La adopción es un acto jurídico en virtud del cual un adulto toma como propio a un hijo ajeno para establecer con él una relación, un vínculo idéntico al que resulta de la procreación. Sin embargo, esa definición tan formal poco tiene que ver con las historias reales que suceden en distintos lugares del mundo donde se juegan muchos factores humanos que conforman historias de abandonos, de mezquindades, de miedo, de dolor. Y también de amor.
Dice Florencia Alifano: "Que una persona elija adoptar a un niño y cambiarle su vida para siempre es, para mí, la grandeza más grande; ojalá todos tuvieran ese amor". Florencia, una mujer hoy de 33 años que fue adoptada-apropiada apenas nació, es la autora de la novela La Hija, donde ficcionaliza su propia e increíble historia.
Nació en la provincia Santa Fe el 11 de noviembre de 1985. Es psicóloga e investigadora científica. Trabaja junto al Dr. Facundo Manes en diversas áreas de la Fundación INECO. Tras investigar su propia vida, ahondar en su esquiva biografía en busca de su verdadera identidad, Florenica se atrevió a compartirla en un libro apasionante. Francisca (su nombre en la ficción) da origen a la trama, la desarrolla y pone orden dentro del caos. Arma su propio rompecabezas.
Detrás de una adopción no siempre hay una familia que abandona y otra que recibe voluntariamente. Muchas veces, sino todas, las historias son más intrincadas y tienen detrás una serie de secretos, de verdades no dichas, de engaños. En un momento se produce un quiebre, y el destino de una persona cambia abruptamente de rumbo. Desandar el camino para hallar ese destino que no fue, es una tarea angustiante y casi detectivesca que Florencia, al sentir que algo no encajaba en su pasado, decidió emprender. Fue en busca de respuestas, recogió pistas, indagó en detalles reveladores, aun sabiendo que el hogar en el que se crio con sus padres adoptivos estuvo plagado de amor.
¿Qué fue lo que pasó para que una hija no viva con su madre biológica? ¿Qué fue lo que llevó a un médico a aceptar ser parte de la apropiación de una bebé? ¿Cómo se entiende que una familia lance a la calle a su hija de 15 años embarazada y no quiera volver a verla? ¿Cuál es la fuerza que inspira a una pareja poderosa a decidir sobre el futuro de una vida?
A los 10 años Florencia supo que había sido adoptada; fue duro, confuso, hubo enojo, pero la vida siguió. Hasta que a los 18 años, cuando estaba estudiando psicología y empezó a analizarse, la pregunta que nos hacemos en el diván la llevó indefectiblemente a su origen. El comienzo de la vida de Flor estaba marcado por el abandono. La adopción es una decisión muy valorada por la sociedad, pero tiene una contracara, la de la madre que abandona, y esa conducta marca al hijo. A pesar de haber recibido amor, cuidado, contención de Clara y Martín (nombres de sus padres adoptivos en la novela de ficción) existía un vacío. Aparecieron síntomas: ataques de pánico, miedos, depresión, falta de incentivo para seguir adelante con sus proyectos. Su novio la convenció de que debía buscar su origen, conocer a su madre y llegar a la verdadera razón que la había puesto en ese lugar. Volvió a su pueblo, donde había crecido, a visitar a sus padres y, mirando fotos de su infancia, apareció la cara y el nombre del médico ginecólogo, amigo de sus padres, que la trajo en adopción. Sin decirles ni una palabra de sus intenciones de conocer a su madre biológica, de responder a la pregunta de por qué la había abandonado, volvió a Rosario y planeó un nuevo viaje. A los pocos días estaba en el consultorio de Enzo Barbieri (nombre de ficción del médico); después de varias idas y vueltas llegó a su casa, tocó timbre y una mujer muy amable le abrió la puerta. Parecía que la estaban esperando. Enzo estaba enfermo y le quedaba poco tiempo de vida. La recibió con alegría, siempre había esperado el momento de saldar su culpa. Le contó toda la verdad.
La madre biológica de Florencia (Alicia en la ficción) es formoseña y tuvo una beba a los 15 años. Su familia la desterró y la mandó a trabajar de doméstica (con su beba) a la casa de una pareja acomodada de un pequeño pueblo de la provincia de Santa Fe. A sus 17 años, Alicia se enamoró de un joven compañero de trabajo y volvió a quedar embarazada. Su patrona le advirtió que con dos hijos no se podía quedar en la casa, que cuando tuviera el bebé se debería ir. Mientras tanto, esta mujer que le había dado trabajo durante dos años, llamó al médico ginecólogo (quien había recibido a su primera hija) para que la asistiera en este nuevo parto y le pidió que entregara a la nueva beba en adopción, sin el consentimiento real de la madre. Los papeles que le hicieron firmar a Alicia (analfabeta en aquel tiempo) eran, supuestamente, para que las dos hijas estuvieran en una casa cuna mientras ella buscaba un hogar donde mudarse con ellas.
Alicia siempre supo que le habían robado a su hija, nunca dejó de buscarla. El abandono que Florencia sentía de parte de su madre biológica no era tal. Saberlo le cambió la vida. Dejó de tener síntomas, pudo retomar sus actividades. Alicia comprendió que Clara y Martín le dieron a su hija un bienestar que nunca hubiera tenido con ella. Reflexionó y pudo perdonar a Enzo, un hombre arrepentido de sus actos y a punto de morir. El entendimiento de su vida le devolvió a Florencia la identidad que había perdido y con ella recuperó la paz. Conocer la verdad cambió todo para siempre.
Escribir "La Hija", que participó de la última Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, y que fue declarado de interés cultural por el Ministerio de Cultura de la Nación y por la Honorable Cámara de Senadores de la provincia de Santa Fe, permitió, según Florencia, que "la temática de la adopción y el derecho a la identidad se instalen desde mi caso real para poder hablar de ellos sin prejuicios".
La adopción no es un tema fácil de abordar, ocurre dentro de un contexto familiar complejo, en medio de situaciones dolorosas, donde se juegan la pérdida, el duelo, la infertilidad. Sin embargo, también hay otra cara: de esperanza, de amor y de encuentro. Florencia, al descubrir su identidad, logró ampliar su familia, que ahora también es integrada por varias de las personas involucradas en ese pasado doloroso. Viajó hasta sus orígenes, armó el rompecabezas de su vida y le torció el rumbo a un destino que había sido decidido por otros. Una historia de búsqueda y de amor.
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