Fernán Quirós aseguró que fumigar la plaza o el espacio público para el dengue no tiene utilidad
El ministro de Salud de la ciudad de Buenos Aires explicó que hay una confusión entre las nubes de mosquitos que se ven en la vía pública y los que contagian la enfermedad
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La temporada de verano de 2024 está marcada por ser “la epidemia de dengue más grande de la historia argentina”, según indicaron autoridades sanitarias. En este contexto, Fernán Quirós, el ministro de Salud de la ciudad de Buenos Aires habló sobre el crecimiento del dengue y las acciones que el gobierno porteño lleva adelante para atacar al mosquito vector de la enfermedad, conocido como Aedes aegypti.
Durante una entrevista en Radio Rivadavia, el funcionario porteño destacó que “fumigar la plaza o el espacio público para el dengue no tiene utilidad”. Sus dichos llegan tras el reclamo de su par bonaerense Nicolás Kreplak, quien este martes pidió ayuda nacional para evitar que se siga la propagando de la enfermedad.
“Es muy importante saber qué es lo que hay que cuidar: hay que cuidarse del mosquito del hogar. Lo importante es trabajar en el interior alrededor de las casas, del trabajo”, destacó Quirós.
Y explicó: “Es muy importante el mensaje para la comunidad: hay dos tipos de mosquito: el que transmite la enfermedad y el resto que están en el ambiente público. Hay mucha confusión con este concepto y esto limita la capacidad de cuidarnos”.
En este sentido, diferenció: “El mosquito del dengue es un mosquito que se llama mosquito mascota, que siempre está en las casas o alrededor de las casas, en el trabajo o a sus alrededores. El mosquito que uno ve en la vía pública, en la plaza, en donde hay un gran lago, un charco de agua, estos son otros tipos de mosquitos que molestan mucho, que pican, que hacen ronchas, pero que no transmiten enfermedades”.
Tras ser consultado por los camiones de fumigación que se ven en los espacios públicos, el ministro dijo: “Hemos tenido durante este año dos oportunidades donde el mosquito del charco tuvo unas nubes tremendas, lo que se hace frecuentemente en estos casos es fumigar el espacio público para bajar la masa del mosquito del charco. Eso no tiene utilidad para el dengue”.
Y distinguió: “La fumigación del dengue debe hacerse en el domicilio, pero sobre todo en los lugares donde hay un enfermo por eso se habla de bloqueo de casos, que es cuando alguien tiene la enfermedad en la sangre. Ese es el momento en el que el mosquito no lo tiene que picar porque si lo pica después se lo lleva a otro”.
Y contó: “Tenemos 200 controles de ovipostura automáticos en la Ciudad a 200 metros cada uno, esto quiere decir que tenemos un registro semanal por donde están poniendo huevos los aedes aegypti en la Ciudad de Buenos Aires. Esa curva de este año es idéntica a la del año pasado: a partir de noviembre empiezan a aparecer en algunos lugares de la ciudad que aparecen adultos que están poniendo huevos y alcanza un pico que suele ser para marzo o abril y luego vuelve a bajar para fines de abril, principios de mayo”.
Sobre el mosquito del dengue, Quirós aclaró que se trata de un insecto al que típicamente se lo llama mascota, debido a que tiene un vuelo corto antes de picar: “Tiene un vuelo de 50 metros a la redonda”, detalló.
“La mosquita pica sangre para poder hacer la ovipostura, es decir, para poner los huevos. Cuando la mosquita pone los huevos y tiene la panza llena de sangre, técnicamente vuela unos pocos metros hasta dejarlo en el lugar. Entonces habitualmente lo que hace la mosquita del Aedes aegypti es identificar el lugar que contiene agua, ir a picar y volver, por eso es una enfermedad que se contagia en el domicilio o en el peridomicilio debido a que no vuela mucho”, describió.
Es por eso que insistió en la importancia de trabajar en el concepto de prevención en los alrededores del hogar y del trabajo: “Aunque sea aburrido, el mosquito siempre está en los lugares donde se hace un charco, en los desagües de las casas, en la terraza o atrás de las casas donde hay una cubiertas, unas botellas, unos cacharros donde se juntan agua, ese es el lugar donde hay que trabajar”.
En los casos en que hay un caso de dengue, el ministro aseguró que hay que bloquear las cercanías del domicilio y fumigar. Sobre el promedio de vida del insecto, dijo que vive de tres a cuatro semanas, y que la mosquita pone cerca de 500 huevos a lo largo de su corta vida. “Entonces matar a una mosquita adulta tiene poca prevención, sólo tiene utilidad cuando está enferma porque cuando uno mata al adulto, en 5 días ya hay 500 adultos nuevos. Por esto es importante trabajar en sacar el huevo, así se corta el ciclo del mosquito”, explicó.
Vacunación contra el dengue
Tras ser consultado por las vacunas contra el dengue, el ministro dijo que la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn), el organismo técnico que asesora a las autoridades nacionales y a los definidores de políticas para tomar decisiones sobre aspectos relacionados con la inmunización basados en la evidencia o en la epidemiología local, aún no ha agregado la vacuna al Calendario Nacional de Vacunación.
“Creo que ese va a ser el gran debate de este año porque la vacuna que hoy tenemos a tiro en el mercado es una vacuna que tiene dos dosis con diferencia de 90 días de la primera a la segunda y el efecto biológico está documentado 30 días después de la segunda dosis, con lo cual la discusión de la vacuna para esta campaña es una discusión que no conduce porque para cuando los ciudadanos tengan el efecto de la vacuna vamos a estar en invierno”, dijo.
Por último adelantó que el debate será entre junio y julio y lo calificó de importante para tener una estrategia de vacunación para la próxima campaña.
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