Perico, Jujuy – Un camino de tierra, con pastizales altos, árboles y caña de azúcar a los costados, conduce por un recorrido de varios kilómetros hasta llegar a un cartel que marca "Prohibida la entrada". Al lado dos policías en moto vigilan atentamente cualquier movimiento en la zona, donde es necesario detenerse para identificarse, a fin de adentrarse por otro camino que se hace más estrecho a medida que avanza.
Los carteles de advertencia se multiplican cerca de llegar a una tranquera con árboles, lugar en que hay más policías, que toman nota rigurosamente de quiénes ingresan. Al entrar por fin al establecimiento, una puerta enrejada de color verde entreabierta, cede el paso a un jardín en el que se ven perros sueltos, plantas y palmeras alrededor. Es la Finca El Pongo, cerca de la localidad de Perico, que ha sido autorizada para la plantación de cannabis medicinal, por primera vez en el país.
Una propiedad de tres pisos es el punto de partida, en cuya puerta de entrada hay más efectivos de seguridad. Hacia el interior está el salón principal, con dos habitaciones a los costados. En una de las ellas se van a incluir las bandejas que van a ser cámaras para germinación de semilla de cannabis con un ambiente controlado de humedad, temperatura y luz. "Cuando germine la planta, tendrá más luz para un crecimiento vegetativo, y una vez conseguido un determinado desarrollo se pasará a una segunda etapa en campo", relata a LA NACIÓN Hernán de Arriba Zerpa, Director Titular de Cannabis Avatãra Sociedad del Estado.
El próximo paso será la utilización de una superficie de una hectárea, de un invernadero provisto de luz artificial, donde se cuidará la maceta de semilla germinada, que crecerá y se desarrollará. Y eventualmente después se continuará con unos macrotúneles también cubiertos del sol, con ambiente controlado y sobre todo luz, para tener buenos resultados.
En la cadena de producción, se prevé un laboratorio en Perico, donde será procesado el cannabis para la obtención del aceite del cultivo, que será el producto final elaborado luego de haber pasado por sus distintas etapas desde la materia prima.
Durante la visita, Jorge Orlandi, encargado de campo, comenta que hay un convenio con el INTA, donde uno de los técnicos está trabajando permanentemente con el proyecto, más un comité con el que se ha diseñado el plan piloto de cultivo. Eventualmente se incorporaría el CONICET, organismo con el que sería posible llevar adelante el estudio científico.
"El eje central del programa provincial de cultivo de cannabis con fines científicos, terapéuticos y medicinales, en primer lugar, es obtener un producto de calidad que llegue a la salud pública y que pueda ser accesible no solo localmente y a nivel nacional, sino también de poderse exportar", explica de Arriba Zerpa, durante la visita a la Finca El Pongo.
Una de las patologías que podría tratarse con el aceite de cannabis es la epilepsia refractaria. También se podría usar como calmante en casos de cáncer. Esto seriviría para contrarrestar el mercado ilegal y resultaría en un menor gasto respecto a medicación proveniente del extranjero.
Ya hacia la parte de atrás de la propiedad, pasando entre unos aljibes, árboles y ligustrinas, al lado de un muro y al atravesar una puerta de reja, se alcanza a ver un terreno de corrales alambrados, que formarán parte las 15 hectáreas de plantaciones de cannabis de la fase de cultivo. En total, la Finca El Pongo tiene más de 11 mil hectáreas , pero sólo hay hasta el momento 2500 de ellas en producción de cultivos de la zona. Allí todavía es posible ver vacas comiendo pasto, que serán trasladadas hacia otros lugares.
En ese lugar hay otra cabina de policía , donde está prohibido el paso a los extraños. El dispositivo de seguridad también cuenta cámaras de monitoreo, sensores de movimiento, iluminación y guardias de seguridad, que hacen ronda con autos y motos. Las fuerzas de seguridad encargadas son la Policía de la Provincia de Jujuy y el Cuerpo Especial de Operaciones Policiales (CEOP).
Los terrenos que antes habían sido utilizados para la producción de tabaco, caña de azúcar y otras variedades de la región, hoy están cambiando lentamente en su fisonomía, parte de un proceso en el que intervienen profesionales de distintas disciplinas. Aunque actualmente los campos todavía no tienen casi modificaciones, ya hay personal colaborando en las acciones que tendrán lugar cuando lleguen las primeras semillas. "Mi tarea es el control y manejo del cultivo y del personal, más todo lo que tengan que ver con el campo", dice Jorge Orlandi, agradecido de formar parte del equipo.
La estructura organizativa de Cannabis Avatãra S.E. cuenta con un directorio formado por su presidente Gastón Morales (hijo del gobernador Gerardo Morales), junto a Hernán de Arriba Zerpa, ex Director de Políticas Agropecuarias de la Provincia, y Marcelo Guastella, ex Coordinador de Municipios del Ministerio de Salud Provincial. Luego se encuentran los departamentos de cultivo y producción, económico-financiero y de industrialización, formados por profesionales de cultivo y agricultura, de economía y científicos químicos, respectivamente.
"Esta autorización del Ministerio de Seguridad de la Nación supone un paso muy importante, porque corona un proceso de articulación no solamente por la iniciativa en Jujuy, sino por la coordinación que se tuvo que hacer estos últimos seis meses con organismos del gobierno nacional con quienes estamos en línea en lo que significa el desarrollo de este proyecto", dice Gastón Morales a LA NACIÓN, en referencia al avance logrado en materia legal, conforme a la ley 27.350.
Acerca de la financiación, la empresa tiene acuerdo comercial con un socio estratégico, la compañía Green Leaf Farms de Estados Unidos, que aporta todo el capital necesario para llevar adelante el proyecto. Esto significa una gran inversión en la provincia proveniente de capital extranjero, a los efectos de dinamizar la economía, y a la vez de impulsar una nueva economía regional, que permitiría tener una alternativa eventual a los cultivos tradicionales, como el tabaco y la caña de azúcar.
Por otro lado, desde que surgió la idea de producción de cannabis medicinal en Jujuy, hubo un interés manifiesto de que fuese un programa de comercialización a escala nacional. Esta iniciativa, además, ya ha despertado el interés en distintos países y empresas internacionales de Canadá, Colombia e Inglaterra, que están interesados en concretar acuerdos asociativos con Cannabis Avatãra, lo que serviría para alcanzar logros importantes en materia de exportación.
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