se adelantó 80 años a los audios de WhatsApp
[AUDIO] Fue presentado en el país en 1939 y estuvo 20 años en funcionamiento; ¿cómo surgió la idea?
“Querida Blanquita. Queridos hijitos Daniel y Marianita, desde Times Square, la esquina más céntrica de Nueva York les envió mis cariños y besos por medio de mis palabras que están llenas de amor, tristeza al no verlos, del recuerdo de pensar en ustedes y de nostalgia por regresar. Dani mío, ya tienes tu autito de control remoto. Marianita, tú también tienes tu muñequita. Mi vida, tú también tienes tus cositas, no te digo lo que es pues quiero que sea una sorpresa. Ya llega la hora de la despedida. Mi amor, un beso muy grande, Daniel y Marianita mía, muchos besos de su papito que mucho les quiere y les extraña. Hasta pronto, hasta muy prontito, un beso grande mi amor. Un beso muy grande mi vida, hasta siempre, Blanqui mía. Adiós Daniel y Marianita. Chau”.
La transcripción de este audio de 1.11 minutos podría parecer sacada de algún Smartphone con WhatsApp. Sin embargo, la grabación tiene unos 60 años y es una de las últimas de las que se conservan del servicio FonoPostal, un sistema de correo con vinilos que funcionó en la Argentina durante dos décadas.
Samuel Fucks era en 1939 el jefe de Despacho Interno de la Dirección de Correos de la Administración Postal Argentina, cuando pensó que su forma de aprender idiomas, a través de discos, podría ser transformada en una nueva manera de servicio postal.
“Él estudiaba inglés a través de escuchar discos y se le ocurrió que la gente pudiera intercambiar mensajes de la misma manera”, contó a LA NACION Andrés José Vera, a cargo de la Gerencia de Marketing Estratégico del Correo Argentino, y agregó: “Para la época fue toda una revolución. Tengo entendido que había algo similar en los EE.UU. y en Inglaterra, pero se rompían los discos y tenían sus contratiempos, por eso el empaque y la forma de entrega se copiaron de acá”.
El lanzamiento de la novedosa idea tuvo lugar en Buenos Aires y ante los ojos de todo el mundo. “Justo se realizaba ese año en la Argentina el congreso mundial de la Unión Postal Universal y le pidieron permiso a la Presidencia, que mediante un decreto autorizó la instalación del servicio que aún no tenía nombre y se lo otorgaron durante el Congreso”, detalló Vera.
“Se hizo una prueba piloto en el país. El mundo estaba en guerra, así que hubo países que no quisieron participar. Pero el sistema tuvo aceptación y se empezaron a hacer convenios con correos de otros países para qué fueran transportados fuera de las sacas (bolsos) para evitar que se rompieran”, dijo sobre la proliferación del sistema.
¿Quiénes y para qué lo usaban?
“En Argentina se utilizó muchísimo. En 1942 o 43 circularon unos 200 mil discos. La tarifa era elevada. Casi 20 veces más que una carta. Pero tuvo mucha aceptación entre las personas que no sabían leer o escribir porque era una forma de poder comunicarse con sus familias. En el interior se utilizaba mucho, sobre todo entre las grandes localidades”, recordó Vera, y explicó: “Las grabaciones eran en vivo en el momento. Se ponía a la persona dentro de una cabina y se iba grabando el disco. Una vez que estaba listo, se lo entregaban junto a la estampilla y éste lo enviaba junto con una púa”.
Había tres tipos de servicios: discos de 30 gramos, discos de 60 y uno con retorno pago que implicaba que de la otra cara del vinilo el receptor grabara su respuesta. Los valores eran $1.18, $1.32 y $1.50, respectivamente. Una carta simple costaba $0.05.
Los que más utilizaron el sistema eran los cantantes de la época, sobre todo en la década de los '40. Servía para mandar su material a las emisoras. Era una forma económica de hacer conocer un tema. El “problema” surgió porque las cabinas eran chicas, entonces cuando el cantante iba con dos o tres músicos, debían grabar con la puerta abierta de la cabina y eso generaba líos en las oficinas, que se convirtieron en salones de grabación públicos.
“También se utilizó mucho en la primera y segunda presidencia de Juan Domingo Perón, ya que las personas le mandaban por esa vía pedidos al General, le hacían canciones y le agradecían. Uno de los grandes receptores de este servicio fue la Presidencia de la Nación”, contó el funcionario del Correo, quien se lamentó porque aquel material se perdió ya que no fue conservado por las autoridades que siguieron al creador del PJ.
Según detallaron, un par de los dispositivos para grabar se conservan. Uno está en el museo de las comunicaciones de Mar del Plata y otro en el Museo de las comunicaciones porteño pero que, al estar cerrado, tiene todo embalado y guardado en un depósito en el Mercado Central.
El revolucionario sistema tuvo una vida aproximada de dos décadas. “Yo creo que estaba pensado para que el correo sea universal, para todos. Para que la gente que no sabía leer no tuviera que pedirle a nadie que le leyera. Al escuchar a una persona podés saber el estado de ánimo, por ejemplo”, explicó Vera. A fines de los '60 lo discontinuaron por la falta de uso a nivel global.
Entrado el siglo XXI los mensajes de voz volvieron al centro de la escena y, en la actualidad, son de los más usados a través del sistema de mensajería instantánea, WhatsApp, que refundó -una vez más- la forma de comunicación oral.
Otras noticias de Historias de otro tiempo
Más leídas de Sociedad
“Un aumento sostenido”. Las tres razones por las que un hospital universitario registra un boom de demanda
Las noticias, en 2 minutos. Milei dijo que Victoria Villarruel no tiene injerencia en el Gobierno; envían al Congreso el proyecto para eliminar las PASO
Cómo comprarlos. Un restaurante lanzó una promoción para comer panqueques a $10
Crisis educativa. Preocupa que menos de la mitad del país cuenta con datos fehacientes de sus estudiantes